Qué tanto se parecen a Claudia los candidatos a la Alcaldía de Bogotá

En la carrera por Bogotá Claudia López no tiene quien la defienda. Varios candidatos a la Alcaldía han hecho campaña cuestionando la gestión de la alcaldesa. Para saber qué tantos cambios traerían o qué tan continuistas son, La Silla revisó programas de gobierno de siete candidatos en cuatro temas claves: seguridad, movilidad, medio ambiente y ordenamiento de la ciudad y reducción de la pobreza. Y comparó las propuestas con lo que ha hecho (no lo que prometió) el gobierno de López.

Para definir lo que fue la gestión de López, La Silla conversó con expertos. Entre otros con Darío Hidalgo, experto en Movilidad, y María Mercedes Maldonado, quien ha sido asesora de esta Alcaldía en Ambiente y Ordenamiento Territorial. También con Roberto Angulo, quien fue asesor de López en temas de reducción de la pobreza, y con Alberto Sánchez, exasesor en Seguridad del Distrito.

Los más cercanos a López son Juan Daniel Oviedo y Carlos Fernando Galán. Luego vienen Gustavo Bolívar y Jorge Robledo, con quienes tiene coincidencias en programas sociales para la reducción de la pobreza y el cuidado del ambiente, pero con quienes tiene diferencias en la movilidad.

Diego Molano, el general (r) Jorge Luis Vargas y López comparten ideas para combatir la inseguridad, pero se alejan en la protección del ambiente.

Rodrigo Lara es el que más lejos está de la mandataria actual.

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Seguridad

Es el lado más flaco de esta Alcaldía. Primero, ante casos de abuso policial, como el 9S, López se enfrentó públicamente a la Policía. Además, ha peleado con la justicia, a la que llamó la rama de la “impunidad” por dejar libres a ladrones capturados en flagrancia. Pero, en medio de la crisis de inseguridad, le apostó a medidas de mano dura y acción policial. Dio becas para quienes quieran ser policías, y pidió al gobierno nacional más uniformados. Logró 1.500 nuevos agentes de 2 mil que se propuso en su plan de desarrollo. También le pidió al gobierno plata para hacer una segunda cárcel distrital para solucionar el hacinamiento y para que pueda haber más gente detenida. Mientras tanto ella construyó un centro de detención transitorio. 

También presentó un proyecto al Congreso, según ha dicho ella en redes y ruedas de prensa, para endurecer las penas, para que no sea tan fácil que los ladrones capturados queden libres, y para que entren a un proceso de resocialización. Ha criticado el proyecto del gobierno de Gustavo Petro para “humanizar” las cárceles, porque permitía reajustar algunas penas que dejarían libres a algunos presos. Además, se ha opuesto a la política de sometimiento de criminales de la paz total del presidente. López ha mostrado su visión de seguridad con propuestas como hacer una policía propia para Bogotá y un escuadrón para perseguir a los migrantes criminales. Ninguna se ha materializado.

Su enfoque es combatir a los líderes de bandas delincuenciales y no a los eslabones más bajos de la cadena del crimen, como los ladrones que se han capturado en el gobierno de López. Se volcará en retomar el trabajo de inteligencia, y promete cámaras de reconocimiento facial en lugares estratégicos. Priorizará herramientas de analítica de datos para la investigación criminal. Y asegura que va a crear una seccional de la Unidad de Información y Análisis Financiero (Uiaf) para Bogotá, que trabaje con las entidades del Distrito en perseguir la capacidad económica del crimen organizado. Coincide con López en que buscará traer más pie de fuerza con policías retirados y en que buscará fortalecer los frentes de seguridad de grupos de ciudadanos.

Su enfoque es de una seguridad a largo plazo y volcado a lo social. Propone combatir la inseguridad a través de programas sociales y más oportunidades para niños y jóvenes. Retomará el programa Jóvenes en paz, que les da subsidios a personas entre 18 y 28 años que estén en riesgo de caer en la delincuencia a cambio de estar en programas de trabajo y formación del Distrito. Está de acuerdo con “humanizar” las cárceles y la política de paz total del presidente para someter a delincuentes. Se enfocará en fortalecer la inteligencia artificial y BigData para identificar patrones y tendencias criminales. También promete dotar a la Policía de dos aviones no tripulados para patrullar áreas remotas o peligrosa. Coincide con López en la necesidad de buscar más pie de fuerza con uniformados retirados, y construir 60 nuevos CAI.

