Claudia López (Alianza Verde), Luis Ernesto Gómez (Activista), Jorge Rojas (Unión Patriótica y Bogotá Viva) y Celio Nieves (Polo Democrático).

Además de qué hacer con el metro, estas son otras diferencias entre los cuatro candidatos de la centroizquierda a la Alcaldía, en su relación con Bogotá y con la izquierda, sobre Transmilenio y la Van der Hammen.

Todavía no es claro cuál será el mecanismo que defina al candidato único de la centroizquierda a la Alcaldía de Bogotá, algo que deberá definirse antes del 27 de julio, cuando termina el plazo de las inscripciones.

Puede ser mediante una encuesta o por consenso. Mientras tanto, siguen las discusiones entre Claudia López (Alianza Verde), Luis Ernesto Gómez (Activista), Jorge Rojas (Unión Patriótica) y Celio Nieves (Polo Democrático), que más allá de haberse juntado porque proponen un cambio frente al actual Alcalde, Enrique Peñalosa, tienen diferencias tanto en sus trayectorias políticas, como en su relación con la izquierda y en propuestas específicas como qué hacer con el metro, que pueden contar a la hora de una encuesta o de definir al candidato único.

Ya de ahí salió el concejal petrista Hollman Morris (avalado por Maís), que considera que no hay forma de llegar a un acuerdo sobre el metro que no sea sobre la base de construir el subterráneo, mientras que el resto se mantiene en la alianza porque tienen voluntad de llegar a un acuerdo. (Además, como dijo Claudia López la semana pasada, Morris tampoco hará parte de la alianza por el cuestionamiento que tiene al haber sido denunciado por violencia intrafamiliar).

La Silla Cachaca presenta seis puntos en los que se diferencian los cuatro precandidatos, tal y como lo hicimos entre Claudia López y Antonio Navarro antes de que una encuesta definiera quién de ellos sería el candidato verde.

La semana entrante haremos un comparativo entre los candidatos de la centroderecha, Miguel Uribe y Ángela Garzón.

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Su trayectoria política en Bogotá
Celio Nieves
De sindicalista a concejal
Dentro de la coalición, es el que tiene una trayectoria política más larga en Bogotá, donde vive desde hace 43 años. Es de Moniquirá (Boyacá). Entre 1980 y 2006 fue maestro del Distrito y como sindicalista fue dos veces Presidente de la Asociación Distrital de Educadores (ADE). Posteriormente se vinculó a la Federación Colombiana de Educadores (Fecode) como Fiscal y Vicepresidente.
En el 2006, avalado por el Polo, se lanzó a la Cámara por Bogotá y se quemó con 18.183 votos. Quedó como concejal del Polo en 2007, con 20.250 votos, para los cuatro años en los que fue alcalde el condenado Samuel Moreno, de cuya coalición hizo parte Nieves. En 2011 fue reelegido con 13.550 votos y en 2015, con 19.700. Las tres veces ha sido el más votado del partido en la ciudad.
Claudia López
La ciudad ha sido su fortín, aunque no su foco
López nació y creció en Bogotá, y la ciudad ha sido su principal fortín electoral: en 2014, como candidata al Senado de los verdes, sacó en la ciudad 41.000 de sus 81.000 votos; y la consulta anticorrupción, de la que fue cabeza, pasó el umbral en Bogotá, algo que no logró a nivel nacional.
Además, en la administración pública hizo sus primeros pinitos como Directora de Acción Comunal de Enrique Peñalosa en 1998, después de lo cual fue alcaldesa local de Santa Fe. Sin embargo, Bogotá no ha sido hasta ahora el foco de su agenda política ni su principal bandera, porque siempre ha tratado temas nacionales.
Ahora bien: esa ha sido una característica muy común de los alcaldes, como Antanas Mockus, Lucho Garzón, Samuel Moreno y Gustavo Petro, que incluso se hicieron elegir con la idea de aspirar a la Presidencia, algo que también es probable con López. Ella, de hecho, estuvo indecisa en si lanzarse a la Alcaldía o aspirar a la Presidencia en 2022.
Jorge Rojas
Bogotá es su plaza desde la Alcaldía de Petro
Este periodista comenzó su carrera política en Bogotá como parte del gabinete de Gustavo Petro (2012-2015), de quien fue Secretario Privado y de Integración Social. En este último cargo administró un presupuesto de 2,5 billones de pesos anuales. También dirigió el consejo de Seguridad de Bogotá.
Durante la Alcaldía de Petro renunció dos veces para hacer política: en 2014 para apoyar la campaña en Bogotá para la reelección de Santos y en 2015 para apoyar la campaña a la Alcaldía de Clara López, que era la candidata que Petro apoyaba.
Es pereirano y antes de meterse en la política cachaca trabajó como defensor de derechos humanos por 25 años. Como parte de esa labor fue cofundador de la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento (CODHES).
Luis Ernesto Gómez
Bogotá es su primer aterrizaje político
Es el de menos trayectoria política en la coalición, pues con su precandidatura es su primer lanzamiento a un cargo de elección popular. En todo caso, su trayectoria profesional tampoco ha estado ligada a la Bogotá. Nació en Medellín y ha vivido casi toda su vida en la capital, donde ha ocupado sobre todo cargos de orden nacional. En 2011 el entonces Ministro de trabajo Rafael Pardo lo nombró jefe de su oficina de planeación; creó y dirigió el Servicio público de empleo, fue Viceministro de Trabajo (2015-2016) y del Interior (2017-2018).
El año pasado renunció a este último cargo y al Partido Liberal por sus desacuerdos con César Gaviria. A comienzos de este año fundó el movimiento Activista, que es su plataforma para recoger firmas para lanzarse a la Alcaldía.
 
