Manfred Grautoff, consultor en temas de seguridad nacional
Manfred Grautoff, consultor en temas de seguridad nacional.

El Estado de Israel ha recibido el peor ataque sobre su territorio desde la guerra del Yom Kippur (1973). A las 5:30 am (hora de Israel), las Brigadas Al-Qassam, un ala militar de Hamás, se infiltraron por el sur de Israel desde tierra, mar y aire, provocando la caída de dos bases militares, la pérdida de dos tanques de guerra Merkava IV y de cuatro carros de combate.

Sin embargo, lo más grave ha sido el asesinato de más de 250 ciudadanos israelíes, y el secuestro de al menos 120. Esta cifra de pérdidas fatales seguirá creciendo con el paso de las horas.

Así, la inteligencia y servicios de seguridad del Estado hebreo han tenido un fallo parcial, porque la Armada israelí logró frenar el ataque marítimo, pero no sucedió lo mismo con la anticipación de una ofensiva terrestre de este calibre, tal y como se aprecia en el mapa.

Fuente: Tanque de pensamiento Rybar.

Basta recordar que el secuestro de 3 ciudadanos israelíes en 2014 llevó a la inteligencia a descubrir un intento de infiltración terrestre de Hamás. Esto desató la operación preventiva “Margen Protector”, que según Naciones Unidas causó la muerte de 2.251 palestinos y 73 israelíes.

Asimismo, en 2021, tras la crisis de COVID-19, Hamás intensificó la construcción de túneles con el mismo objetivo: penetrar territorio israelí y provocar el mayor daño a las Fuerzas de Defensa.

Sin embargo, en aquella ocasión una estratagema de engaño, planificada por el comandante del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel (Ramatcal) Teniente General Aviv Koshavi, logró que el grueso de los comandos de Hamás se resguardara en los túneles esperando flanquear y dañar al Ejército de Israel.

No obstante, cuando los comandos palestinos entraron a los túneles, una operación de mas de 160 F-16 tipo I, pertenecientes a la Fuerza Aérea hebrea, desplegaron uno de los bombardeos más grandes en la historia reciente de las incursiones aéreas. En esos túneles quedó sepultado el grueso de los comandos de Hamás. 

De esta forma, Israel había logrado el objetivo estratégico de ralentizar las operaciones de Hamás a bajo costo: mínimas pérdidas de ciudadanos, militares y recursos materiales.

Esa operación de engaño supuso que los ataques de gran calado se iban a retrasar por lo menos diez años, y que lo tolerable serian ataques esporádicos con misiles Qassam, que serían fácilmente repelidos por el sistema de interceptación defensivo cúpula de acero.

Mientras esto sucedía, la disputa política era algo cotidiano en Israel. Entre 2019 y 2022 se han llevado a cabo 5 elecciones, que han provocado la rotación de tres primeros ministros y un Congreso inestable (Knesset).

Así, el debate político y una posible reforma del sistema judicial han terminado por impactar la seguridad nacional de Israel. La inestabilidad y cambio de mando constante no ha permitido consolidar las líneas de intervención de la política de seguridad.

Esto podría explicar porqué la comunidad de inteligencia israelí, con los recursos y experiencia que tiene, no logró prever una operación de este nivel, sobre la cual hay evidencia desde 2014.

Por otro lado, Hamás ha logrado una victoria pírrica, pues han conseguido demostrar que hay una debilidad en la inteligencia interna de Israel.

Asimismo, el bajo nivel de respuesta por parte del ejército hebreo ante la incursión desde Gaza se explica porque el despliegue operacional de las Fuerzas de Israel está enfocado en el Valle de Samaria y Hebrón, a raíz del aumento de asentamientos de colonos judíos ultraortodoxos, ya que gracias a esta facción Benjamín Netanyahu recuperó el poder.

No obstante, la victoria de Hamás es pírrica porque es altamente probable que los milicianos que entraron en las ciudades de Israel perdieran el control, pues alto nivel de ideologización hizo que asesinaran a mujeres y niños indefensos por el hecho de ser judíos.

Si la operación solo hubiera batido blancos y material militar, Hamás habría logrado el objetivo de mostrar al mundo su capacidad operacional, lo que habría forzado una negociación política favorable. Pero, cuando comenzaron el ataque contra la población judía inerme, perdieron la más importante de las guerras: la narrativa. 

Durante décadas Palestina se ha mostrado como un pueblo oprimido, bajo ocupación de un invasor que posee grandes recursos financieros y militares. Esa narrativa se perdió con esta incursión, y ahora son una banda que asesina personas por el hecho de ser judíos.

Lo que en principio podría haber sido un triunfo palestino se ha convertido en un motivo de unión de las diferentes facciones políticas de Israel, que estuvieron en pugna desde 2019. Además, un ataque sin precedentes ocasiona respuestas sin precedentes.

Esto implica que la franja de Gaza podría volver a estar bajo control de Israel. No obstante, los acuerdos de Abraham, que han permitido al Estado de Israel alcanzar relaciones armónicas con los países árabes, estarían en riesgo si el gobierno hebreo toma la decisión de invadir Gaza, lo que pondría a prueba la diplomacia israelí.

Por otra parte, la Autoridad Palestina que gobierna Cisjordania y que tiene una relación relativamente buena con Israel, puede haber encontrado la forma de librarse de Hamás, un aliado incómodo que no ha permitido elecciones en Gaza desde 2006.

Finalmente, esta incursión, por su nivel de preparación, debe tener apoyo de algún Estado y todo apunta a Irán. Si esto se comprueba, un gobierno de Israel dominado por la derecha y apoyado por las facciones moderadas tendría el aval para atacar el programa nuclear iraní.

Mientras tanto, Estados Unidos, gobernado por el partido demócrata en riesgo de perder las elecciones, ve imágenes de una carnicería de judíos inocentes, lo que podría llevarlo a apoyar un ataque preventivo contra Irán.

Estos son los probables escenarios ante la exitosa incursión de Hamás, que puede convertirse en una trampa mortal que termine destruyéndolo y desembocando en una guerra regional en Medio Oriente.

Es consultor y columnista sobre temas de seguridad nacional. Fue el director del tanque de pensamiento Geostrategy y asesor de la presidencia de la República. Estudió una maestría en defensa y seguridad nacional en la Escuela Superior de Guerra y maestrías en economía y economía aplicada en la...