La centralidad de esta columna subyace en la posibilidad de presentar una serie de metodologías y propuestas con el fin de contribuir al debate sobre la construcción de una cultura de paz en Colombia, especialmente en el Caribe.

En este sentido, se ofrecerán insumos y reflexiones sobre cómo entender y materializar la “paz total” en la región. Por consiguiente, se expondrán una serie de postulados que destacan la importancia de la reconciliación como un eje cardinal en cualquier proceso de paz.

De esta manera, se espera que estas ideas contribuyan a fomentar el diálogo y el entendimiento entre los diferentes actores involucrados en el conflicto, lo anterior se fundamenta en la idea de insistir en la construcción de cultura de paz.

A modo de apuntes preliminares

Los conflictos armados en Colombia funcionan como una suerte de espiral. Dada su naturaleza, se iguala a un intempestivo torbellino que gana fuerza, potencia y velocidad a medida que avanza, se transforma y se ancla en las estructuras sociales.

Al principio puede ser controlable, pero si no se detiene a tiempo, como ha pasado en nuestro país, se convierte en una fuerza destructiva que arrastra todo a su paso y puede causar una serie de daños irreparables.

Un ejemplo palpable de ello es que, de acuerdo al Registro Único de Víctimas, en los últimos 40 años se registraron en Colombia más de 295.000 casos de violencia sexual relacionados con el conflicto armado.

Por otro lado, el armisticio con las Farc-EP firmado en noviembre 2016 implicó un avance sustancial no solo en términos de seguridad sino también en el plano del régimen político, la pluralidad y la participación. 

Uno de los grandes aportes del proceso de paz en mención es la materialización del estatuto de la oposición. El Estatuto en mención aprobado en el año 2018 establece una serie de garantías y derechos políticos de los partidos y movimientos políticos que ejercen la oposición al gobierno nacional, departamental o municipal.

No obstante, todavía hay zonas donde persiste la violencia y la exclusión. El conflicto muta y se acomoda a las nuevas dinámicas. En este sentido para Galtung: “Un proceso de paz es un proceso de eliminación de violencia en el que, simultáneamente, se genera justicia social, seguridad individual y colectiva y el establecimiento de estructuras de cooperación”.

¿Desde qué puntos de vista es posible la paz total en el Caribe?

Para conseguir y concretar o avanzar en la “paz total” en el Caribe se necesitan esfuerzos continuos y coordinados en múltiples áreas, incluyendo la justicia, la economía, los derechos humanos, el derecho internacional humanitario , la educación y la seguridad alimentaria y ciudadana. Adicional a ello, un aspecto cardinal es afrontar las causas estructurales y subyacentes del conflicto, como la pobreza, la desigualdad y la exclusión social.

A criterio del Cnmh: En la región del Caribe, la violencia ha sido estructural y multidimensional, con la presencia de múltiples actores armados, entre ellos paramilitares, grupos guerrilleros y bandas criminales. El control del territorio y la economía ilícita son elementos centrales de esta guerra, que ha dejado cientos de víctimas, desplazamientos forzados y la desaparición de comunidades enteras“.

La participación de múltiples actores

En este sentido, los procesos de paz en Colombia suelen involucrar a múltiples actores, incluyendo el gobierno, grupos armados y organizaciones de la sociedad civil. Algunos ejemplos representativos de la diversidad y la vitalidad de la sociedad civil en el Caribe colombiano, que ha sido fundamental en la construcción de la paz y la promoción de los derechos humanos en la región son los siguientes.

Colectivo de Comunicaciones Montes de María

Esta es una organización que trabaja en la región de Montes de María, ubicada en los departamentos de Bolívar y Sucre. El colectivo se dedica a la producción de medios de comunicación alternativos y a la promoción de la participación ciudadana.

Asociación de Mujeres Afrocolombianas del Caribe (Amac)

Organización social que propende por los derechos de las mujeres afrodescendientes en la región Caribe. Amac ha trabajado en la defensa de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, la promoción de la igualdad de género y la lucha contra la violencia de género.

Mesas Departamentales de Víctimas en el Caribe

Estas son un conjunto de organizaciones que agrupa a víctimas del conflicto armado en varios departamentos en la región. Estas mesas trabajan por la defensa de los derechos de las víctimas, la promoción de la reparación integral y la exigencia de garantías de no repetición.

Notas en clave Caribe sobre la construcción de paz con enfoque territorial

El enfoque territorial en los procesos de paz se refiere a la necesidad de considerar las particularidades de cada región del país y las dinámicas locales en los procesos de construcción de paz.