Hará mecanismos de reconciliación entre jóvenes y la Policía para reconstruir la confianza perdida en las manifestaciones. Además, construirá una mesa permanente de trabajo con la Dijin y la Dipol para enfocarse en combatir el hurto a personas, el delito más frecuente en la ciudad. Como López, propone incrementar la infraestructura carcelaria, pero a través de asociaciones público privadas. También, como ella, fortalecerá la Escuela de policía de Bogotá, para tener un mayor número de uniformados. Pero para atender “eventos masivos” buscará “promover la integración publico privada en seguridad de eventos y escenarios públicos”. Hará un énfasis en fortalecer la seguridad en Transmilenio.

Dice que le dará “total respaldo” a la Policía. Y pedirá más pie de fuerza al gobierno nacional. Como otros candidatos también convocaría a oficiales retirados, solo que hará el llamado a los 92 mil exuniformados. Promete un sistema integrado de globos aerostáticos y drones para monitorear puntos críticos, lo que implicaría una inversión mucho mayor a la actual. Además crearía una secretaría TIC para con esos datos combatir el crimen. También que hará un plan de policías encubiertos en estaciones de Transmilenio. Además, buscará la integración de cámaras de seguridad privadas a la red de cámaras públicas y también las de los municipios de la Región Metropolitana. Propone una campaña específica de cultura ciudadana (que no fue el fuerte de López), para “desnormalizar el homicidio”, que ha subido durante la alcaldía de López.

Como ella, sugiere combatir específicamente el crimen de migrantes, hacer una nueva cárcel, aunque operada por empresas privadas y obligando a los presos a trabajar. Como López, buscará endurecer las penas para los delincuentes, y también programas de resocialización. Tampoco está de acuerdo con la política de paz total de Petro, ni con la reforma para “humanizar” las cárceles. Molano buscará mecanismos para aumentar el pie de fuerza con policías retirados, e integrará a empresas de seguridad privada para hacer frentes colaborativos. Como López, también buscaría fortalecer escuela de policías de Bogotá. Pero además promete bonificaciones e incentivos para policías reubicados en la capital de manera permanente.

El exsenador considera que “la pobreza y la falta de oportunidades son un caldo de cultivo para la delincuencia”. Por eso, cree que la forma de combatirla es mejorando las condiciones socioeconómicas de los ciudadanos, especialmente de los sectores más vulnerables. Revisará la evaluación a los policías para no exigirles metas que los lleven a abusar de la fuerza y dice que implementará una estrategia para mejorar la confianza entre la ciudadanía y la Policía. En todo caso, sí buscará tener más pie de fuerza del gobierno nacional.

Comparte con López la idea de incrementar el pie de fuerza, él promete 8 mil uniformados para solucionar la inseguridad. También resolvería el hacinamiento en las cárceles con ayuda del gobierno nacional y retomará la idea de combatir la inseguridad desde la región metropolitana. Además, promete combatir la inseguridad en el transporte con tecnología, y programas para que los ciudadanos se puedan apropiar del espacio público en horarios nocturnos a través de ferias locales y festivales locales. No está de acuerdo con la política de paz de Petro ni con su estrategia de humanización de las cárceles. Buscará además mejorar la seguridad con inversión en infraestructura del espacio público.

Movilidad

La alcaldesa le dio continuidad a varios proyectos de su antecesor, Enrique Peñalosa, pese a que los criticó en el pasado. Siguieron adelante la troncal de la avenida 68 y la Cali. En la carrera Séptima propuso una versión actualizada del proyecto de Peñalosa, que recogía algunas inconformidades de la ciudadanía con el proyecto: les quita espacio a los carros particulares y les da más a bicicletas, peatones y a buses eléctricos. La alcaldesa continuó el metro elevado y estructuró la licitación de la segunda línea, un subterráneo de Engativá a Suba. Estructuró el Regiotram del Norte, que espera el visto bueno del gobierno, y dejó listo el inicio de las obras del Regiotram de Occidente para fin de año. López instaló el sistema privado de bicicletas públicas y adjudicó el cable aéreo de San Cristóbal. Además, creó La Rolita, el sistema público de transporte. Descuidó la seguridad vial.

