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Cinco siglos lleva el Estado colombiano planeando todo tipo de Proyectos para el Chocó y al final solo han quedado en Promesas; la hidroeléctrica de Talasa es la última promesa que se le hace a un pueblo necesitado de soluciones estructurales para su desarrollo. 

En menos de un año el Chocó ha hecho dos paros, uno por exigir mejor calidad de vida y otro porque se cumplan las exigencias del primero, no obstante, los incumplimientos del Gobierno colombiano siguen a la orden del día y en medio de ellos, Santos en rueda de prensa para el mundo tiró la bomba del año: La Construcción de la Central Hidroeléctrica de Talasa (Carmen de Atrato-Chocó) con una inversión que ronda los 1.5 billones de pesos y el cual dará 600 empleos en su construcción y 100 en operación.

No se conocen aún los pormenores de esta fantástica obra que en palabras del Nobel de Paz dará 4 veces la energía que consume el Chocó, lo que se anunció es que la Hidroeléctrica entraría a ser parte del sistema nacional de energía. El Estado no ha sido capaz de tirar unos alambres para iluminar los 11 municipios del Chocó que siguen alumbrándose con velas y que es una de las exigencias incumplidas al pueblo del Chocó desde 1967, no obstante, dicen que construirán una Hidroeléctrica para venderle luz al mundo. La pregunta obligada es: ¿Cuántas promesas de este estilo le ha hecho el Estado al Chocó? Aquí va un compendio digno de un volumen de los Hermanos Grimm:

La Colonia: El historiador Eduardo Lemaitre (1971), cuenta que la idea de unir al Pacífico con el Atlántico “nació casi desde el mismo día en que Balboa descubrió el mar del Sur. ¡Estaban tan cerca! Veinte leguas apenas separaban a los dos mares” lo cierto es que el rey Carlos I en 1534 ordenó el primer estudio sobre la factibilidad de la realización de un canal, y en 1586 el rey Felipe II, envió a dos ingenieros para que estudiaran la construcción del mismo en territorio comprendido entre la actual Panamá y el Darién chocoano. En 1616 el rey Felipe III ordenó al Gobernador de “Castilla del Oro (actual Panamá) y Veraguas (actual Darién chocoano y Urabá antioqueño), Don Diego Fernández de Velasco, hacer el estudio para la construcción de un Canal por la ruta del Darién y el Río Atrato. Ni el abuelo, ni el papá ni el nieto ni ninguno de sus sucesores lograron sus propósitos.

En la Independencia: Bolívar en 1822 le dio la orden al gobernador del Chocó que con dineros que la nación le giraría hiciera trazar a pico y pala un canal por el istmo que sigue los ríos Atrato y San Juan en lo que se conoce como el  Arrastradero de San Pablo o el Canal del Cura (Humboldt, 1822; 391), 195 años después los recursos no se han enviado y la orden no se ha cumplido.

Era Republicana: En el año de 1884, los legisladores estadounidenses aprobaron una ley que buscaba la interconexión terrestre de todas las capitales de los países que tienen territorio continental, esta línea iría desde Alaska hasta la Patagonia, para 1890 el gobierno colombiano, por medio de la Ley octava, aprobó la adhesión del país al proyecto del “ferrocarril interamericano”.

En 1982 Belisario Betancur, por primera vez incluyó al Chocó en los planes de desarrollo nacionales y plantea el Plan de Desarrollo para la Costa Pacífica y a renglón seguido proyecta el Canal Interoceánico Atrato-Truandó y la construcción del Puente Terrestre Interoceánico entre Bahía Candelaria en el Atlántico y Bahía Cúpica en el Pacífico). En 1984 Betancur mediante la Ley 53 del 28 de diciembre, ordena construir el Canal Interoceánico Atrato-Truandó. Virgilio Barco tenía otros planes y en 1986 propone  construir un Puente Terrestre Interoceánico (PTI), en sus palabras “uniremos los dos litorales entre los puntos Bahía Ceverá, en el Golfo de Urabá, en el Atlántico, y Punta Aguacate en el Pacífico”. En 1996, mediante Decreto 0927 del 24 de mayo, el presidente Ernesto Samper creó la Comisión Asesora Interinstitucional para el Estudio del Proyecto de Construcción del Canal Interoceánico y el Bioparque del Darién. Los resultados de las gestiones de la Comisión se desconocen, lo que no se desconoce es que esta fue una cortina de humo que utilizó para cambiar el interés de la opinión pública en medio del escándalo del proceso 8.000, como lo evidencia la Revista Semana en su artículo ¿Megaproyecto o Locura? Del 24 de junio de 1996.