 
 
 
Su relación con la izquierda
Celio Nieves
Un zurdo de siempre
Toda su vida política ha militado en la izquierda. Fue líder universitario a finales de los 70, cofundó los movimientos políticos “Educación, Trabajo y Cambio Social” y el Partido Socialdemócrata Colombiano (Psoc). Milita en el Polo desde su fundación, donde ha sido directivo.
Aunque en 2009 apoyó a Gustavo Petro en la consulta interna del Polo para elegir candidato presidencial y era muy cercano a él, no se salió del partido cuando Petro decidió irse a fundar el movimiento Progresistas. El año pasado, sin embargo, lo respaldó en segunda vuelta, cuando el partido dejó en libertad a sus militantes después de habérsela jugado en primera vuelta por Sergio Fajardo.
Claudia López
Ha sido aliada, pero no militante
Nunca ha militado en la izquierda y, de hecho, en 2013, ad portas de lanzarse al Senado por los verdes, en Twitter se declaró de centroderecha. De la izquierda ha sido, en todo caso, una aliada en procesos específicos, pero ha mantenido una agenda propia que no siempre se alinea con ese espectro ideológico.
Dentro de la coalición y de cara a un posible gobierno suyo eso es clave porque no acoge toda la visión de ciudad que plantean el Polo y la Colombia Humana de Petro, y por eso están en conversaciones para llegar a un acuerdo.
De hecho, haber aceptado la adhesión del exalcalde Lucho Garzón muestra que tiene una visión más ligada al centro, teniendo en cuenta que él, a pesar de haber sido alcalde por el Polo (2004-2007), luego fue militante de los verdes y posteriormente se vinculó al establecimiento como Ministro de Trabajo de Juan Manuel Santos.
López arrancó su carrera política en 2014 como candidata al Senado de la Alianza Verde, un partido de centro con algunas tendencias de izquierda que se acentuaron cuando se fusionó con Progresistas, de Petro.
En el Congreso fue aliada de la izquierda como parte de la oposición que le hizo al gobierno Santos (excepto en temas de paz), y en 2018, cuando fue fórmula vicepresidencial de Sergio Fajardo, hizo parte de la Coalición Colombia, que incluyó al Polo Democrático. Para segunda vuelta votó por Gustavo Petro.
Sin embargo, hace cuatro años respaldó al liberal Rafael Pardo a la Alcaldía y no a la candidata del Polo y el petrismo, Clara López. Además, trabajó en la primera alcaldía de Enrique Peñalosa como Directora de Acción Comunal.
Jorge Rojas
De las ONG a la militancia de izquierda
Su militancia ha sido siempre en la izquierda. Como defensor de derechos humanos y director de Codhes dejó vínculos que aún mantiene con movimientos y organizaciones sociales vinculadas a la izquierda.
Perteneció al Polo y se salió en 2010, cuando Petro se fue por la pasividad del partido frente a el escándalo del carrusel de la contratación de Samuel Moreno. Participó en la creación del movimiento Progresistas, con el que Petro ganó la Alcaldía.
Desde entonces ha seguido al lado de Petro, en cuya campaña presidencial coordinó las relaciones políticas y las avanzadas en las regiones. Para lanzarse a la Alcaldía comenzó a recoger firmas con las banderas de la Colombia Humana, y posteriormente recibió el respaldo de la Unión Patriótica y de la plataforma Soy Bogotá, creada por el partido Farc para hacer campaña en Bogotá.
Luis Ernesto Gómez
El liberal disidente
Viene del Partido Liberal y no ha militado en la izquierda ni votado por sus candidatos para la Alcaldía. De hecho, sus cargos en el gobierno nacional los ocupó a nombre del Partido Liberal.
Ha dicho que su candidatura y su movimiento activista son de centro. Se diferencia de los candidatos de izquierda de la coalición (Celio Nieves y Jorge Rojas) en el manejo de la economía y respecto al papel de los empresarios, a quienes él considera que hay que darles mucha cabida.
 
