La decisión de la Corte Constitucional de tumbar la aplicación del principio de oportunidad para los casi 17 mil desmovilizados de las AUC fue 5-4. Es como han votado en otros fallos importantes, pero esta vez el bloque mayoritario fue sorprendente para quienes creen que en la Corte hay unos bloques preestablecidos.

A los magistrados más liberales María Victoria Calle, Luis Ernesto Vargas y Jorge Iván Palacio esta vez se les unieron dos de los magistrados más conservadores: Nilson Pinilla y Gabriel Eduardo Mendoza, que era en realidad el voto decisivo (lo que los gringos llaman el swing vote). Y entre los que salvaron el voto está Juan Carlos Henao, quien en otras ocasiones suele votar con los liberales.

Uno de los argumentos más fuertes para tumbar esta norma es que desde el 2007 la Corte Suprema de Justicia dijo que los paramilitares no se podían procesar por delitos políticos y debían ser juzgados por el delito de concierto para delinquir. Y que hacer parte de una organización que comete delitos de lesa humanidad implica ser responsable de delitos de lesa humanidad, independiente de los actos que individualmente haya cometido cada uno. Esto, entonces, abarcaría desde el patrullero que solo avisaba por radio movimientos ‘sospechosos’ en la zona hasta el que torturaba y asesinaba gente.

Nilson Pinilla, quien fue magistrado de la Corte Suprema de Justicia entre 1994 y 2006 y nominado por esta corporación acogió el concepto de su anterior corporación. Juan Carlos Henao, por el contrario, es partidario de una interpretación constitucional que le otorga más valor al derecho constitucional a la paz.

En conclusión, la teoría de los ‘bloques’ es menos sólida de lo que creen os observadores a primera vista.