Juan Carlos Echeverry y Mauricio Cárdenas tienen perfiles casi idénticos. Los dos son economistas de los Andes, los dos tienen un doctorado en Economía en una prestigiosa universidad de Estados Unidos, los dos han hecho carrera en las principales entidades de la tecnocracia nacional, los dos fueron ministros de Hacienda de Juan Manuel Santos y los dos recorren el país para ser candidatos a la Presidencia con el sello del Partido Conservador.  

Con estilos de campaña opuestos, el camino a la Casa de Nariño de ambos exministros santistas pasa por Álvaro Uribe.

Las campañas conservadoras modernas opuestas

Este mes, Cárdenas y Echeverry fueron a Manizales en plan de campaña y su manera de pasar por la capital de Caldas muestra lo diferentes que son sus estrategias para llegar al Palacio de Nariño.

Cárdenas fue hace una semana. Allí se reunió solo con los principales líderes del gremio cafetero, el más importante y poderoso del departamento. Es un gremio, además, con el que tiene una larga afinidad, pues su papá dominó la Federación de Cafeteros durante décadas.

Su apuesta, por ahora, se parece más a una campaña tradicional en donde presenta propuestas, habla en foros y busca el aval de un partido que lo apoye.
 
Echeverry fue a comienzos del mes y no sólo habló con los cafeteros, sino que también tuvo encuentros con representantes del sector turístico, las bases del conservatismo y recorrió las calles de Manizales buscando firmas. Estuvo en centros comerciales, tiendas de barrio y en algunas de las zonas más pobres y vulnerables de la ciudad. Su estrategia es más de ‘abajo hacia arriba’.
 
Incluso su manera de registrar esta visita en redes sociales es casi opuesta. Así lo hizo Cárdenas:

Reunión con empresarios y líderes gremiales hoy en Manizales. Seguimos escuchando al país. pic.twitter.com/iXcsBb4Gi8

— Mauricio Cárdenas S. (@MauricioCard) August 24, 2021

 Y así, Echeverry:

En sus cuentas, Echeverry tiene un logo de campaña, publica videos con sus propuestas, monta fotos con las personas que firman sus planillas y hasta de los platos que come en cada ciudad que visita.

A pesar de las diferencias de estilo en su campaña, ideológicamente son muy parecidos: los dos defienden un conservatismo moderno, que defiende el modelo económico actual y apoya los derechos civiles y las libertades individuales.

Ambos aseguran que el principal problema que enfrenta el país es la crisis económica y que su solución es crear más empleo, protegiendo la empresa privada. Sus discursos están centrados en la reactivación económica y en cómo ellos —ambos exministros de Hacienda— están capacitados para llevarla a cabo. Una ortodoxia económica tradicional del partido que quieren representar.

Pero, en temas sociales, defienden ideas que usualmente son más asociadas al liberalismo.
 
“Conservador en lo económico, progresista en lo social”, así se definió Cardenas en su intervención en el evento de precandidatos presidenciales que organizó la Andi hace quince días. “Estoy en contra de todo lo que sea populismo monetario y defiendo los derechos sociales que se han adquirido en estos años y que la Constitución protege”, le dijo a La Silla.

También, por ejemplo, ha criticado la guerra contra las drogas y ha dicho que Colombia ha sido una de sus “víctimas”. “No creo en posiciones dogmáticas, siempre tomaré decisiones basándome en lo que muestre la evidencia”, asegura.

Echeverry va por el mismo lado. En el lanzamiento de su campaña presidencial, aseguró estar a favor de la legalización de la cocaína (aunque reconociendo que esto no puede hacerlo Colombia por sí misma) y dijo defender el Acuerdo de Paz y estar de acuerdo con un posible proceso de paz con el ELN.

Es decir, que, programáticamente, están más cerca del santismo que del uribismo.

Sin embargo, su camino a la Presidencia pasa necesariamente por contar con el respaldo de Uribe. El expresidente, pese a que no tiene ya la popularidad que tenía en 2018, sigue manteniendo un 15 por ciento fijo de apoyo como mínimo en la población; y, por eso, ese apoyo será determinante para asegurar el eventual paso del candidato conservador a la segunda vuelta.

La ruta a la Casa de Nariño

A diferencia de las campañas de la última década, para ésta los godos no quieren quedarse sin candidato y buscan uno para jugar fuerte en la próxima contienda.  El mecanismo para hacerlo no está aún definido, y solo hasta ahora están empezando a hablar del tema. Incluso, dentro del partido suena con fuerza una posible tercera candidatura: la del senador David Barguil, que aún no ha tomado la decisión de si salta o no al ruedo.

Pero por la vía que sea, la idea tanto de Echeverry y Cárdenas como del Partido es llegar con un solo candidato a medirse en una consulta con los otros precandidatos de la centro derecha.
 
Cárdenas le contó a La Silla que su campaña tiene dos fases. En la primera, en la que está actualmente, está dedicado a recorrer el país a escuchar las inquietudes de la gente y conseguir el aval conservador. En la segunda, piensa lograr el apoyo de una coalición más amplia de centro y centro derecha en la que puede estar el uribismo.

“Creo que las posiciones de extrema derecha tienen menos posibilidades hoy que hace cuatro años. El país necesita ir más allá de los radicales. Hay que controvertir las tesis de la extrema derecha. No tengo problema con que estén en un debate y refutarlas”, dice.
 
Algo parecido piensa Echeverry. “Sólo no puede andar nadie. El que anda solo se lo comen las hienas”, dice. 

Y esa unión pasa por Álvaro Uribe.
 
“La década de Santos y Uribe ya pasó. Uno tiene que llegar, poder hablar y entenderse. No tendría ningún problema en hablar con Paloma Valencia, Óscar Iván Zuluaga o el que salga del Centro Democrático y encontrar formas de converger”, asegura Echeverry, quien cuando fue ministro de Santos fue duramente criticado por el uribismo. 
 
Esa convergencia, entre los rivales de hace unos años, la va a pegar el miedo que sienten algunos en el Establecimiento político e institucional por la posibilidad de que Gustavo Petro sea Presidente. Ante su liderato en las encuestas, el expresidente podría inclinarse por un candidato por fuera del Centro Democrático, que tenga una mayor capacidad de morderle al centro.
 
“Ningún partido puede dar la pelea solo contra Petro. La derecha tiene que unirse en un solo candidato porque de lo que se trata es de enfrentar a la izquierda”, le dijo a La Silla el representante conservador Ciro Rodríguez.

Esto también influye en el hecho de que muchos partidos, como La U , estén buscando moverse al centro, que es el foco de la pelea en esta campaña presidencial.

Y así también lo creen en las bases del conservatismo.

“Tenemos que hacer, como se dice por acá, una ‘natillada’ entre centro y derecha para atajar al candidato de la izquierda”, dice el concejal de Manizales Luis Gonzalo Valencia, que asistió a uno de los eventos de Echeverry en su ciudad.

Estudié Literatura y Filosofía en la Universidad de Los Andes y de ahí salí a hacer la práctica en La Silla Vacía. Cubrí Bogotá, el Caribe y, ahora, política y Congreso. @jpperezburgos