En Cali muchos ya daban a Roberto Ortiz como el próximo alcalde, pero las cartas podrían rebarajarse ahora que Diana Rojas y Alejandro Éder comenzaron a trabajar en una posible alianza. 

Más que por iniciativa de los candidatos, las conversaciones se dieron tras la presión de diferentes sectores, principalmente la de los empresarios tradicionales del Valle. Se trataría principalmente de los “empresarios de la caña” y familias como los Caicedo, propietarios de Colombina, y los Otoya, dueños de un conglomerado de servicios y manufacturas. 

El punto de inflexión fue el pasado miércoles, cuando el empresario y exalcalde Maurice Armitage le pidió públicamente a Diana Rojas que declinara su candidatura. El anuncio descolocó su campaña, porque Armitage ha sido su principal promotor y financiador. Rojas respondió que tomaría la decisión de manera autónoma, pero dejó claro que no sería un palo en la rueda para alcanzar el objetivo de ganarle a Roberto Ortiz. Aunque sí le dijo a La Silla que debía ser con “reglas claras”. 

Bajo las sombra de las encuestas, Alejandro Éder y Diana Rojas continúan cerca, pero Éder tiene una ventaja clara: su origen y su experiencia se acomodan más a lo que buscan los empresarios vallunos. 


El ultimátum de Armitage

El miércoles en la mañana ya había versiones que hablaban de una inminente alianza, pero lo que las confirmó fue el trino de Maurice Armitage. “Considero que es mejor que decline su pretensión y que la opinión pública se manifieste”, le recomendó a Diana Rojas. La desmarcada fue una herida profunda para la campaña por tratarse de su componedor político y económico, y su exjefe. Por eso, más que a consejo, sonó a directriz y sirvió de material para críticas de los demás candidatos, incluyendo el puntero. 

Diana Rojas comenzó su carrera pública como secretaria privada del entonces alcalde Armitage, en 2016, y desde entonces él ha sido su principal patrocinador, tanto en público como en privado. Acompañó su candidatura al Concejo de Cali hace cuatro años y durante esta campaña a la Alcaldía ha llevado la hoja de vida de Rojas a las oficinas de los poderosos. Sin embargo, a poco más de un mes de las elecciones, los resultados no fueron los esperados.

“Le dije a ella hace como 20 días que con las últimas encuestas, si ella no repuntaba, yo tomaría una decisión. Yo no puedo ser irresponsable con la ciudad. Salió la encuesta del Centro Nacional de Consultoría el martes y el miércoles, a primera hora, dije chao, hasta aquí llegamos” le dijo el exalcalde a La Silla. Ante las críticas de los candidatos dijo: “Yo negocio hierro, cemento y azúcar, pero yo no negocio política”.

Según la encuesta del CNC, que pagó CM& y El Tiempo,  Ortiz lidera la intención de voto con 18 por ciento, a solo dos puntos de Alejandro Éder, que registra 16%. Detrás de ambos está Rojas, con 11 puntos, nada despreciables, pero que saben a poco luego de que en mediciones anteriores estuvo a punto de pasar al segundo lugar. El 16 de septiembre el sondeo de Guarumo ya había dado un panorama similar. 

Otros dos factores aumentaron las presiones hacia las candidaturas. Por un lado, el pasado 30 de agosto, Roberto Ortiz superó el 40 por ciento en la medición de Invámer, lo que alertó a los promotores de Éder y Rojas que están mucho más cerca entre sí de lo que podrían estar de Ortiz. 

“Lo de Alejandro Éder el último mes ha cambiado positivamente. La gente está desesperada porque ha subido el “Chontico” y no creen que Diana Rojas sea lo que Cali necesita”, afirmó el exalcalde y también empresario Ricardo Cobo, que respalda la candidatura de Éder.

En segundo lugar, hasta el pasado nueve de septiembre los candidatos tenían plazo para retirar sus fotos del tarjetón y evitar la dispersión en caso de alianzas. A pesar del pedido del CNE para aplazar la fecha y de los rumores de que el tarjetón seguía abierto, la posibilidad se cerró. “Es totalmente falso”, dijo Juan Carlos Dorado, registrador especial de Cali, sobre la posibilidad de retirar candidaturas del tarjetón. Eso implica que incluso si se logra la alianza, ya ambos candidatos tendrían sus fotos en el tarjetón, lo que podría confundir a los votantes.