La Autopista de las Américas: Este proyecto pretende unir a Sur América con Centro América, (documento CONPES 3544; 2008). El ministerio de Transporte y el Instituto Nacional de Concesiones (INCO), asignó una inversión estatal de $1.6 billones para el avance en el proyecto de la Transversal de las Américas, sin que hasta ahora se vean resultados.

La Carretera Panamericana: Para 1925 el nuevo proyecto se denominó Carretera Interamericana, y que en la actualidad cubre casi todos los 25.800 kilómetros entre Alaska y Patagonia; solo faltan los 108 kilómetros del tapón del Darién, 58 en Panamá y 50 en Colombia. En 1971, Colombia y Estados Unidos firman un acuerdo para la cooperación en la construcción de la Carretera Panamericana en el sector del Tapón del Darién. En 1994 el Instituto Nacional de Vías de Colombia (INVIAS), el proyecto denominado Carretera Panamericana – Tapón del Darién – Palo de Letras. En su época de presidente Álvaro Uribe manifestó en Panamá que para su gobierno era imperativo este proyecto.

 El Canal Seco Interoceánico (CSI): 4.500 millones de euros con los que se piensa construir un ferrocarril y un poliducto que permita la trasferencia de mercancías entre el Atlántico y el Pacífico.

Plan Puebla Panamá  (PPP) (Proyecto Mesoamérica): Este proyecto de interconexión terrestre y eléctrica de los países Centroamericanos y México, nace en el 15 de junio de 2001, en El Salvador. Dentro del Proyecto Mesoamérica se habla de grandes refinerías para el aceite de palma y la adecuación portuaria y de infraestructura vial para el comercio y transporte de los insumos y productos finales, esto es, un corredor seco interoceánico y la posibilidad de la conexión fluvial por los ríos Atrato y Truandó; la construcción de varios puertos secos y el establecimiento de zonas francas en la región del Darién. Solo en interconexión eléctrica se habla de una inversión de $221 millones de dólares. Este proyectos también se analizan dentro de la Iniciativa de Integración de la Infraestructura Regional Sudamericana (IIRSA).

Puente Terrestre Interoceánico (PTI), un cuento chino para presionar a estados unidos: Juan Manuel Santos, Expresó en Londres: “el gobierno chino ha propuesto construir una línea férrea que una al Atlántico y el Pacífico (220 kilómetros, atravesando así el Darién chocoano, dicho proyecto tendría el financiamiento del Banco de desarrollo de China y estaría operado por el Grupo Ferroviario de China, es una propuesta real… y está muy avanzada… Los chinos ya han hecho los estudios sobre los gastos de transporte por tonelada y el costo de la inversión”. El periódico británico Financial Times, al que le dio la chiva, también, expresaba “ese anuncio de Santos en estos momentos es una medida de presión para que el congreso de Estados Unidos ratifique el TLC (Tratado de Libre Comercio) entre los dos países”. En la misma línea se expresó un alto funcionario del gobierno Santos que pidió estar en el anonimato, en el periódico El Mundo de Medellín (Revive la idea de un “canal seco” en Colombia 10 de Marzo de 2011), “el tren es una idea “cruda” o, si se quiere, “un cuento chino”. El 10 de octubre de 2011 el Congreso de los Estados Unidos aprobó el TLC, dándole un final feliz al cuento chino de Santos.

Es bastante frustrante para el Chocó que los proyectos que realmente le ha exigido al Estado colombiano no se materialicen como son las vías: Medellín-Quibdó-Pereira, las cuales posibilitarían una mejor relación con el país, lo mismo que la Vía al Mar Ánimas-Nuquí que empezó su construcción en 1959 sin que se hasta la fecha se haya terminado. Lo mismo que el Puerto Multipropósito de Tribugá, el cual no ha pasado de estar fijado como una prioridad en el Plan Nacional de Desarrollo (2002-2006), obra calculada en 700 millones de dólares.

En definitiva Colombia tiene cinco (5) siglos planeando todo tipo de proyectos sobre el Chocó con una profusión asombrosa y con los resultado que todos sabemos; nunca aquí se ha realizado nada. Muchos estudiosos piensan que lo mejor que se ha hecho es que esos megaproyectos no se han realizado porque poco o nada se ha tenido en cuenta a los chocoanos como lo evidencia el que históricamente ignoren sus justas exigencias. Un Estado que no cumple con las exigencias de siempre, tendría dificultades de cumplir las promesas febriles de un gobierno que se marchita.

Escritor de los libros: La tierra Prometida y Él. Líder social, licenciado en Español y Literatura y docente universitario de la Universidad Tecnológica del Chocó, pedagogo en Primera Infancia y estudiante de doctorado en Estudios Sociales de la Universidad Externado de Colombia.