Está haciendo una campaña con el discurso de “reconocer lo bueno que han hecho otros alcaldes”. Apoya la agenda de movilidad sostenible, la primera y segunda línea del metro, los regiotram de occidente y norte, y terminar las troncales en construcción. También quiere avanzar en andenes para mejorar el espacio público, cables y ciclorrutas. Quiere volver a la política de seguridad vial Visión Cero, que busca cero muertes por incidentes en las calles, y darle legitimidad perdida al Sitp-TransMilenio. En el proyecto más importante que los aleja es la Séptima. Si ella la contrata, dejaría tal cual está. Pero si no, modificaría el proyecto en el tramo de Chapinero para que los carros particulares puedan ir del norte al sur. Le pidió a López no contratarla.

Coincide con Claudia en el apoyo a la movilidad sostenible: metro, trenes, cables, bicicletas y a pie. Sin embargo, rompe con Claudia porque espera cambiar un tramo de la primera línea del metro, la obra más importante de la ciudad que ella ha defendido, para que sea subterránea al menos en la avenida Caracas. También cambiaría el proyecto de la Séptima por un tranvía o monorriel. Y propone hacer un tranvía o monorriel en la avenida Boyacá, y un sistema público de bicicletas operado por el Distrito (el de López es operado por privados). También buscará acuerdos con empresas e instituciones educativas para flexibilizar los horarios de entrada y salida para descongestionar las horas pico.

Apoya todas las grandes obras de la alcaldesa. Terminaría de construir la primera línea del metro como está y contrataría la segunda. También continuaría con las troncales en curso de Transmilenio y si ella deja contratado la obra de la Séptima, solo buscaría hacer un ajuste para que en horas pico los carros particulares puedan ir del norte al centro, pero no firmaría una petición para pedirle que la frene. Seguirá con los regiotrams, las ciclorrutas y la recuperación de espacio público. Lo diferencia su énfasis en buscar reducir muertes y heridos en el tráfico, algo en lo cual el gobierno de López ha retrocedido. Tiene un fuerte lenguaje de inclusión con enfoque transversal de género. Como Bolívar, promovería el teletrabajo y la flexibilización de horarios de estudio y trabajo para evitar la congestión.

Tiene uno de los programas más ambiciosos de movilidad. Detendría el corredor de la Séptima, y modificaría la primera línea del metro, que López ha defendido para que se haga como está, para que tenga más estaciones y quitaría Transmilenio en ese corredor para que la vía no sea un “alimentador” de ese sistema. Seguiría con la segunda línea, y buscaría dejar contratada una tercera línea que lleve el metro a Soacha. Propone construir varias vías para los carros particulares. Unas de accesos a la ciudad, como el túnel de la Calera, y otras urbanas como la Calle 63 desde la Séptima al aeropuerto. Muchas no están en Plan de Ordenamiento Territorial (POT) que decretó López. Rompe además la tradición de la ciudad de priorizar el transporte sostenible, a pie, en bicicleta y transporte público. En cambio, dice que hay que hacer un tránsito que sea amable con los carros particulares. Incluso dice que algunas intervenciones son “chambonas” al reasignar espacio de carros particulares a bicicletas, como el que hizo López en la Séptima. También propone un segundo aeropuerto.

Retoma la idea de López de transporte público multimodal, sostenible, eléctrico, seguro y asequible. Le dará continuidad a la primera línea metro, al cable de San Cristóbal y terminaría todas las obras contratadas. Pero a largo plazo buscará salir de algunas troncales de Transmilenio. Y no haría el corredor de la Séptima por la reducción de espacio para los carros particulares. Quiere premiar la honestidad de los usuarios de Transmilenio y también reduciría los costos de la tarifa los fines de semana, aunque el sistema está en déficit fiscal. Espera hacer un gran énfasis en movilidad eléctrica, y apoya la continuidad de la red de ciclorutas y el bicitaxismo. Además, pondría gerentes en las vías principales y equipos de drones, grúas y agentes de tránsito para mejorar la movilidad.

Su mayor diferencia con López es que estuvo en contra de darle continuidad a Transmilenio y que recomienda reducir la tarifa de transporte público a cero. Se opone al Corredor Verde en la Séptima al que describe como “un Transmilenio con arbolitos”, y, en vez de Transmilenio, quiere consolidar el Plan Maestro de Transporte basado en metro. Continuaría los cables aéreos, y buscaría mejorar la red de andenes y cicloruta. Quiere implementar “rutas circulares de cuidado”, que beneficien en el transporte público a quienes cuidan de otros. Coincide con López en que buscará renegociar los contratos con los operadores del Sitp-Transmilenio para bajar los costos y fortalecer la operadora pública de transporte, La Rolita. También quiere acelerar la ejecución de obras, y regularizar los bicitaxis. 