 
 
 
Lo que haría con el metro
Celio Nieves
Tumbarlo con una demanda
Retomaría el trazado, los estudios y diseños del metro subterráneo que dejó planteado Gustavo Petro al terminar su alcaldía en 2015, y abriría la licitación para esa línea.
Se la jugaría por ese metro porque considera que hay tanta incertidumbre sobre la contratación del metro elevado que estructuró Peñalosa, que cree que la justicia lo va a frenar este año a partir de una demanda que él y sus compañeros del Polo en el Concejo pusieron contra ese proyecto.
Esa demanda la admitió en marzo el Consejo de Estado, y esta semana Nieves y sus colegas pidieron que los magistrados dicten medidas cautelares para suspender el proyecto mientras deciden de fondo.
Claudia López
Hacer el que contrate Peñalosa y extenderlo a Suba y Engativá
López dice que si Peñalosa deja contratado el metro elevado (desde Bosa hasta la Caracas con 72) lo terminaría para no perder más tiempo y evitar demandas, así a ella no le guste porque considera que el mejor es el subterráneo que dejó estructurado Petro.
“Llevamos 50 años discutiendo cuál es el mejor metro, si se adjudica ese contrato yo no lo voy a echar para atrás”, insistió el pasado jueves.
Pero previendo que el impacto urbano del elevado será muy fuerte, propone mitigarlo con un plan ambicioso de renovación urbana.
Propone extender esa línea por la Calle 80 y llevarla hasta Suba y Engativá, en el occidente, tal y como está propuesto en el proyecto de Plan de Ordenamiento Territorial de Enrique Peñalosa.
Jorge Rojas
Pararlo así esté contratado
Si Peñalosa deja contratado el metro elevado, Rojas dice que haría todo lo posible por tumbar ese proyecto y rescatar el subterráneo que dejó estructurado Petro. Para eso, convocaría una mesa de expertos técnicos y jurídicos que demuestren las irregularidades que él considera existen en el actual proyecto y por las cuales no debería hacerse.
Y si el elevado no queda contratado, comenzaría el proceso para licitar el subterráneo.
Luis Ernesto Gómez
Renegociar el contrato
Si Peñalosa deja contratado el metro elevado, Gómez no terminaría el contrato de manera unilateral porque considera que eso es muy riesgoso por las posibles demandas que pueda haber contra el Distrito. Su apuesta es renegociar el contrato con el concesionario para que el metro sea todo subterráneo.
Él parte de dos premisas: la primera es que esa renegociación es viable en tanto el Distrito y la Nación aprobaron la plata para financiar el proyecto elevado con base en los estudios del metro subterráneo (algo que la Alcaldía Peñalosa niega y ha sido un punto constante de discusión con la oposición).
La segunda es que considera que el concesionario tendría un incentivo para acceder al cambio porque con el subterráneo más pasajeros pagarían pasaje. Esta idea parte de que los estudios del subterráneo dicen que tiene una demanda inicial de 46 mil pasajeros/hora/sentido, mientras los del elevado plantean una demanda inicial de 26 mil.
En caso de que Peñalosa no deje contratado el metro elevado no tendría que renegociar y entonces retomaría los estudios del subterráneo para abrir la licitación.
En ambos casos, propone hacer estudios para extender el metro hasta Suba.
 
