Alejandro Blanco
Alejandro Blanco

¡Oye, mi llave! El 29 de octubre toca echar el voto. Acá en quilla vamos a elegir a la gente que va a mover la cosa por aquí. El nuevo alcalde y esos 21 manes del Concejo Distrital y 75 más pa’ las Juntas de las cinco localidades van a ser escogidos. ¡Ay, papá!

Todos esos comienzan a mover la vaina desde el 1 de enero de 2024, y estarán por 4 años, como dice la Constitución del 91. Toda esta carreta es pa’ dar una miradita a como se mueve la política aquí en Barranquilla, más que nada pensando en estas elecciones del 2023… ¡Ojo pelao! También te voy a echar el cuento sobre las movidas de los Char en estos últimos 15 años que han estado mandando.

¡Oye, viejo man! ¿Cómo es que es la vaina?

El cuento es así (para bolas): no basta con solo hacer elecciones para decir que somos democráticos. Lo que importa de verdá es que haya un turnito en el poder, que todos tengan la oportunidad gracias al voto del pueblo. Porque es así, con ese turnito, que nos aseguramos de que no haya un solo grupo mandando todo el tiempo, ¿ya la pillaste?

Nojoda, hay una vaina rara cuando hablamos de las elecciones locales, pero la cosa cambia un poquito comparado con las nacionales. Porque por aquí en la localidad hay unas costumbres y maneras de hacer política que son propias, y, a veces, se ven cosas como el clientelismo y hasta la compra de votos, ¡eso sí es una vaina complicada, nojoda!, ¡eche, eso es lo que se dice en la calle!

Aquí en la Arenosa, aunque vamos y votamos y hacemos toda esa vaina en las urnas, hay un runrún que dice que las elecciones de octubre de 2023 ya están cantadas, gracias a ese cuento que ha ido construyendo el clan Char. Es como cuando juegas un partido, pero ya sientes que el árbitro tiene su equipo favorito. Tú sabes cómo es la cosa.

Los políticos, partidos y todo ese combo hacen sus estrategias, como cuando estás en una partida de dominó y sabes qué ficha vas a soltar. Estas estrategias, mi hermano, están basadas en conocer bien qué es lo que la gente quiere oír, a qué grupo van a hablarle y como mover a la gente para que vaya a votar.

Y claro, no todo es igual: dependiendo de cómo estén las cosas en el barrio, en la ciudad o en el país, y de como sea el sistema de votación, esas estrategias van a cambiar.

¡Oye, maestro! Esa es la jugada que muchos sienten por estos lares de la Arenosa. Alex Char y su combo han sabido jugar el partido de las redes sociales bien. Por un lado, andan en plataformas donde no los van a poner contra las cuerdas y solo hablan con sus amigos, ¿me entiendes?

En lugar de enfrentarse cara a cara en debates y esas cosas, prefieren postear y tuitear, porque ahí tienen más control. No van a los debates, porque ajá, les sacan los trapos sucios y ellos no van a dar esa papaya.

¿Y cómo es que esos manes ganan las elecciones?

El asunto es que, al no meterse en debates calientes o al no dar tantas declaraciones, evitan los problemas. O sea, no se dan puñal. No les lanzan esas preguntas que los pueden poner en aprietos. Pero, eso sí, aunque estén calladitos, la gente sigue hablando de ellos. Es como cuando estás en el barrio y alguien guarda silencio sobre algo, pero todos saben que algo pasa.

Lo que sí es jodido es que esos manes han creado ese sentimiento de que ya todo está decidido. Y ese cuento es peligroso, porque la gente empieza a pensar “¿pa’ qué voy a votar si ya todo está cocinado?”. Es como ir a un partido de fútbol ya sabiendo quién va a ganar. Esa mentalidad hace que muchos ni se molesten en participar.

Y en una ciudad donde hay tanto fatalismo, ese tipo de estrategias pesa y mucho. Lo peor de todo es que, si la gente no se pone mosca y no se anima a votar y a participar, estamos en un ciclo que no se rompe y las elecciones parecen como el carnaval, ¿me entiendes? Es un asunto bien complejo, ¡qué vaina tan jodida!

Para bolas, te lo digo así: si la gente de Barranquilla, o de cualquier lugar, ve que un candidato parece tener todo asegurado, muchos van a pensar: “ese man tiene algo que lo hace ganador, quizás pueda asegurar la estabilidad y el bienestar que necesitamos”. Y ahí, aunque no estén 100% de acuerdo con lo que propone o con su forma de pensar, deciden darle el voto. Troncos de vivos esos Char, así cualquiera gana las elecciones.

Te voy a tirar 3 datos

1. La red todoterreno de los Char:

¿Has visto cómo el que tiene tienda más grande se las ingenia para que todo le fluya? Pues algo así es lo de los Char. Estos manes no solo se metieron en la política, también andan en el negocio de los bancos y hasta en el fútbol.

Y, oye, en un sitio donde el balón mueve pasiones, eso les ha ayudado un montón a estar en boca de todos, lo que les conviene. Además, los negocios que tienen les dan la platica y los contactos pa’ seguir mandando.

2. El problemón de votar en Barranquilla:

Mucha gente piensa que ya todo está decidido por estos lados, que, si los Char dicen A, pues es A. Eso es un problema, parce, porque si todos creen que no tiene sentido votar porque ya todo está cocinado, pues ni se van a molestar.

Eso le está haciendo daño a la democracia de nuestra tierra. Necesitamos que más voces se levanten y que la gente sienta que sí puede hacer la diferencia.

3. Los “amiguis” de los Char en todos lados:

Sabes como es, si tienes tus panas en todos lados, siempre vas a tener cómo moverte. Los Char no solo tienen a su combo en el poder, sino que también se han asegurado de tener aliados en todos los rincones: en las empresas, en el deporte y, claro, en la política.

Así, aunque no sean ellos directamente los que estén en el mando, sus ideas y lo que quieren siempre tiene voz. Es como tener un equipo en el que, aunque no juegues, siempre estás ganando.

¿Ñerda y entonces qué podemos concluir?

Bueno, pues mira, aquí en la Arenosa hemos visto cómo los Char han armado un combo bien poderoso, metiéndose en todos los rincones desde el negocio, pasando por el fútbol y hasta la política. Esta jugada les ha permitido tener un control bien mamonuo, pero también hay dudas sobre como se vive la democracia por estos lares.

Si bien es chévere tener liderazgo, también es importante que la gente sienta que su voz cuenta y que no todo decidido. La movida es buscar un equilibrio, pa’ que Barranquilla siga siendo ese lugar bacano que todos amamos, pero donde también todos se sientan parte del juego. ¡Esa es la cuestión, mi llave!

Docente, investigador. Universidad Libre , Seccional Barranquilla. Facultad de Derecho y Ciencias sociales.