Solicitó suspender la licitación del Corredor Verde de la Carrera Séptima. Propone una agenda combinada de continuidad de los proyectos de transporte masivo en marcha, nuevos cables, que se encuentran el Plan de Ordenamiento Territorial (POT), pero se aleja de ella porque porpone nuevas vías por asociación pública privada (APP) que necesitarían cambio en el POT de López. Propone trabajar para que “los bogotanos se sientan orgullosos, cómodos y seguros en el sistema” Transmilenio y buscará nuevas alternativas de financiación del Fondo de Estabilización de Tarifas: control de colados, cobros por transitar por zonas de congestión, y captura de valor con proyectos inmobiliarios cerca a vías principales.

Medio ambiente y ordenamiento de la ciudad

La alcaldesa aprobó, por decreto, un POT más protector del medio ambiente que el de su antecesor, Enrique Peñalosa. Amplió las áreas protegidas del borde de los cerros, humedales y el borde del río Bogotá. También redujo, con esa norma, la expansión de la ciudad hacia la Sabana, y les puso el reto a los empresarios de construir viviendas a través de renovar edificaciones viejas o de aprovechar el suelo ya habilitado. Eso hará que la ciudad crezca con edificaciones altas. 

Con la gobernación de Cundinamarca, creó la Región Metropolitana para ordenar la ciudad teniendo en cuenta las relaciones con otros municipios. El modelo de ciudad que propuso López es compacta: los ciudadanos encontrarán bienes y servicios como educación, salud y empleo cerca de sus viviendas. 

Dejó por fuera del POT la ampliación de la ALO norte, como querían los ambientalistas para proteger la reserva Van der Hammen, pero no cumplió con su promesa de frenar obras en los humedales, y en la recuperación de la reserva no avanzó mucho. Otro de los lunares de su Alcaldía en materia ambiental fue el manejo de las basuras en el espacio público.

Hace un énfasis en buscar la reducción del cambio climático y en la protección del medio ambiente, reservas, humedales y cerros. Pero no retrocederá obras que ya se hayan hecho o contratado. Buscará sacar adelante la región metropolitana. También le dará cumplimiento al POT de López, reglamentará lo que hace falta y, como ella, tendrá reuniones con las comunidades para revisar las inconformidades con la norma. No retomará el proyecto de la ALO Norte, ni expandirá la ciudad a la Sábana. Se enfocará en mejorar los barrios ya construidos, y seguirá avanzando para que la flota pública siga creciendo en vehículos eléctricos para descontaminar la ciudad. Lo diferencia de la mandataria, que hará un énfasis en mejorar el espacio público y el manejo de las basuras.

Tal como propuso López en su POT, Bolívar buscará que se desarrolle una ciudad compacta. También buscará el ordenamiento territorial alrededor del agua y la protección de páramos, ríos, quebradas, bosques y humedales. Y en su mandato reglamentará áreas estratégicas de renovación urbana. Pero, a diferencia de la alcaldesa, se enfocará en que la reserva Van der Hammen sea “el pulmón más importante del norte de la ciudad”. Promete impulsar la gestión predial en esa, y otras reservas, y restaurar “el bosque andino que permita la investigación científica y la oferta de servicios de recreación y contemplación evitando el endurecimiento de superficies”. También promete expandir los sistemas del acueducto y alcantarillado para que todos los ciudadanos cuenten con estos servicios.

Le dará continuidad al POT de López, que busca hacer una ciudad que tenga en todas las localidades acceso a todos los servicios. Revisará la norma para “aumentar el impacto” en reducción de la pobreza, inclusión e innovación. Y promete crear un sistema de información para el seguimiento y evaluación del POT, aunque la norma ya tiene uno. Le dará continuidad a la región metropolitana. Promete avanzar en la restauración y mejoramiento de ríos, parques, bosques y reservas naturales. No retrocederá obras hechas o contratadas. Y tampoco haría la ALO Norte, ni expandiría la ciudad al norte. También dice que formulará una política de economía circular para aprovechar los residuos. 