 
 
 
Lo que haría con Transmilenio
Celio Nieves
Solo construiría una troncal
Propone construir la troncal de la Boyacá o de la de la 68, una de las dos, aunque no precisó cuál.
No haría Transmilenio por la Séptima porque no lo considera una prioridad y cree que sólo le sirve al metro elevado que estructuró Peñalosa.
Según él, “la construcción de las 12 troncales de Transmilenio que tiene proyectadas el proyecto de POT de Peñalosa niega el sistema férreo y lo pone a competir con buses”.
Sí le apostaría a otros medios alternativos, como la expansión de ciclorrutas y los cables de Usaquén y San Cristóbal. Y carriles únicos para buses eléctricos.
Claudia López
Conectarlo con el metro por la Cali
Pretende completar la Avenida Ciudad de Cali, en el occidente, con un Transmilenio desde Soacha hasta la conexión con el metro, una obra que también propone Peñalosa. También ampliaría la troncal de la la Caracas en el sur, de Molinos a Yomasa.
No haría Transmilenio por la Séptima porque prefiere que los 2 billones que cuesta esa obra se vayan a financiar la extensión del metro a Engativá y Suba. Tampoco haría las troncales de la 68 y la Boyacá (ambas en el occidente de la ciudad y que dentro del proyecto de metro elevado de Peñalosa están previstas como alimentadoras) porque considera que no son prioridades y que lo que cuesten puede irse para financiar más metro.
Su apuesta es por complementar Transmilenio con otros medios de transporte, como los trenes de cercanías de Occidente (cuya licitación está abierta) y Norte (que estructurará el próximo Gobernador de Cundinamarca), así como dos líneas de cable: una en San Cristóbal y otra en Usaquén.
Jorge Rojas
No haría más troncales
Además de estar en desacuerdo con la construcción de la Troncal de la Séptima, el proyecto de Transmilenio en el que Peñalosa más avanzó pero cuya licitación está parada por orden de los jueces y de la Procuraduría, Rojas dice que no haría ninguna otra troncal de Transmilenio.
Considera que es un sistema “segregador y no armónico con la naturaleza”.
Luis Ernesto Gómez
No haría más troncales
Para Gómez “hay un círculo vicioso de que mientras se construye el metro se construyen más troncales de Transmilenio”, algo que considera inconveniente y por lo cual no construiría ni troncal más.
Considera que Transmilenio es un sistema que ya no es sostenible, por lo que propone un sistema multimodal que, aparte del metro, integre más ciclorrutas y la construcción de metrocables y trenes de cercanías.
 
