El dos veces alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, nació en Cali el 1 de Octubre de 1965. Es médico cirujano del Instituto Victoria de Girón en La Habana, Cuba, y especialista en gestión de la salud de la Universidad Icesi.

Su padre fue el comandante del M-19 Iván Marino Ospina, que murió en un operativo militar en Cali, en 1985. Su hermano Mauricio Ospina fue congresista del Polo Democrático.

El primer periodo de Ospina fue entre 2008 y diciembre de 2011 cuando, a menos de un mes de terminar su período, fue suspendido por la Procuraduría por no haber asistido personalmente a las reuniones del Consejo Municipal de Política Social.

Tiene una trayectoria de más de 15 años en el sector público y en temas de salud. En 1992 entró como asistente técnico de la Secretaría de Salud Municipal de Cali durante la primera alcaldía de Rodrigo Guerrero. Un año después fue nombrado director del Núcleo Marroquín Cauquita, una división de atención primaria de la Secretaría de Salud. Allí estuvo hasta 1997, año en el que fue designado director del Hospital Carlos Holmes Trujillo durante los últimos meses de alcaldía de Mauricio Guzmán Cuevas.

Un año después, su amigo y entonces gobernador del Valle Gustavo Álvarez Gardeazábal lo nombró gestor de paz en el programa “Diálogos sobre la guerra”. 

Allí estuvo algunos meses hasta que Andrés Pastrana llegó a la Presidencia y rediseñó los diálogos de paz con la guerrilla. Así que Álvarez lo trasladó a la gerencia de Visevalle, la entidad encargada de la Seguridad en el Valle, como encargado, y sin abandonar el cargo de gestor de paz.

En 1999 asumió la dirección del Hospital Universitario del Valle y durante dos años se enfrentó a la que fue la peor crisis financiera del instituto. En 2001 fue nombrado Secretario de Salud de Cali en la alcaldía de John Maro Rodríguez.

En 2007 se lanzó por primera vez a un cargo de elección popular como candidato a la Alcaldía de Cali. Para ello buscó el aval del Polo Democrático, pero en vista de que otros políticos como el ex concejal de Bogotá Bruno Díaz y Marco Aurelio Ramírez estaban interesados en la candidatura, la bancada decidió abrir una consulta. Finalmente Díaz se lanzó.

Ospina se negó a participar y se inscribió con más de 170 mil firmas bajo el movimiento ciudadano Podemos Cali. Obtuvo el respaldo de sectores políticos cercanos al entonces gobernador del Valle Angelino Garzón, del representante del Polo Franklin Legro, de la Alianza Social Indígena que lideraba en el Valle Jesús Piñacué, y en especial de Juan Carlos Martínez Sinisterra, ex senador que hoy está condenado por parapolítica.

Con esos apoyos, Ospina se enfrentó a Francisco José Lloreda, heredero de una de las familias más tradicionales y poderosas de Cali. A un mes de las elecciones, Lloreda era favorito, pues le sacaba más de 15 puntos en las encuestas de intención de voto. Pero finalmente fue Ospina quien ganó con casi 270 mil votos contra poco más de 220 mil de Lloreda.

Martínez Sinisterra también estuvo detrás de varios de los nombramientos en su gabinete, como el de Diego Cardona Campo, primo del ex gobernador del Valle Juan Carlos Abadía, y de Eliana Salamanca, sobrina de la ex senadora Esperanza Muñoz (madrastra de Abadía), todos cercanos al exsenador condenado por parapolítica.

Entre los hitos de su administración están las 21 megaobras, que han sido objeto de discusiones, la puesta en operación del sistema de transporte integrado MIO, y la construcción de la ciudadela Nuevo Latir, que fue su proyecto bandera.

Pero por otro lado, su mayor fracaso fue el tema de la seguridad, y sus políticas para enfrentar la delincuencia resultaron insuficientes. También recibió varias críticas por ser incapaz de evitar el cierre de la EPS Calisalud, la cual les daba cobertura a más de 400 mil personas, y por el programa de guardas cívicos, que fue objeto de muchas críticas. En general el diario El País, el más importante de Cali y de propiedad de la familia Lloreda, a quien Ospina venció en las elecciones, fue muy crítico de su Alcaldía.

En diciembre de 2011 la Procuraduría General lo suspendió durante seis meses por no haber asistido a reuniones del Concejo Municipal de Política Social. En ese mismo mes el Tribunal Contencioso lo condenó a dos días de arresto por desacatar una tutela que la Procuraduría había instaurado en su contra en abril de ese año, y que lo obligaba a ordenar el cierre de las minas de oro en los Farallones de Cali que estaban amenazando la salud de la población. Y luego, en enero de 2012 salieron varias denuncias por un presunto exceso de contratos en su administración.

Ospina es amigo del alcalde de Bogotá Gustavo Petro desde los tiempos del M-19, y el ex alcalde de Cali sonó por un tiempo para la Secretaría de Salud de la administración de Petro.

A finales del 2013 Ospina llegó a la Alianza Verde, el partido que nació de la fusión entre el movimiento Progresistas, de Petro y sus aliados, y el Partido Verde. Fue candidato al Senado en 2014 y con 30 mil votos se convirtió en uno de sus cinco senadores electos.

En 2017 se convirtió en el Presidente del Partido y en diciembre de ese año anunció que no repetiría su aspiración al Senado porque iba por las regionales. Un año después, en diciembre de 2018 anunció su aspiración para repetir en la Alcaldía de Cali.

Su candidatura siempre pintó fuerte no solo por los apoyos que recibió dentro del Partido Verde, sino por la estructura propia que tiene en Cali, especialmente su grupo los Gatos que es fuerte en las zonas populares de la ciudad.

Durante toda esa campaña lo rondaron ruidos judiciales. En específico, en mayo de 2019 la Fiscalía le imputó cargos por la firma, al parecer irregular, de un contrato de publicidad a inicios de su primera Alcaldía en 2008.

Se trató de un contrato que su secretario general Pedro Barco, firmó con la empresa Vissión Digital, del publicista Guillermo Lombana, exasesor de su campaña en 2008, por 466 millones de pesos, ya que la firma había sido creada dos días antes de la suscripción del contrato.

Ospina dice que él mismo denunció la irregularidad del contrato y desde que fue imputado adujo una persecución política de las élites de cacaos caleños, su contrincante Roberto Ortíz, el uribismo y el diario El País, porque su campaña pintaba fuerte.

Pese a la imputación, Ospina recibió apoyos de varios partidos: el Liberal, el Polo, el petrismo, el afro santista Colombia Renaciente y La U que en Valle domina la gobernadora Dilian Francisca Toro, con lo que conformó un todo vale con la que le peleó la elección a su más cercano contrincante, Roberto Ortiz, quien se lanzó por firmas y luego reunió a los partidos de la derecha.

A inicios de octubre, la Fiscalía anunció que llamaría a Ospina a audiencia de imputación de cargos 15 días después de la elección a la Alcaldía, por lo que el candidato anunció una huelga de hambre que levantó a las 72 horas.

Al final, fue elegido con 298 mil votos, sacándole una ventaja de casi 100 mil votos a su contrincante Ortiz.