Posesión de Rolando González, concejal de Cambio Radical, como primer vicepresidente del Concejo de Bogotá.
Posesión de Rolando González, concejal de Cambio Radical, como primer vicepresidente del Concejo de Bogotá. Foto: Twitter González.

A primera hora de este lunes, en una rueda de prensa, el concejal de Cambio Radical, Rolando González renunció a la primera vicepresidencia del Concejo de la capital. La decisión de bajarse de la mesa directiva llega después de dos semanas de críticas a la corporación por la “jugadita” de votar por González para el puesto que legalmente le corresponde a la oposición.

Aunque el Nuevo Liberalismo, el partido del alcalde Carlos Fernando Galán, votó inicialmente por González, fue él mismo el que le pidió al concejal que diera un paso al costado. Esto luego de una dura respuesta del mandatario en defensa de las garantías para la oposición. 

La elección de González para ese cargo, demuestra la fuerza de los concejales más experimentados, quienes ahora miden el aceite del alcalde, con el que no han encontrado puentes. Dentro de los 45 concejales hay quienes llevan varios periodos, unos concejales cancheros, que tenían puertas abiertas en administraciones pasadas, pero ahora ven con preocupación que estas prácticas no se mantengan en la de Galán. 

Además, denota un grado de ingenuidad e inexperiencia por parte de algunos concejales nuevos de todas las orillas políticas, quienes apoyaron la elección de González. Y otros del Pacto Histórico, que aunque le declararon su oposición al alcalde desde las elecciones, se quedaron por fuera de la vicepresidencia como parte de una primiparada a la corporación. 

La cuestionada Vicepresidencia

Como parte del estatuto de oposición, la oposición debe tener representación en la mesa directiva, compuesta por un presidente y dos vicepresidentes. Y por ser la primera mesa de la alcaldía, tendrán temas claves, como el Plan de Desarrollo, o la elección del personero y contralor de la ciudad.

Para el 1 de enero, si bien no había declaraciones oficiales de oposición del CNE, los únicos movimientos que habían cantado ser parte de esa bancada eran el Pacto Histórico y Con Toda por Bogotá, el movimiento de Juan Daniel Oviedo que obtuvo la curul por quedar segundo en las elecciones. 

“El día de la posesión, cuando hablé con los compromisarios, dijeron que por los acuerdos, el Verde iba a estar en alguna vicepresidencia, pero no sabían si la primera o la segunda”, cuenta el concejal de ese partido, Julián Triana. “Me sorprendió que me dijeran eso porque nosotros no vamos a hacer oposición”, agrega. 

Sin embargo, casi tres horas después del comienzo de la posesión, el concejal Emel Rojas, de Nueva Fuerza Democrática, postuló el nombre de González. La primera en reaccionar fue Heidy Sánchez, concejal de la coalición del Pacto. 

“Aquí está el primer reto que tiene usted como presidente de esta corporación, hacer valer el estatuto de oposición. Este Concejo siempre ha respetado a la oposición, a la que le corresponde la primera vicepresidencia”, dijo Sánchez, que postuló a Ana Teresa Bernal, de la Colombia Humana, para el cargo.

Sin embargo, González quedó elegido con 31 votos. Para Juan Javier Baena, el concejal del Nuevo Liberalismo que fue elegido presidente de la corporación, la elección fue legítima. “Hay un choque de dos normas, una que me ordena elegir a los dos vicepresidentes y conformar la mesa directiva. Y hay otra que ordena que la primera vicepresidencia es para la oposición”, le dijo a La Silla. Sin embargo, aclara que “como concejal, creo que ese espacio debe ser para la oposición”. 

A la elección le llegaron críticas desde dentro y fuera de la corporación. “Era importante que no se diera esa votación. Porque si votaban por Ana Teresa Bernal todavía su partido no se había declarado en oposición, tal como lo exige el Estatuto. Y si se votaba por Rolando, es claro que no es de oposición. Por eso voté en blanco”, le dijo a La Silla la concejal del Centro Democrático, Diana Diago, quien propuso aplazar la votación hasta que hubiera declaración ante el CNE.

Desde afuera de la coproración llegaron varias críticas. Congresistas como el senador David Luna, la representante Catherine Juvinao e, incluso, el exministro del Interior Juan Fernando Cristo, cuyo movimiento avaló la candidatura de Galán en Bogotá, también criticaron la elección. 

Inicialmente, el alcalde publicó un trino sobre cómo “en Bogotá la oposición debe tener todas las garantías para que pueda ejercer su función política”. Pero el jueves, antes de la plenaria del Concejo, el tono de Galán fue más contundente: “Con pleno respeto por la autonomía del Concejo, espero que mañana la corporación le envíe un mensaje claro y contundente a Bogotá, garantizando que la primera vicepresidencia sea ocupada por un concejal de oposición, tal como fue pensado en la concepción y aprobación del Estatuto de Oposición”, sentenció

La movida de los cancheros detrás de la elección

La elección de González da cuenta de la fuerza de una bancada de concejales experimentados que repiten curul y tuvieron fuertes lazos de comunicación con la Alcaldía de Claudia López. 

En los pasillos del Concejo se hablaba del G-9. “Son los concejales a quienes la alcaldesa invitaba a todo, los que recibieron más burocracia y cariño de la Alcaldía”, cuenta un concejal del periodo pasado, que pide la reserva de su nombre para dar detalles sobre el tema. 