Al final, Rojas no aceptó la recomendación de su mentor, y hasta ahora mantiene en firme su aspiración, pero reconoció que hay un interés común y se mostró dispuesta a alcanzarlo, pero con condiciones.

“Yo entiendo que la postura de Maurice haya sido un poco poner mi pellejo ante la ciudadanía. Está bien, es la opinión de él, pero la decisión la tomo yo. Le agradezco que esté planteando un debate sobre la ciudad que es muy interesante”, respondió la candidata. Desde su perspectiva, las dos campañas están empatadas y con las mismas posibilidades.

Los empresarios perdieron la paciencia

Históricamente, los empresarios tradicionales del Valle han influido en las campañas electorales y esta vez no es la excepción. Dos de los últimos tres alcaldes fueron cercanos: Maurice Armitage y Rodrigo Guerrero. Pero la llegada de Jorge Iván Ospina al poder supuso una ruptura profunda entre la administración y la clase empresarial, lo que aumenta su urgencia de impulsar un candidato afín para el 29 de octubre. 

“Hay gente que está muy preocupada de que Roberto Ortiz gane y de alguna forma ha habido algún tipo de presión para que haya una unión, pero no ha sido algo coordinado”, le dijo a La Silla un empresario caleño que fue entusiasta de la campaña de Rojas, pero ahora también llama al pragmatismo. “Para mí está cali por encima de cualquier candidato. Yo no quiero que se vuelva a repetir la historia de lo que pasó con Ospina”, agregó.

Además del miedo al “continuismo”, la clase empresarial caleña ve con recelo la llegada de Roberto Ortiz por su falta de formación académica. “Hemos caído muy bajo para entregarle esta ciudad a Ortiz que no ha administrado nada”, le dijo a La Silla un empresario e insinuó que incluso hay socios empresariales de “El Chontico” apoyando la campaña de Éder. 

Dentro de la campaña de Diana Rojas también se ha hecho más manifiesta la presión, mucho más después del llamado que le hizo el exalcalde Armitage. Su campaña perdió a su principal validador y corre el riesgo de quedarse sin plata para la etapa definitiva.

“Creo que es parte de lo que sentimos nosotros en la calle: una necesidad de hacer un proyecto de ciudad conjunto. Hay muchos intereses y temores también de que cali siga en la debacle en la que está”, dijo la periodista Mábel Lara, quien recientemente se sumó a la campaña de Rojas después de haber estado en el sonajero de candidatos. Pese a que reconoció la necesidad de unirse, admitió que “hay unas presiones frente a candidaturas ciudadanas muy poderosas que no solo incomodan, sino que parecen antidemocráticas”.

De acuerdo con una fuente de alto nivel dentro de la campaña de Diana Rojas, y que pidió mantener su nombre bajo reserva, desde hace dos semanas los empresarios vallunos han abandonado el barco y han dejado solo a Armitage. Dentro de los que más estarían presionando en favor de Alejandro Éder estarían “los de la caña”. También dos familias representativas como los Caicedo y Los Otoya.  Dicha versión fue confirmada por otras tres fuentes cercanas a la campaña de Éder.

Los Caicedo son los dueños de la empresa de comestibles Colombina, que según la revista Forbes tiene mercado en 14 países del mundo y en el primer semestre de 2022 facturó $1,2 billones de pesos. Por otro lado, están los Otoya, un grupo de hermanos con empresas de servicios financieros, software y manufacturas. Entre sus empresas representativas está Siesa, dedicada al software contable. Además, estarían los empresarios de la caña, sector del que hace parte la familia Éder.  Dicha agroindustria representa el 31,4% del PIB Agrícola del Valle del Cauca y genera 286 mil empleos directos e indirectos.

Sin embargo, para Armitage no se trata de una presión por parte de los empresarios, sino de un movimiento lógico. “No son presiones de la clase empresarial, son presiones de todo ciudadano que piense. No nos podemos dar el lujo de tener dos candidatos razonablemente buenos. Me gusta 10 veces más Diana, pero desafortunadamente en las encuestas Éder va adelante”, agregó.  El exrepresentante Juan Fernando Reyes Kuri también negó tales presiones: “La única presión que hemos tenido es una carta pública de ciudadanos para que se unan”.

