La segunda ministra de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, TIC, y primera Alta Consejera para las Regiones del gobierno de Iván Duque, es una abogada de la Universidad del Norte, reconocida como técnica y con vínculos con la poderosa casa Char de Barranquilla.

Inició su carrera en lo público en 2001, como auxiliar judicial de la Corte Constitucional en el despacho de los entonces magistrados Alfredo Beltrán y Eduardo Montealegre.

Entre el 2002 y el 2008, trabajó como consultora en la división de modernización del Estado del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que en ese entonces cubría los países de Centroamérica. Fue allí en donde conoció Iván Duque, futuro presidente de Colombia en el 2018, quien en ese entonces era consejero del Director Ejecutivo de Colombia y Perú en el BID, que era Luis Guillermo (Luigi) Echeverri.

En 2008, se fue al Banco Mundial, donde trabajó un año como consultora.

En el 2009, volvió a su natal Barranquilla a trabajar como directora ejecutiva de la fundación Nu3, empresa que ha sido contratista de la Alcaldía para programas de alimentación y nutrición para niños entre cero y cinco años y madres de estratos 1 y 2.

Tres años después, fue nombrada por la entonces alcaldesa charista de Cambio Radical, Elsa Noguera, como Secretaria de Gestión Social.

Hizo parte del gabinete de Noguera por dos años hasta que se mudó a Bogotá a trabajar como Directora de Primera Infancia del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF).

Allí conoció a la primera dama María Clemencia Rodríguez, ya que ella maneja directamente el programa De Cero a Siempre y trabaja de la mano con el ICBF y esa Dirección.

A comienzos del 2016, dejó su cargo en el ICFB y se fue a trabajar con el recién electo alcalde barranquillero Alejandro Char, cabeza del grupo político más poderoso del país, como Secretaria de Educación.

Esta cercanía con la casa Char, por trabajar en dos de sus alcaldías y ser cercana al megacontratista de Barranquilla Christian Daes, hizo que, cuando fue nombrada directora del ICBF en agosto del 2017, fuera vista como una ficha del charismo a nivel nacional, como lo contamos en esta historia de La Silla Caribe.

No obstante, cómo ella misma nos contó, llegó al cargo gracias a su experiencia en el sector y al apoyo de la Primera Dama con quien ya había trabajado.

A mediados de julio de este año renunció a la Dirección del ICBF en medio de rumores de una posible aspiración a la Alcaldía de Barranquilla.

Sin embargo, estos rumores se esclarecieron cuando fue nombrada el 7 de agosto del 2018 como Alta Consejera de las Regiones por el entonces recién posicionado Iván Duque a quien conocía desde hace casi 20 años por su trabajo conjunto en el BID.

El 29 de abril de 2020, el presidente Duque la nombró como ministra de las TIC en reemplazo de Sylvia Constain que renunció tras recibir una oferta en el sector privado. Aunque Abudinen no tiene experiencia en el sector de telecomunicaciones, Duque la puso en el cargo por la capacidad de ejecución que había mostrado en la organización y seguimiento de sus talleres Construyendo País, además de su cercanía con los políticos del Caribe y como un guiño a la casa Char. 

A finales de 2020 arrancaría el escándalo que llevó a su renuncia: el MinTIC de Abudinen entregó un billonario contrato al consorcio de contratistas Centros Poblados para instalar 7 mil puntos de internet cerca de colegios. El contrato estuvo rodeado de dudas alrededor de la idoneidad de las empresas que conformaban el consorcio, como que no tenían experiencia suficiente. Abudinen y su equipo defendieron la licitación.

Durante el primer semestre de 2021, Centros Poblados se retrasó en la ejecución del contrato y para julio, las denuncias de medios como La W y El Tiempo confirmaron que los contratistas entregaron papeles falsos al minTIC para ganar el contrato. Para agosto, Abudinen fue la séptima ministra del gabinete de Duque en enfrentar una moción de censura ante la Cámara. Y tras perder el apoyo político de La U y los liberales y recibir fuertes críticas en redes sociales, Duque le pidió la renuncia.     

Fue reemplazada por la abogada Carmen Ligia Valderrama.