Hoy se supo que Gustavo Adolfo Muñoz fue capturado por la Fiscalía, porque presuntamente dio un falso testimonio al señalar a dos políticos liberales de tener vínculos con las Farc. Pero las dudas sobre Muñoz, abogado (aunque según Daniel Coronell no tiene tarjeta profesional) y director de la Fundación Nueva Esperanza, van mucho más allá del caso específico que motivó su captura.

Hoy se supo que Gustavo Adolfo Muñoz fue capturado por la Fiscalía, porque presuntamente dio un falso testimonio al señalar a dos políticos liberales de tener vínculos con las Farc. Pero las dudas sobre Muñoz, abogado (aunque según Daniel Coronell no tiene tarjeta profesional) y director de la Fundación Nueva Esperanza, van mucho más allá del caso específico que motivó su captura.

En el caso que lo tiene hoy detenido, como contó la Silla, Muñoz dijo que Velasco era el comandante del frente octavo de las Farc y que esta guerrilla había logrado que llegara al Senado en 2002 – pero ese año Velasco llegó fue a la Cámara.

Ese no es el único caso en el que Muñoz está detrás de acusaciones de farcpolítica. También dijo que la ex representante liberal Gema López era cercana a dos frentes de las Farc; estuvo detrás de las sindicaciones de farcpolítica a Sigifredo López cuando era candidato a la alcaldía de Cali en 2011; y fue uno de los denunciantes contra Piedad Córdoba por traición a la patria. Todos esos casos se cayeron; en el de Córdoba, finalmente fue destituida pero no por traición a la patria.

Parte de las pruebas que usó Muñoz en esos casos se desbarataron porque su testigo estrella, Reinaldo Valencia, se retractó de las acusaciones y dijo que Muñoz lo convenció de mentir a cambio de sacarlo del país. Muñoz negó ese hecho y le dijo a La Silla que había un complot en su contra. De ese complot harían parte el Presidente Juan Manuel Santos, al Alto Comosionado para la Paz Sergio Jaramillo, el ex viceministro de defensa Rafael Guarín, el ex alto consejero Juan Carlos Mira y el hoy Ministro de Defensa Juan Carlos Pinzón.

Además, como director de La Nueva Esperanza, Muñoz ha mostrado unas cifras de secuestrados muy superiores a las oficiales y a las de País Libre, que sustenta en que además de las cifras oficiales ha incluido casos que le cuentan directamente los familiares de los secuestrados. También ha acusado a las otras cifras de eliminar los secuestrados asesinados por las Farc. De hecho, él estuvo secuestrado algunos meses entre 2001 y 2002 por esa guerrilla.

Muñoz también ha sido defensor de militares en casos de desapariciones forzadas (“falsos positivos”) y ha llevado a guerrilleros a desmovilizarse, y ha dicho que por esa labor ha recibido amenazas de muerte. Siempre ha sido muy cercano a los militares; por ejemplo, defiende que sus integrantes puedan votar.

Su vínculo con el uribismo es visible: trabajó en la Alta Consejería de Paz de Uribe, es cercano a algunos uribistas de línea dura como Ricardo Puentes Melo y ha sido defendido al aire por Fernando Londoño Hoyos en la Hora de la Verdad. Ademas, como contó Daniel Coronell el año pasado, en la junta directiva de su fundación estaba Doris Ángel, una de las impulsoras del referendo reeleccionista.

Quizás el aspecto menos conocido de Muñoz es su militancia política. En 2006 fue candidato al senador por el Partido Conservador y se quemó con poco más de mil votos; en 2010 lo hizo de nuevo por La U y alcanzó menos de dos mil votos. En los dos casos, como candidato uribista.

En 2010 mojó prensa porque fue quien publicó una versión de la canción “la camisa negra” de Juanes para apoyar la campaña de Santos y sin autorización del cantante. Muñoz era coordinador gremial de esa campaña y la ayudó a acercarse a militares y policías. Pero después del distanciamiento entre Santos y Uribe, se conviritó en crítico del gobierno.

Ahora termina detenido por sus testimonios en el caso de Velasco y Sigifredo López lo ha señalado de ser la cabeza del cartel de falsos testigos.

Fui usuario y luego periodista de La Silla Vacía. Tras más de una década haciendo de todo en esta escuela de periodismo, de la que fui director editorial, me fui a ser lector y SuperAmigo. Ahora me desempeño como redactor jefe de El País América Colombia.