El cóctel iba a ser esta noche en el Club del Comercio en Bogotá. Los anfitriones eran los embajadores Alfonso Prada y Roy Barreras. La idea era celebrar la llegada de Laura Sarabia a la Dirección Administrativa de la Presidencia, y la de Luis Gilberto Murillo a la Cancillería como encargo.
El acto fue cancelado por la realidad política. Murillo está capoteando la tormenta de la cuestionada licitación de pasaportes que entregó un subalterno suyo a la empresa Thomas Greg & Sons en contravía de la orden del presidente Gustavo Petro. Y Sarabia sigue en líos judiciales por las chuzadas a sus exempleadas, una prueba de polígrafo a una de ellas y la supuesta financiación irregular de la campaña presidencial.
Los embajadores reconocieron el error. En una entrevista con la W Radio, el embajador Prada aseguró que, en lugar de hacer este cóctel, mejor se reunirá en Bogotá con más de mil alcaldes del país para hablar, entre otros temas, de los Juegos Olímpicos de París que se harán en julio de este año.
Cuando estalla una bomba en la sala no se invitan amigos a cenar: Barreras. En un trino confirmó que el problema con la Cancillería fue la razón principal para cancelar el evento. “Ya nos veremos más adelante y pronto en el camino de la vida que compartimos”, aseguró.
Sobre este tema, les dejo este capítulo de Huevos Revueltos.
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