Su mayor diferencia con López es que haría la ALO Norte, a la que López se ha opuesto, y buscaría que se permita el desarrollo de vivienda al norte de la ciudad. Articularía su plan de gobierno no solo con los municipios de la región metropolitana, sino con todo Cundinamarca, Meta, Boyacá y Tolima. Hace un énfasis especial en intervenir en el abastecimiento de alimentos. Dice que el POT es un norte, pero critica la falta de reglamentación. Promete incentivos para la densificación (más construcciones en menos espacio) y programas de renovación urbana que incluyan la construcción y mejora de viviendas y espacios públicos. Dice que implementará medidas para mejorar la calidad del aire, como la regulación de actividades industriales contaminantes.

Solo menciona una vez el término medio ambiente. Haría la ALO Norte, y dice que promoverá el disfrute de la naturaleza con un enfoque “no prohibicionista”. Eso significa que sería más flexible con la intervención urbana dentro o cerca de estas zonas. Por ejemplo, propone construir accesos para equipos de emergencia en los cerros. Y construir senderos, torres de avistamiento y control en estos lugares. Dice que hará de la construcción de vivienda “un importante aliado de la financiación de la red ecológica de Bogotá”. Lo haría intercambiando derechos de edificabilidad para proyectos cercanos a áreas ambientales por pago de compensaciones ambientales y entrega gratuita de predios. Molano buscará promover el aprovechamiento de residuos, especialmente en las empresas. Buscará mejorar la calidad del aire. Está de acuerdo con López en incentivar la movilidad sostenible.

Respetará el POT de Claudia López, pero se enfocará especialmente en la protección de residentes que se puedan ver afectados por construcciones de vías o renovaciones de barrios. En su Alcaldía buscará la protección de los cerros, páramos, humedales, ríos y otros recursos de la ciudad, que también buscará ampliar. Además, le dará continuidad a la región metropolitana. Se diferencia de López en su énfasis en evitar las construcciones ilegales, no solo al norte de la ciudad, sino internamente. Y en que buscará que haya acceso al suelo para las poblaciones más vulnerables. También buscará llevar acceso a agua a 100 mil personas en la ciudad que hoy no tienen ese servicio.

La visión del general se parece mucho a la de Peñalosa. Aunque le dará continuidad a la Región Metropolitana para trabajar en conjunto con otros municipios en problemas en común, Vargas dice que revisará “a fondo” el POT de López, en especial por estar en desacuerdo con no expandir la ciudad hacia el norte. Cambio Radical, el partido que lo avala ha considerado siempre que es la mejor forma de construir nuevas viviendas. Además, Vargas propone modificar el POT para construir la ALO norte, que atraviesa la Van der Hammen. También reduciría la franja de protección del río Bogotá para allí habilitar suelo para desarrollo de vivienda, comercio y servicios públicos, además de un parque público. Asimismo, haría senderos y plazoletas en cerros, humedales y la ronda del río Bogotá, cosa a la que se ha opuesto López. 

Reducción de la pobreza

En 2022 la pobreza multidimensional, que mide acceso a servicios básicos, bajó 1.9 puntos en comparación con 2019 y llegó a 3.6 por ciento. La alcaldesa buscó dar soluciones en el corto plazo a comunidades vulnerables. Durante la crisis del covid, cuando cerca de un millón de personas perdieron su trabajo, creó el Bogotá Solidaria, un sistema de subsidios para las personas más pobres, apalancado en parte con plata del gobierno nacional. El subsidio llega a un millón de familias al año y las transferencias son de entre 55 mil y 660 mil pesos. López desarrolló el sistema distrital del cuidado, unos centros que aprovechan infraestructura construida para reducir la carga del cuidado de quienes se dedican a esa tarea. Entre sus grandes programas, creó Jóvenes a la U, que da becas completas en técnicos y educación superior. Alcanzó a 36 mil jóvenes. Su gran lunar fueron los cierres de comedores comunitarios temporales por vencimiento de contratos, y no se avanzó mucho en el acceso a vivienda.

Buscará fortalecer el sistema del cuidado ampliándolo, como propuso López en el POT. Le dará continuidad al programa de becas de Jóvenes a la U complementándolo con formación en tecnología y bilingüismo. Su idea es también romper la brecha de calidad entre la educación pública y la privada. Pero tiene un énfasis importante en acabar con el hambre. Retomará el programa del exalcalde Lucho Garzón “Bogotá sin hambre”, fortaleciendo los comedores comunitarios y garantizando tres comidas al día nutricionalmente saludables. Dice que le dará continuidad a Bogotá Solidaria, pero que revisará la focalización para que la entrega de subsidios sea más efectiva. También promete fortalecer mecanismos para que las familias en la ciudad puedan tener casa propia. 

