Emmanuel Vargas
Emmanuel Vargas

El 23 de febrero, Gustavo Petro twitteó que Colombia ahora está aliada con los Emiratos Árabes Unidos (EAU) en el desarrollo de Data Centers y educación en Inteligencia Artificial (IA). Colombia, país de las chuzadas, se alía con uno de los más aguerridos chuzadores tecnológicos en el mundo. 

Aparte del trino de Petro, la única información disponible sobre esta nueva alianza tecnológica está en una noticia de la página del Ministerio de Tecnologías de la Información y la Comunicación (MinTIC). Ahí vemos una foto de Mauricio Lizcano, quien exhibe lo que parece ser el victorioso acuerdo con pura cara de niño que sonríe para la tía que mandó una Play Station desde el extranjero. El regalo en este caso es la firma de dos memorandos de entendimiento “para avanzar en su empeño de hacer de Colombia una PotencIA Digital”. Según la nota del MinTIC, uno de los memorandos contempla el intercambio de prácticas, conocimiento y personal relacionado con Inteligencia Artificial y está también relacionado con un proyecto de educación digital en dos colegios indígenas de la Guajira. 

Emiratos Árabes Unidos es uno de los países que más ha invertido en temas de Inteligencia Artificial en los últimos años, lo que lo haría un aliado clave. Por otro lado, ONGs que trabajan en temas de derechos digitales advierten sobre posibles riesgos de estas inversiones porque este país tiene un muy mal récord en espionaje y violaciones de derechos humanos. Recientemente, además, ha habido denuncias del posible uso de mecanismos de identificación biométrica fortalecidos con Inteligencia Artificial como parte de estrategias de persecución contra críticos del gobierno de ese país del Golfo. Asimismo, en enero de este año, según lo reportó el New York Times, un comité del Congreso estadounidense le pidió al gobierno de Biden que contemplara restricciones a una de las principales compañías de Inteligencia Artificial de EAU porque, según dicho grupo de congresistas, uno de los mayores directivos de esa empresa opera y está afiliado a una red de apoyo a China en desarrollos tecnológicos militares y en abusos de derechos humanos.

No se puede olvidar que el gobierno de EAU tiene una larga historia de espionaje tecnológico contra activistas, periodistas, funcionarios de gobiernos extranjeros e incluso miembros de la familia real de ese país. Además de esto, las leyes de privacidad y protección de datos personales emiratíes están llenas de excepciones que le permiten al Gobierno recolectar y almacenar información de la gente sin ningún tipo de control. 

Aparte de esas leyes de carta blanca, algo que es clave para el espionaje digital es la infraestructura que permita recolectar datos. Durante años recientes, EAU se ha sumado a la Ruta de Seda Digital, una estrategia del gobierno chino para distribuir infraestructura digital, como Data Centers, en buena parte del mundo. No obstante, como lo explica Anu Bradford en su libro Digital Empires, una de las principales motivaciones para varios gobiernos que se suman a esa iniciativa china es la de adquirir tecnologías de vigilancia. Además, según explica Bradford, esta estrategia permite a empresas -y potencialmente al gobierno chino- tener un acceso importante a información de la gente en los países en los que se ubica esa infraestructura.

Como parte de su estrategia de IA, EAU ha establecido unas guías de ética, pero esto no está por encima de las leyes que facilitan el espionaje y generan suspicacia frente a la trayectoria en esta materia.

La nota del MinTIC sobre esta alianza no detalla la parte de los Data Centers, pero una entrevista dada por Lizcano a El Universal de Cartagena, publicada el 2 de febrero, da alguna idea de lo que quieren hacer. Lizcano le dice al medio de comunicación que, para que Colombia se convierta en esa utopía de la Inteligencia Artificial con la que sueña Petro –la PotencIA Digital– “se necesitan dos cosas muy importantes: una, datos y, lo segundo, es infraestructura”. 

“De hecho voy para Dubai a firmar un convenio con los Emiratos Árabes para que monten un hub de IA en Colombia, y la costa juega un papel muy importante”, dijo Lizcano con lo que quiero imaginar era el tono de un hombre que parece sentirse como el Prometeo colombiano. Según explica Lizcano a El Universal, como los cables de Internet llegan a Cartagena, este es el mejor lugar para crear Data Centers, espacios que él presenta como lugares donde se almacenaría información que nos llegue desde diversas partes del mundo. Lizcano no explica a profundidad qué información espera que sea almacenada en estos Data Centers. 

En todo caso, si el aprendizaje para diseñar estos Data Centers viene de EAU, es razonable pensar que puede haber riesgos de que esas infraestructuras tengan puertas traseras que permitan filtrar la información que se guarde ahí para que esta llegue a otras partes del mundo sin que el gobierno se dé cuenta. Esto sería más grave si es información relacionada con lo que consumimos las personas en Internet o con temas que afecten la seguridad nacional. Es entendible y muy valioso que el gobierno quiera meterle mano al tema de Inteligencia Artificial y que, además de esta alianza, hace muy poco se haya metido entre el grupo de países que arrancarán en la implementación del marco ético de Inteligencia Artificial de la UNESCO.

Teniendo en cuenta que ese marco ético le da mucha importancia a proteger la privacidad de las personas, sería bueno saber si el gobierno se hizo la pregunta de si había contradicciones entre una iniciativa y la otra.

Tal vez era difícil pedirle al gobierno del Cambio que cambiara un proceso que viene desde hace muchos años. La amistad con los Emiratos Árabes Unidos ha sido fuerte desde el Gobierno Santos, que firmó un acuerdo bilateral de promoción y protección de inversiones de ese país y que consiguió una donación de 45 millones de dólares para el postconflicto por parte de esa monarquía. Duque continuó afianzando esa relación e hizo una negociación acelerada de un tratado de libre comercio con el gobierno de Dubai que luego llevó a un Acuerdo Integral de Asociación Económica por parte del equipo de Petro.

A pesar de esto, hubiera sido deseable que el gobierno presidido por una víctima de las chuzadas fuera más cauteloso al avanzar en transacciones que potencialmente traen riesgos para la privacidad en Colombia. La realidad es irónica y un poco decepcionante, quizá más si tenemos en cuenta que estamos cerca de que la Corte Interamericana de Derechos Humanos condene a Colombia por las chuzadas del DAS contra el CAJAR.

Es el codirector de El Veinte. Estudió derecho y una especialización en periodismo en la Universidad de los Andes y una maestría en derecho de la información en la Universidad de Ámsterdam. Sus áreas de interés son la libertad de expresión y los derechos digitales.