Este es un espacio de debate que no compromete la opinión de La Silla Vacía ni de sus aliados.
El sector energético es fundamental para el desarrollo de los países, ya que fomenta el crecimiento económico y garantiza el bienestar y la calidad de la población. Sin embargo, el uso de los energéticos se incrementa en promedio anualmente entre el 1 al 2%, al tiempo que se espera que para el año 2050 la capacidad mundial de generación de energía eléctrica aumente entre un 50% y un 100% y la generación de electricidad entre un 30% y un 76%, de acuerdo con datos de la Agencia Internacional de Energía. Esto implica que la cadena de valor de este sector se promueva la sostenibilidad al promover procesos y fuentes de energía que reduzcan sus impactos al medio ambiente y con responsabilidad social.
En este contexto, es fundamental desarrollar y utilizar nuevas energías, muy relacionada con la ciencia y la innovación tecnológica, que influye en las fuentes y usos de energía, patrón global de los procesos que requieren energía y desarrollo humano desde otras perspectivas por las múltiples posibilidades de energía y electricidad para mejorar la calidad de vida de las personas.
La integración exitosa de la ciencia, la tecnología y la innovación (CTI) requiere de un enfoque integral que aborde los requerimientos de la sociedad, donde la energía es fundamental para que desde la CTI se generen nuevos conocimientos e innovaciones tecnológicas que garanticen el desarrollo sostenible del sector.
El conocimiento y la innovación en tecnologías de energía limpia se debe acelerar para lograr el Escenario de Emisiones Netas Cero (ENC) para 2050. Aunque la mayoría de las emisiones de CO2 necesarias para 2030 se logran con tecnologías disponibles en el mercado, el camino hacia 2050 dependerá de tecnologías que aún no están listas para una adopción generalizada, pero que deben estar disponibles en esta década, especialmente en sectores con dificultades para descarbonización como la industria pesada y el transporte de larga distancia, teniendo en cuenta que los avances se están generando más rápidamente en aquellas partes del sistema energético para las que ya se dispone de tecnologías limpias y los costos están cayendo rápidamente, como la generación de electricidad y los automóviles de pasajeros.
Los principales avances en innovación tecnológica en el sector energético son las siguientes, de acuerdo con la Agencia Internacional de Energía: i. Vehículos eléctricos: la capacidad de fabricación para baterías de vehículos eléctricos es suficiente para satisfacer los requisitos de demanda esperados en 2030 en el escenario ENC, según los fabricantes. ii. Bombas de calor: con un crecimiento de las ventas del 11% en los últimos años, se acerca al crecimiento anual compuesto promedio del 15% necesario para alinearse completamente con el Escenario de ENC. iii. Eficiencia energética: cada vez los procesos son menos intensivos y se generan tecnologías que reducen el consumo energético.
En Colombia, la CTI ha trabajado en iniciativas energéticas innovadoras, especialmente en energías renovables e hidrogeno, como estrategias para la transición energética y/o descarbonización de la economía. Además, las tecnologías energéticas que requieren estas estrategias podrían ofrecer diferentes oportunidades para promover proyectos de investigación y desarrollo, aumentar los programas de educación y la fuerza laboral, lo que podría generar innovaciones y generación de conocimiento en este sector, reduciendo las desigualdades regionales.
Además, las diferentes iniciativas de energías renovables y la hoja de ruta del hidrógeno aplicando ciencia e innovaciones tecnológicas podrían convertir al país en un líder en el desarrollo de energías renovables en la región, lo cual requiere de cooperación internacional, inversiones en nuevos proyectos con instrumentos de innovación, desarrollo continuo de procesos energéticos de investigación e incentivos fiscales, entre otros, que permitan una transición energética efectiva y la descarbonización de la economía para promover el desarrollo sostenible.
Por ello, el 4 y 5 de marzo de 2024 en la Agencia Internacional de Energía ocho economías emergentes, que incluyeron a Colombia, mostraron la importancia del desarrollo y/o transferencia tecnológica, la generación de innovaciones y conocimiento en el sector energético como elementos fundamentales para cumplir los compromisos frente al cambio climático, lograr el neto cero para el 2050 y promover economías descarbonizadas en los diferentes sectores que requerirán seguir promoviendo innovaciones tecnológicas que aporten a un desarrollo sostenible global.