En el caso del Caribe colombiano, la región ha sido históricamente afectada por el conflicto armado con presencia de grupos armados ilegales y altas tasas de distintos tipos de violencias. La Misión de Sabios señala que “El enfoque territorial implica la construcción de estrategias y políticas diferenciadas para abordar las particularidades y desigualdades entre los territorios”

En el marco de los Pdet en el caso del Caribe, en total, se han identificado 33 planes de acción para el desarrollo territorial en la región, que incluyen proyectos en áreas como infraestructura vial, educación, salud, vivienda, agua potable y saneamiento básico, así como el fortalecimiento de la participación ciudadana y la promoción de la convivencia pacífica. El presupuesto destinado para la implementación de los Pdet en el Caribe es de alrededor de 2,2 billones de pesos.

Por otro lado es clave mencionar que de acuerdo a el Registro Único de Víctimas, en las últimas 4 décadas se han registrado en la región del Caribe colombiano un numero aproximado de :

  • 17.957 personas fallecidas como consecuencia del conflicto
  • 5.307 personas secuestradas
  • 3.338 personas afectadas por minas antipersonal y artefactos explosivos improvisados
  • 2.464 personas víctimas de violencia sexual.

De acuerdo a informes de la Defensoría del Pueblo, entre enero y agosto de 2022, se registraron más de 115 casos de violencia armada en los departamentos de La Guajira, Cesar, Magdalena, Atlántico y Bolívar, con un saldo de 142 víctimas, entre ellas 24 muertos y 118 heridos. Además, se reportaron 7 casos de desplazamiento forzado, afectando a 135 personas.

Durante los últimos 5 años, el Caribe colombiano ha sido escenario de una serie de eventos relacionados con la violencia armada. Según el informe anual del Observatorio de Paz del Caribe colombiano, en los últimos 5 años se registraron aproximadamente 6.086 víctimas de violencia en la región, incluyendo homicidios, desplazamientos forzados, amenazas y ataques contra líderes sociales.

Según el informe anual del Observatorio de Paz del Caribe colombiano, entre 2016 y 2020 se registraron 6.086 víctimas de violencia en la región, incluyendo homicidios, desplazamientos forzados, amenazas y ataques contra líderes sociales.

Además del conflicto armado interno en Colombia, grupos armados en la región del Caribe colombiano han generado enfrentamientos por el control de territorios, actividades ilegales y otros recursos. Esto ha generado graves consecuencias humanitarias para la población civil, incluyendo desplazamientos forzados y violaciones a los derechos humanos.

Conclusiones y propuestas

La consecución de la paz total en el Caribe colombiano es un proceso complejo, multifacético y multidimensional que alberga y requiere la imperiosa necesidad de la cooperación y participación activa de todos los actores, incluyendo por supuesto los gobiernos locales y nacional así como el concurso de la sociedad civil y a las comunidades locales.

De acuerdo a lo anterior mente mencionado, para lograr la “paz total” en la región es ineludible encarar las causas estructurales y subyacentes del conflicto, tales como la presencia de grupos armados ilegales, las economías ilegales, la exclusión social y política.

Por tanto, un aspecto decisivo es que el gobierno colombiano implemente políticas públicas efectivas que promuevan el desarrollo social, en la región, garantizando con ello , la seguridad y protección de los derechos humanos.

Propuestas

  1. Suscitar diálogos y mesas con un enfoque territorial, de género y étnico de cara la negociación con los diversos actores armados que hacen presencia en la región con el fin de llegar a acuerdos que permitan reducir la violencia y avanzar hacia la desmovilización y reintegración de sus miembros a la sociedad.
  2. Robustecer la presencia de las instituciones del Estado en las zonas con mayor afectaciones por las distintas dinámicas del conflicto. Para ello, es necesario la inversión en infraestructura, servicios públicos básicos y proyectos de desarrollo económico que generen empleo de cara al mejoramiento la calidad de vida de la población. Lo anterior puede materializarse en la medida que se implemente lo acordado en el último proceso de paz, en este aspecto los Pdet y la implementación general del ultimo acuerdo de paz son determinantes.
  3. Resaltar y propiciar la participación de la sociedad civil en los procesos de paz, garantizando su inclusión en las mesas de diálogo y fomentando su liderazgo en la construcción de soluciones pacíficas y sostenibles para la región. Un aspecto clave es incluir a terratenientes y ganaderos de la región.
  4. Sostener, mantener y propiciar mecanismos de justicia transicional que permitan la reparación a las víctimas del conflicto y la garantía de no repetición, a través de la investigación y sanción de los responsables de delitos graves. A pesar de los avances, siguen presentándose hechos violentos en la región, esto quiere decir que es ineludible darle continuidad en el Caribe a los avances de justicia y sistema integral de verdad, justicia, reparación y no repetición.
  5. Suscitar la reconciliación y la convivencia pacífica entre las comunidades afectadas por el conflicto, a través de iniciativas culturales y educativas que fomenten el respeto y la tolerancia hacia la diversidad étnica y cultural de la región.

Docente, investigador. Universidad Libre , Seccional Barranquilla. Facultad de Derecho y Ciencias sociales.