En abril ya hay dos movilizaciones fijas y otras calentándose. A Iván Duque le puede estallar un paro como del que nunca se recuperó la imagen de Juan Manuel Santos.

Paro agrario de 2013. Foto: Colectivo de Abogados.

Aparte de la Minga indígena en el Pacífico, que va mínimo hasta Semana Santa y está creciendo en más regiones, se pueden sumar por lo menos cuatro movilizaciones que se están preparando para las próximas semanas. Si cuajan las marchas que harán después de semana santa los cafeteros y los sindicatos, pueden terminar creando un escenario como el del “tal paro no existe” de 2013, que arrancó graneadito pero sumando sectores que no pertenecen a la izquierda, y terminó derrumbando la popularidad del entonces presidente, Juan Manuel Santos.

Éstas son y en esto van.

Los sindicatos y la Cumbre Agraria salen el 25 de abril

La Central Unitaria de Trabajadores, CUT, que tiene más de 500 mil miembros incluyendo los 270 mil maestros de la Federación Colombiana de Educadores, Fecode, anunció una gran movilización nacional para el 25 de abril.

“El carácter de esta movilización es que termine en un paro indefinido, pero eso dependerá de cómo estén las fuerzas ese día de la marcha”, dijo a La Silla William Agudelo, presidente de la Asociación Distrital de Educadores, que hace parte de Fecode. “Queremos que haya más plata para la educación pública y no vemos señales en el Gobierno de querer avanzar”, agregó.

Hoy se reúne la junta nacional de Fecode para definir la logística sobre esa movilización.

A esa marcha del 25 se va a sumar la Cumbre Agraria, que agrupa organizaciones políticas como la Marcha Patriótica y el Congreso de los Pueblos; campesinas como la Coordinadora Nacional Agraria y la Mesa de Interlocución y Acuerdos; étnicas como el Proceso de Comunidades Negras y la Onic indígena; sindicatos agrarios como Fensuagro; y las zonas de reserva campesina reunidas en Anzorc.

Andrés Gil, presidente de Anzorc y uno de los líderes más visibles de la Cumbre Agraria, le dijo a La Silla que “es una movilización que dependiendo de la capacidad que tenga se puede volver paro. Pero en todo caso yo creo que estamos ante un año muy parecido al de 2013, cuando iniciamos con una movilización cafetera a principios de año, después vinieron los mineros, después la del Catatumbo y todo terminó en paro agrario”, nos dijo.

Salen por varias razones: desde que, según ellos, en el Plan Nacional de Desarrollo el Acuerdo de Paz está desfinanciado, hasta por los retrasos en los pagos y la asistencia técnica para las familias que firmaron acuerdos de sustitución voluntaria con el Gobierno dentro del Programa Nacional de Sustitución de Cultivos de Uso Ilícito, Pnis y por el eventual regreso del glifosato.

“Nadie puede decir que el 25 es el día D para el paro, pero sí es uno de los elementos importantes para establecer la capacidad de movilización para una acción de más calado”, agrega Gil.

Los cafeteros salen el 24 de abril

Los cafeteros van a marchar en Armenia, donde se están organizando para recibir cultivadores de todo el país. La decisión de este sector de salir a las calles muestra que las movilizaciones no solo tienen un tinte de izquierda, pues hay sectores de los cafeteros que también son de derecha.

“Queremos repetir lo que logramos en 2013, cuando vinieron 10 mil campesinos aquí. Si el 24 no hay una respuesta del gobierno a la movilización, nos vamos a paro indefinido”, dijo a La Silla Carlos López, vocero de la dignidad cafetera del Quindío y fiscal nacional de la dignidad agropecuaria. “No queremos que vengan políticos, esto es del campesinado”, agregó.

 

Como anticipamos en La Silla, la semana pasada las Dignidades Cafeteras se reunieron en una asamblea en Pereira para definir si se van a paro ante la crisis de los precios y la falta de respuesta clara del Gobierno a sus peticiones de más recursos.

“Definimos que vamos a salir en Armenia por pura cuestión estratégica: es más fácil para todos los cafeteros del país viajar allí y ya estamos cuadrando las comisiones de todos los departamentos”, dijo a La Silla Octavio Oliveros, dirigente cafetero del Huila, el departamento que más produce café en el país.

Para llevarlos a Armenia, están haciendo colectas para pagar chivas que lleven de a 50 campesinos por municipio. “Cada quien en su departamento se encarga de poner su cuota, eso fue lo que definimos”, nos dijo Oliveros.

Una de las peticiones clave de los cafeteros es crear el Fondo de Estabilización de Precios del Café,que Duque prometió en campaña en las regiones cafeteras pero nada que nace, a pesar de que un proyecto de ley viene avanzando lentamente en el Congreso desde 2017.

Aunque en la ponencia del Plan Nacional de Desarrollo que se aprobó la semana pasada aparece el Fondo, no fue por iniciativa del Gobierno y solo aceleraría su creación.

