Por primera vez, el presidente Gustavo Petro planteó la posibilidad de convocar a una Asamblea Nacional Constituyente, el mecanismo extraordinario para redactar una nueva Constitución.

Ocurrió en Cali, en un discurso que dio en medio de una Minga que llegó ayer a la ciudad. 

“Si esta posibilidad de un gobierno electo popularmente, en medio de este Estado y bajo la Constitución, no puede aplicar la Constitución, entonces el país tiene que ir a una Asamblea Nacional Constituyente. Colombia no se tiene que arrodillar. El triunfo de 2022 se respeta. La Asamblea tiene que transformar las instituciones”, dijo Petro, seguido de aplausos de la gente que estaba escuchándolo.

El anuncio ocurre en una semana en la que el gobierno sufrió un duro golpe en el Congreso. Ocho senadores de la Comisión Séptima firmaron la ponencia de archivo de la reforma a la salud, el proyecto más importante para el presidente.

Aunque ya llamó a una reunión a los miembros de la Comisión, que ocurrirá el lunes, a hoy el proyecto no cuenta con los apoyos para llegar al penúltimo debate.

Pidió además mantener la movilización ciudadana. Petro insistió en que “el pueblo debe seguir en las calles”. “Diálogo sí, concertación sí, pero con el pueblo en las calles”.

La última vez que hubo una Constituyente fue en 1991. Fue impulsada por el movimiento estudiantil de la Séptima Papeleta, que propuso un voto especial en las elecciones al Congreso de 1990 para que la gente decidiera si quería una nueva Constitución, a través de la Asamblea Nacional Constituyente. La Constitución que regía hasta ese entonces era la de 1886.

Dos millones de personas votaron a favor de esa propuesta. Y el 9 de diciembre de 1990 fueron elegidos los 70 asambleístas que redactaron la nueva Constitución que está vigente hasta ahora. 

Sin embargo, en esa Constitución los caminos que quedaron establecidos para una nueva Constituyente exigen tener unas mayorías en el Congreso y unos niveles de popularidad de los que carece hoy Gustavo Petro.

Espere análisis de La Silla Vacía…