Quien llegue a la Casa de Nariño el 7 de agosto del próximo año encontrará que de entrada ya cuenta con diez billones de pesos menos en su caja fuerte. Se los gastó Uribe.

Quien llegue a la Casa de Nariño el 7 de agosto del próximo año encontrará que de entrada ya cuenta con diez billones de pesos menos en su caja fuerte. Se los gastó Uribe.

Mientras el Congreso debate acaloradamente el Presupuesto de la Nación de 2010, el gobierno de Uribe está destinando - con la sola firma de sus ministros y del director de Planeación Nacional - una porción importante de los presupuestos de los próximos tres gobiernos.

Todos los gobiernos comprometen vigencias futuras - o recursos de los presupuestos de años venideros - para asegurar proyectos de largo plazo, pero economistas como Salomón Kalmanovitz y Juan Camilo Restrepo dicen que a Uribe se le está yendo la mano. "Tuvo siete años para hacer los proyectos que ahora quiere hacer con vigencias futuras", le dijo el economista Salomón Kalmanovitz a La Silla Vacía.

Y hace unos días, Restrepo escribió en una una columna en Portafolio que “el Gobierno parece haber descubierto también el refinado arte de ordenar desde ahora el gasto público, pero para que otros lo paguen después a través del 'discreto encanto de las vigencias futuras'.” Y agrega: “Por lo menos debería contarnos entonces, cuánto está valiendo a la fecha el total de ese 'discreto encanto' presupuestal.”

El Gobierno ha comprometido mediante vigencias futuras 18 billones de pesos hasta 2025 para financiar varias obras de infraestructura que el presidente Uribe prometió en sus dos campañas y en los consejos comunitarios. Asumiendo que se mantienen los mismos niveles de inversión de 2009, estos recursos equivalen al 11 por ciento del presupuesto de inversión de los próximos cuatro años, descontando el subsidio a la gasolina y la inversión en la política de Seguridad Democrática. (Ver más abajo cuadro de vigencias futuras comprometidas por Conpes 2009).

Restrepo afirma que sólo las vigencias futuras abiertas para Invías comprometen ya el 75% del presupuesto que anualmente maneja esa entidad.
 

Gastar sin pagar

Como implica gastarse el dinero de futuros gobiernos, una 'vigencia futura' es un procedimiento excepcional que solo está justificado para obras cuya construcción implica varios años.

Para evitar que se abusara de esta figura, la coalición uribista aprobó una ley en 2003 de “responsabilidad y transparencia fiscal” que hizo más estrictos los requisitos para el uso de vigencias futuras y lo delimitó a “los proyectos de gasto de inversión en aquellos casos en que el Conpes previamente los declare de importancia estratégica".

Entre 2003 y 2008, se hicieron 20 Conpes para declarar proyectos estratégicos, pero en los que va de 2009 ya van 13. Los “corredores viales de competitividad”, la navegabilidad del canal del Dique, el Aeropuerto del Café y otras obras fueron declaradas de “importancia estratégica” en 13 documentos Conpes en 2009 para así poder asegurar recursos del presupuesto nacional hasta 2025, sin violar la ley. Obras como la Ruta del Sol y el Desarrollo Vial del Sur del país se van a construir sólo con recursos a partir de 2011.

Así, más de 18 billones de presupuestos futuros (10 billones del próximo gobierno y 8 a partir del 2015) han sido comprometidos. (Ver cuadro total vigencias futuras aprobadas con Conpes en el 2009 y gráfica de aumento de Conpes)

Aumento de Conpes para declarar obras como estratégicas y acceder a vigencias futuras

 

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Año del Conpes Número de Conpes que declara importancia estratégica Proyecto más importante declarado estratégico ese año
2003 1 Transcaribe
2004 1 Zonas portuarias
2005 9 Subsidio familia de vivienda
2006 1 Doble calzada Buga - Buenaventura
2007 3 Túnel de la Línea
2008 5 Corredores de competitividad
2009 13 Ruta del Sol
  33 Total desde Ley 819 del 2003
 

La polémica

Ordenar el gasto es una de las herramientas que tienen los presidentes para imponer su visión de país y aterrizar su proyecto político. Pero, como van las cosas, la visión de Uribe se prolongará en el tiempo (o por lo menos en el presupuesto) varios años después de su partida, incluso si no pasa el referendo.

“Es una forma de perpetuarse en el poder", le dijo a La Silla Vacía el senador del Polo Jorge Enrique Robledo.

Funcionarios del gobierno defienden las vigencias futuras con varios argumentos. Según ellos, no es posible afirmar que Uribe haya comprometido más plata que sus antecesores porque el sistema presupuestal cambió y no se puede comparar. Pero dicen que en todo caso, las obras consideradas como proyectos estratégicos son las que necesita el país según los estudios técnicos y que sin importar la orientación política del próximo gobierno son los proyectos que se tienen que hacer.

La pregunta es por qué no se hicieron estas obras antes con el presupuesto que tenía Uribe. Varias de las vías que van a ser construidas con vigencias futuras han sido prometidas decenas de veces en los discursos del Presidente y del ministro Andrés Uriel Gallego, pero cuando llegó la hora de ordenar el gasto de infraestructura, el Gobierno prefirió apostarle al Plan 2500, que es de vías terciarias y que le ha traído grandes réditos políticos  (ver artículo).

“Se están sembrando inexorablemente las semillas de nuevas reformas tributarias o de mayores endeudamientos”, concluye Restrepo en su columna.

El problema es que a través de los pactos de estabilidad jurídica este gobierno también le ha quitado flexibilidad al ingreso de futuros gobiernos pues negoció con las grandes empresas que pagaran ya el uno por ciento de su inversión a cambio de estabilizar algunos impuestos futuros como el de renta y el de reinversión de utilidades.

Hizo parte del equipo fundador de La Silla Vacía. Politóloga de la Universidad de los Andes y magíster en Políticas Públicas del Hertie School of Governance, Alemania. Co-fundadora del centro de internet y sociedad Linternaverde.co e investigadora asociada de Quantil. Ha trabajado como asesora en...