Encima, hay diferencia entre las dignidades y el Gobierno sobre para qué es el fondo y cuanta plata debe tener. Los cafeteros dicen que mínimo debe entrarle un billón de pesos para no salir a las calles.

Los cocaleros quieren salir, pero no tienen fecha todavía

Los campesinos cultivadores de coca, sobre todo los agrupados en la Coordinadora Nacional de Cultivadores de Coca, Amapola y Marihuana, Coccam, vienen mostrándole los dientes a Duque de forma dispersa desde hace varias semanas.

Por ejemplo en Caquetá, como contó La Silla Sur, decenas de cocaleros taparon una vía a principios de marzo en San José del Fragua, pidiendo meter más familias al Programa Nacional de Sustitución de Cultivos de Uso Ilícito, Pnis; en el sur de Córdoba, también salieron a finales de febrero en Tierralta y en el puente San Jorge, exigiendo que les cumplieran con los pagos y también con incluir a más familias.

Los retrasos en el Pnis sumados a la intención del Gobierno de retomar la aspersión aérea con glifosato, tiene a los cocaleros indignados, pero todavía no tienen claro cuándo salir.

Según nos dijeron tres miembros de Coccam por aparte, aunque han pensado sumarse a la movilización del 25 porque uno de los puntos es justamente la defensa al programa de sustitución, puede que salgan antes.

“Hemos hablado de salir el 9 de abril y estamos coordinando con las instancias en todas las regiones, pero todavía no es un hecho”, dijo a La Silla Andrés Chica, miembro de Coccam y de la Asociación de Campesinos del Sur de Córdoba.

Sin embargo, el vocero de Coccam en Antioquia, José David Hernández, nos dijo que aún no tienen fechas definidas. “Vamos a tener una reunión en Yarumal (Antioquia), los primeros días de abril y tomaríamos una decisión”.

Los camioneros están consultando a las bases

La Asociación de Camioneros de Colombia, Acc, que agrupa a más de 300 mil camioneros de todo el país y tiene 17 seccionales departamentales, sacó un comunicado el 20 de marzo anunciando que a partir de ese día arrancaban reuniones en las regiones con sus bases para decidir si salen a paro. Si deciden que sí, a las movilizaciones se sumaría un sector que, al igual que los cafeteros, hay unos de izquierda y otros de derecha, lo cual muestra que el carácter de las movilizaciones no será exclusivo de la izquierda, que tradicionalmente sale a las calles.

“Nos pusimos un plazo de 30 días. Es un precalentamiento para definir qué hacemos, pero la situación está muy complicada y la gente está cansada”, dijo a La Silla Manfri Parra, miembro de la Acc y de ‘Camioneros por Colombia’, un grupo privado en Facebook que reúne a más de 24 mil miembros de ese gremio.

La pelea entre los camioneros y el Gobierno viene de atrás. Como hemos contado en varias historias en La Silla, desde septiembre de 2016, en tiempos de Santos, el ministerio de Transporte sacó un decreto que reglamentó el registro único nacional para chatarrizar los carros viejos que permiten el ingreso de nuevos camiones, y tomó una decisión que va en contra de los intereses de los camioneros.

Ese decreto le puso un plazo final a la regla actual que impide que entre un camión nuevo sin que se haya chatarrizado uno viejo, lo que en el sector llaman el 1 a 1. Es decir, el decreto abre el mercado a una nueva competencia para los camioneros actuales, algo que ellos desde entonces han rechazado pero que Santos defendió hasta el final porque era uno de los requisitos para entrar a la Ocde, el club de países ricos, al que finalmente Colombia entró el año pasado.

Pero los camioneros insisten en que “es de extrema urgencia que se continúe con el 1 a 1 para controlar la sobreoferta y garantizar la sostenibilidad del sector”, dicen en el comunicado.

A ese pedido, también se suma que según dijo a La Silla Juan Carlos Bobadilla, de la Acc, en lo que va de este año han asesinado a nueve conductores en carreteras del país y “no hay garantías de seguridad para nuestra gente en las vías. A eso súmele el precio de la gasolina y de los peajes y el costo que nos ha tocado pagar porque Santos nos metió en la Ocde”, nos dijo.

El fin de semana pasado la ACC ya tuvo su primera reunión con los camioneros del Cauca, el epicentro de la Minga Indígena, y según Bobadilla “la gente está muy inconforme”. Este fin de semana se van a sentar con las bases de Pasto, Nariño y les queda Huila, Norte de Santander, Cundinamarca, Eje Cafetero y Valle. “En 20 días, le pongo mediados de abril, tendremos la decisión”, nos dijo Bobadilla.

Periodista y politóloga. Soy cofundadora e investigadora de la Fundación Conflict Responses, CORE, que busca investigar, entender mejor e incidir en lo que ocurre en el campo colombiano en cuanto a la violencia, la paz, movimientos sociales y el medio ambiente. En La Silla Vacía cubrí por cuatro...