La disputa entre Alejandro Éder y Diana Rojas por ser el candidato más viable también se vio en la campaña para la Gobernación. Rojas se adelantó montando vallas en las que aparece acompañada por Tulio Gómez, en lo que denominó el “equipo anticorrupción”. Gómez aceptó su apoyo y pese a que ha manifestado que ve con buenos ojos su candidatura, finalmente se fue con Éder.

“Me la jugué con Éder, porque tiene más posibilidades de ser alcalde, no porque sea mejor o peor”, dijo el candidato, reconocido por sus restaurantes, supermercados y por ser el mayor accionista del América de Cali. “Les dije: busquen un acuerdo para que Diana Rojas y Alejandro Éder se unan. Diana es una mujer muy valiosa. Que trabaje cuatro años con Éder y luego sea su sucesora”, añadió. 

Sin embargo, más allá de las presiones, invitaciones o propuestas que le han hecho a Rojas, su candidatura sigue firme y por el éxito que ha tenido no va a ceder fácilmente.

Los ánimos para el mecanismo 

Durante la campaña, Alejandro Éder y Diana Rojas han dejado ver matices en sus formas de hacer política. Rojas se muestra como una candidata independiente, no hizo alianzas con ningún partido y ha sido crítica de las que hizo Éder con partidos como Cambio Radical y el Conservador. Por su parte, Éder se muestra como un candidato de consenso y busca generar confianza entre los diferentes sectores políticos, sociales y económicos.

Rojas es mujer, es más joven, no es de una familia acaudalada y su campaña reivindica esas características, lo que le ha valido roces con algunos miembros de la dirigencia valluna que la ven poco experimentada. Eder, en contraste, es un hombre con más experiencia, proveniente de una familia acaudalada —los dueños del Ingenio Manuelita— y mantiene un discurso más conciliador.

Pese a esas diferencias, el contexto está dado para que se concrete una alianza entre Éder y Rojas. Además, son más las coincidencias. Rojas hizo campaña por Éder hace cuatro años, al igual que varios de los miembros de su equipo. Entre los dos tienen a los principales empresarios industriales de su lado y, pese a que Éder es más conservador, tienen puntos en común en las formas de ver la ciudad.

El reto ahora es elegir un mecanismo que deje tranquilo a ambas candidaturas. “Yo creo que hoy lo que debe haber es un mecanismo donde no importe qué representación empresarial esté en cada una de las campañas, sino que esté entregado a la ciudadanía y sea transparente”, expresó Diana Rojas.

La candidata del movimiento “Cali Caleñísima” plantea sondear diferentes escenarios para definir cuál de los dos es el más competitivo frente a Roberto Ortiz. También le pide a Éder pronunciarse: “Lo que yo le pido a la campaña Alejandro es que haya una manifestación expresa de aceptar las reglas del juego y el resultado, sea cual sea”, afirmó. 

Éder, por su parte, le dijo a El País que espera “en los próximos días alcancemos un acuerdo” y que el mecanismo sería a partir de encuestas, pero no dejó claro si a partir de las ya publicadas o de nuevos sondeos.

Medirse en las encuestas no debería ser un problema para Alejandro Éder, que recientemente ha ampliado su ventaja. Sin embargo, las mediciones podrían tardar y no es claro si está dispuesto a poner en duda su candidatura justo cuando se ve más fuerte. En agosto, Éder también había anunciado un acuerdo con Wilson Ruiz para buscar una candidatura única, pero dicha alianza nunca se dio.

“Si Diana Rojas sigue deshojando las margaritas su valor político comienza a bajar”, afirmó Michel Maya, excandidato a la Alcaldía de Cali y analista político, cercano a Alejandro Éder. “Una encuesta seria no se hace en poco tiempo, se necesita al menos diez días y es una tonelada de tiempo en el panorama actual”, añadió.

Por presión o por sobrevivencia, todo indica que habrá alianza entre los dos candidatos y los empresarios del Valle tendrán más posibilidades de acercarse a la Alcaldía de Cali después de cuatro años de desencuentros. Éder guarda silencio prudente y Rojas defiende su candidatura en medios. Mientras tanto, sus asesores buscan sellar un acuerdo en los próximos días.

Soy el periodista de La Silla Vacía en el Pacífico. Estudié periodismo de la Universidad de Antioquia. Crecí en el periodismo universitario y cofundé el medio de comunicación La Vuelta, enfocado en periodismo para juventudes. Ahora cubro el poder en el Valle del Cauca y la región Pacífica.