 
 
 
Su estrategia para la Van Der Hammen
Celio Nieves
Reforestarla con la plata del Sendero de las Mariposas
Quiere restaurar y reforestar la reserva. Esto planea hacerlo mediante la compra de suelo rural, que pretende empezar con los 200 mil millones de pesos que Peñalosa pretende invertir en el sendero de las mariposas en los Cerros de Bogotá.
Lo que quiere es que se garantice la conectividad de aguas subterráneas que propicia la reserva, y que se convierta en el bosque más grande de América Latina con más de 400 mil árboles en 30 o 40 años.
En principio la reforestación se haría en las zonas no urbanizadas, y más adelante se harían exigencias sobre secciones arbóreas a los privados, y aplicaría políticas de compra de suelos o expropiación por vía administrativa si es es necesario.
Claudia López
No la intenvendría ni se metería con los privados
No intervendrá la reserva con vías ni la urbanizará como quiere Peñalosa en su propuesta, que está en estudio del consejo directivo de la CAR. Su asesor programático Felipe Jiménez le dijo a La Silla Cachaca que tampoco pretenden tocar las zonas que ya son de privados y que están urbanizadas. El manejo que le dé, agregó, dependerá de los estudios técnicos que se adelanten sobre lo que sea más conveniente hacer allí.
López aclaró recientemente que aunque propone hacer la Avenida Longitudinal de Occidente (ALO) de sur a norte, en el tramo norte sólo hará una parte y no toda la que se ha contemplado históricamente, con la idea de no afectar ni la Reserva ni el Humedal La Conejera.
La Van der Hammen para López hace parte de la propuesta de proteger un “Cordón Verde” en Bogotá, que integra los cerros orientales, el Parque Entre Nubes (en Usme), la conservación del Río Tunjuelo y del Río Bogotá.
Jorge Rojas
Cambiaría el uso del suelo
Para Rojas la reserva debe ser restaurada y debe conservarse, por lo que no ejecutaría el plan de intervención que propone Peñalosa y que hoy estudia el consejo directivo de la CAR. Reversaría el cambio que hizo Peñalosa al dejar urbano el uso del suelo en la reserva, con la idea de bloquear cualquier tipo de urbanización.
Revisaría, además, el proyecto para construir la ALO norte, ya que considera que esa obra sería “el primer paso para urbanizar la Van der Hammen”.
Luis Ernesto Gómez
Cumplir con el Plan de Manejo
Su intención es cumplir con el plan de manejo que ya existe para la reserva, con la idea de reforestarla.
Para Gómez, esto no implicaría grandes recursos del Distrito, sino más bien voluntad política. “Es de hablar con los propietarios y coordinar” para que no se rompa la estructura ecológica de la ciudad, le dijo a La Silla Cachaca.
 
 
 
 
Lo que mantendría de Peñalosa
Celio Nieves
La política de parques (sin canchas sintéticas)
Aunque como concejal del Polo está en la oposición, Nieves mantendría la apuesta por mejorar los parques, que ha caracterizado a Peñalosa desde su primera gobierno (1998-2000), pero sin meterles canchas sintéticas. También continuaría con la ampliación de la red de ciclorrutas y la promoción de la bicicleta como medio alternativo de transporte.
Claudia López
La política de mujer
La frase que le sirve de caballito de batalla a Claudia López es: “tengo el carácter para corregir lo que va mal, la humildad para continuar lo que va bien y el liderazgo para hacer lo que hace falta”.
Aunque en general considera mala la administración de Peñalosa, para ella es importante mantener políticas como el sistema distrital de protección a las mujeres (conocido como Sofía), la Línea Púrpura (en la que psicólogas, enfermeras y trabajadoras sociales orientan a mujeres en asuntos de salud física y psicológica), los planes de seguridad local para mujeres, la reducción de los embarazos adolescentes, el potenciamiento de la Secretaría de la Mujer y de la jornada única en los colegios públicos.
También ha elogiado la política de atención a migrantes venezolanos, que seguramente le tocará seguir aplicando al próximo alcalde.
Jorge Rojas
La promoción de la bicicleta
Rojas piensa darle continuidad a la promoción de la bicicleta y la mejora y ampliación de ciclorrutas. También potenciaría el programa Crear, de Idartes, para seguir llevando espacios culturales a los barrios.
Luis Ernesto Gómez
La atención a los venezolanos
Gómez cree que Peñalosa ha hecho una buena gestión frente a la atención de la creciente población venezolana en Bogotá, por lo que la mantendría, reforzando su inclusión en los sistemas de salud y ofreciéndoles oportunidades laborales.