Según cinco fuentes al tanto de las movidas en el Concejo, dentro de estos concejales cancheros están Samir Abisambra y Armando Gutiérrez, del Liberal; Rolando González de Cambio Radical; Óscar Ramírez Vahos, del Centro Democrático; Emel Rojas de Nueva Fuerza Democrática; y los verdes Julián Espinosa, Julián Rodríguez Sastoque y Edward Arias.  

La presencia de burocracia de los concejales en entidades del Distrito es un secreto a voces en la ciudad, pero hay pocas denuncias específicas sobre el tema. Las fuentes consultadas dicen que parte de esa burocracia de los concejales estaba en el Instituto de Recreación y Deporte, en cabeza de Blanca Inés Durán durante la pasada administración. Esta información, sin embargo, no ha podido ser verificada de primera mano por La Silla.

Frente a los señalamientos, Durán le dijo a La Silla que “los cargos en el Idrd son especializados, la mayoría de personas de la entidad llevan varios años trabajando en el instituto o en el sector deporte”. “Por eso me alegra que no hayan encontrado ningún sustento de esas afirmaciones y que vean los datos de talento, no palanca de la cantidad de personas que contratamos”, agregó.

A pesar de su cercanía con la administración pasada, la situación cambia un poco con la llegada de Galán a la Alcaldía. Por un lado, el nuevo alcalde puso a personas cercanas a él o con perfiles más técnicos que políticos en entidades en las que hay muchos contratistas y, por tanto, son posibles fortines burocráticos. 

Por ejemplo, la llegada de Daniel García, quien fue su gerente en esta campaña y cercano a el alcalde desde la segunda década del 2000, al Instituto de Recreación y Deporte (Idrd).O Roberto Angulo en la Secretaría de Integración Social, quien trabajó durante 12 años en el DNP y es experto en reducción de la pobreza. 

Por otro, la composición del gobierno Galán ha sido lenta, no se han acabado de posesionar todos los secretarios y directores de entidades clave. Según una fuente del Distrito, que pide no publicar su nombre para no comprometer su trabajo, han podido percibir el afán de los concejales por la renovación de los contratos de sus fichas en entidades. 

“Eso implica que si van a pedir burocracia tendrán que negociar directamente con el alcalde, que les complica un poco la tarea”, dice una fuente del Concejo, enterada de estos procesos. 

A causa de la distancia que ha tomado la administración de Galán, los cancheros se movieron en favor de la elección de González en la primera vicepresidencia del Concejo. “Consiguieron incluso votos del Nuevo Liberalismo, en contra del voto en blanco de Baena”, asegura un concejal que pide la reserva de su nombre para no comprometer su relación con esa bancada. De esa bancada, los seis concejales, salvo, el hoy presidente del Concejo, votaron por González. “La elección fue un mensaje para Galán, ‘Aquí estamos y podemos complicarle las mayorías, la aplanadora’”, agrega. 

El cambio de tono del alcalde, a pesar de los votos de su partido, impulsó la petición desde su partido a González para que diera un paso al costado. Juan David Quintero, concejal del Nuevo Liberalismo, explica que la proposición del Pacto Histórico para sacar a González del cargo, que consistía en revocar su elección en plenaria, estaba por fuera de las capacidades del Concejo. “La proposición era ilegal, estamos enmendando el problema y por eso insistimos que la solución es que Rolando renuncie”, le dijo Quintero a La Silla.

La novatada a la oposición

“Gracias por esa bienvenida al Concejo”, dijo la concejal del Pacto, Donka Atanassova, durante su intervención en la plenaria después de la elección de González. 

Además de la movida de los cancheros, la exclusión del Pacto Histórico de la mesa directiva es una muestra de la inexperiencia en el manejo político de la mayoría de concejales. Pues 24 personas llegaron por primera vez al Concejo de Bogotá. 

Por ejemplo, parte de esa primiparada es la ausencia de una búsqueda de apoyos por parte del Pacto. El Pacto asumió que la primera vicepresidencia les correspondía a ellos. A diferencia de Baena, quien, según supo La Silla, llevaba cerca de un mesa concretando los apoyos para su presidencia, los concejales del Pacto no buscaron votos para la vicepresidencia.   

A pesar de la novatada, la bancada del Pacto cuenta con el respaldo del gobierno nacional. El mismo presidente Gustavo Petro trinó tras la elección de González que “La violación de la ley por servidor público mediante acto administrativo configura el delito de prevaricato. La agencia de defensa jurídica del estado debe tomar nota de esos hechos y denunciar a sus autores”.

Aunque no es la Agencia la que tiene competencia para examinar la elección, La Silla supo que Rocío Dussán, concejala del Pacto e hija de Jaime Dussán, dirigente del Polo y hoy presidente de Colpensiones, recurrió al gobierno en busca de un concepto jurídico para enfrentar la jugadita del G9. 

Ahora la corporación tiene cinco días hábiles para aceptar la renuncia de González y citar a plenaria para elegir un nuevo vicepresidente. Sobre la mesa están los nombres de Bernal o una nueva propuesta de concejal del Pacto, y de Juan Daniel Oviedo, quien sería una oposición menos radical para los proyectos del alcalde, porque se acercan en temas clave como el metro, y podría llevarse los apoyos de los concejales cancheros. 

Nota del editor:

La nota fue modificada en la tarde del 17 de enero para incluir la respuesta de la exdirectora el Idrd, Blanca Inés Durán.

Cubro al gobierno de Carlos Fernando Galán en Bogotá. Empecé como periodista del En Vivo y escribiendo sobre política exterior, la relación con Venezuela y migración. Soy politóloga e historiadora de la Universidad de los Andes. Escríbame a mrestrepo@lasillavacia.com