Promete fortalecer el Sistema Distrital del Cuidado, ampliando los servicios que ofrece, mejorando la infraestructura física y tecnológica, y ampliando su cobertura, aunque no quiere que se “romantice el cuidado”. Dice que ampliará el valor de la transferencia y cobertura del ingreso mínimo. Propone un seguro temporal de desempleo para mujeres sin importar su edad, de los estratos 1, 2, 3 y 4. Según la capacidad fiscal se podrá otorgar este seguro de desempleo hasta por tres meses, en un monto mensual de hasta un salario mínimo. Hará un programa para que los colegios públicos sean bilingües en 2038. Dará continuidad a la construcción de colegios y universidades y promete ampliar la cobertura del Plan de Alimentación Escolar (PAE) a los 365 días del año.

Dice que fortalecerá el sistema de cuidado, ofreciendo mayor proximidad a estos centros y otros servicios para las personas que se dedican a cuidar de otros. Promoverá la formación para responder a la oferta del mercado laboral, con enfoque diferencial. Asegura que ampliará programas de becas en educación superior como Jóvenes a la U. Y dará subsidios de viviendas a los más pobres. También fortalecerá el ingreso mínimo garantizado aumentando su cobertura y verificando la eficiencia. Además, asegura que fortalecerá los sistemas de identificación y focalización de la población pobre de Bogotá, articulando otros sistemas como el del Sisbén para así desarrollar políticas más eficaces.

Su programa de gobierno no menciona la palabra pobreza. Sin embargo, dice que fomentará la creación de espacios para el emprendimiento y la innovación, apoyando a las pequeñas y medianas empresas “comprometiéndome a que el Distrito destine 100 mil millones de pesos en cuatro años para dar subsidios a nuevos empleos demostrados”. Aunque les daría continuidad a las becas de “Jóvenes a la U”, su enfoque sería en la permanencia. Su meta es que 100 mil jóvenes que no estudian ni trabajan puedan tener empleo o terminar sus estudios universitarios. De entrada les ofrece trabajo tapando huecos, arreglando parques, vías, y mejorando viviendas. Rescata de López el sistema del cuidado. 

En su programa de gobierno no retoma ni el sistema distrital del cuidado, ni el programa de becas de “Jóvenes a la U”. En cambio, propone revisar los subsidios de ingreso mínimo, monitorearlos y darlos solo a quienes estén vinculados a programas de empleabilidad del Distrito. Diseñará un índice de empleabilidad para medir la oferta y demanda del mercado laborar, a partir del cual crearía programas de empleo. Utilizaría la infraestructura educativa los siete días de la semana para que ampliar la oferta a todos los ciudadanos, y fomentará el emprendimiento desde las aulas y desde el bachillerato. También promete promover la educación virtual, y dará una certificación a las empresas incluyentes.  

Tiene tres metas principales para reducir la pobreza: Educación, que no haya hambre en la ciudad y generar empleo. Para la educación les dará continuidad a la mayoría de programas de López, como “Jóvenes a la U”, con ayudas de transporte y alimentación. Promete llegar a más jóvenes, pero buscando que el dinero del Distrito llegue a las universidades públicas y no a las privadas. Para acabar con el hambre dice que equipos del Distrito buscarán a personas en habitabilidad en calle o a punto de estarlo, y a migrantes. Su meta frente al empleo es por lo menos generar 100 mil nuevos, especialmente para jóvenes y mujeres. También le dará continuidad al sistema distrital del cuidado, con manzanas (centros de atención) móviles y mayor cobertura. Y buscará promover el acceso a vivienda en arrendamiento a través de subsidios. Además, seguiría adelante con el ingreso mínimo de Bogotá solidaria.

Su enfoque para la reducción de la pobreza es fortalecer en los colegios públicos la formación STEM (Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) por sus siglas en inglés. Y creará una comisión especial para enfocar los curriculums a la demanda laboral. Quiere fortalecer la educación de inglés y además de educación financiera desde el colegio. Creará un programa de becas para mujeres y hará una versión 2.0 del sistema del cuidado para buscar darles empleo a las cuidadoras. Daría subsidios de arrendamiento a los migrantes si están en una ruta de integración socioeconómica del Distrito.