7 de agosto de 2010. Arranca el gobierno de Juan Manuel Santos, quien se está preparando desde los 10 años para ser Presidente de Colombia. Y empieza con todo el equipo nombrado.
Su equipo tiene una alta formación técnica, poca representación regional y política y alta representación gremial, bastante exposición internacional y poca local, mucha trayectoria en el sector público y buen conocimiento del sector privado y poca en el tercer sector. Salvo algunas excepciones, es un equipo homogéneo en cuánto a su clase social (alta), su ideología (de centro derecha), sus edades (cercanos a los 50), su formación (todos menos dos de universidad privada), sus disciplinas (abogados, economistas e ingenieros), su trayectoria (la mayoría con experiencia en la tecnocracia), su orígen (urbano) y su historia de vida (convencional). Es un grupo que, con pocas excepciones, pertenece a la élite social y académica. El vicepresidente Angelino Garzón será uno de los pocos miembros del gabinete con una visión de país y una trayectoria que haga contrapeso.
Muchos son cercanos o trabajaron en el gobierno del ex presidente Andrés Pastrana. La mitad han trabajado ya con Juan Manuel Santos, y seis de ellos vienen de su Fundación Buen Gobierno. Salvo Rodrigo Rivera y Miguel Peñalosa, ningún otro viene del uribismo.
La mitad de ellos provienen de familias que han jugado un papel importante en la vida nacional, ya sea en las altas esferas políticas, diplomáticas, empresariales o simplemente pertenecen a las élites locales. Todos han demostrado una clara vocación pública. Hoy se juegan su lugar en la historia de este país.
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