Luisa de la Cuesta
Luisa de la Cuesta

Sí, Obras por Impuestos está en riesgo, y con él la posibilidad de que el sector empresarial contribuya al desarrollo de las zonas más vulnerables del país. Este mecanismo nació en 2016 con la idea de que las empresas tuvieran una forma directa de involucrarse en la construcción de paz, pagando hasta el 50 por ciento de su impuesto de renta mediante el desarrollo de proyectos en las regiones más afectadas por el conflicto.

Desde 2018 (el primer año de su ejecución) hasta 2023, se han aprobado más de $1.9 billones para este tipo de iniciativas, de acuerdo con la Agencia de Renovación del Territorio (ART). Dentro de las obras entregadas hay un colegio en Cajamarca (Tolima), un alcantarillado en Quibdó (Chocó) y una vía en El Tarra (Norte de Santander), entre muchas otras.

Sin embargo, un decreto del Ministerio de Hacienda puede poner en jaque la fuerza que ha tomado esta herramienta, pues aumenta las tasas de autorretención y retención en la fuente para el impuesto de renta.

La autorretención es una figura mediante la cual un contribuyente se retiene a sí mismo la obligación tributaria que debe pagarle al Estado. Esto se hace con el fin de facilitar o acelerar el recaudo, por ejemplo, del impuesto de renta, y el gobierno tiene la facultad de fijar el porcentaje de la retención en la fuente y de la autorretención.

Con el Decreto 261 de 2023 se aumentaron las tasas de autorretención, pasando su valor mínimo de 0,44% a 0,55%, y el máximo de 1,60% a 4,50% para algunas industrias, entre ellas las extractivas. Esto hace que, en muchos casos, al momento de presentar la declaración de renta las empresas tengan un saldo a favor, porque al hacer autorretención anticipada ya pagaron su tributo por adelantado.

El decreto, que entró en vigencia en febrero de este año, podría poner en peligro la financiación de Obras por Impuestos. Es decir, como la financiación se hace con el impuesto de renta, al subir la tarifa de autorretención las empresas ya no tendrían un impuesto que puedan pagar a través de la ejecución de una obra. De este modo, bajaría la cantidad de contribuyentes que quieran utilizar el mecanismo y, por lo tanto, podría quedar desfinanciado.

¿Las empresas pueden continuar haciendo Obras por Impuestos a pesar de tener un saldo a favor? Sí, esto es posible si pagan su impuesto correspondiente por anticipado, desarrollan el proyecto y piden una devolución a la Dian. Sin embargo, no resulta eficiente por varias razones.

La primera es que afecta la caja de las compañías, pues ya pagaron su obligación mediante la autorretención y, además, tendrían que ejecutar la obra usando sus propios recursos. Vale la pena recordar que con la modalidad Fiducia, la más empleada en Obras por Impuestos, los contribuyentes pagan su impuesto en una fiducia y con esos recursos, que son públicos, se desarrollan las iniciativas.

En un escenario como el actual, de volatilidad económica y política a nivel nacional e internacional, las empresas prefieren ser cautelosas con el manejo de su caja y minimizar riesgos que puedan afectar su flujo.

La segunda razón es que, aunque en teoría la Dian tiene unos plazos estipulados para hacer las devoluciones, en la práctica estos tiempos no se cumplen. Por ejemplo, procesos que deberían tomar 50 días tras la solicitud de devolución se pueden tomar un año, y aquellos que toman 20 días siete meses. Esto significaría para la empresa, nuevamente, un problema de caja por el retraso en el retorno de los recursos.

Otra posibilidad para las compañías es hacer las obras a través convenios. Esta es la opción menos atractiva, justamente por el esfuerzo que deben hacer de aportar recursos propios para desarrollarlas a cambio de los títulos de renovación del territorio (TRT), que pueden negociar para pagar hasta 50 por ciento de su impuesto de renta. Pero tampoco es conveniente, pues, como en el escenario anterior, la empresa ya hizo su pago por adelantado a través de las autorretenciones y no podría utilizar los TRT para pagar sus impuestos.

Finalmente, para las empresas queda la opción de seguir haciendo Obras por Impuestos, pero por montos más reducidos. Por ejemplo, una empresa que hacía proyectos por $100.000 millones en el pasado hará obras de $20.000 millones para esta vigencia, y probablemente no tenga margen para hacer en la próxima.

Esto sería una lástima, ya que los contribuyentes más comprometidos llevan seis años conociendo y aprendiendo de esta política pública para realizar cada vez más obras de mayor importancia que puedan beneficiar a las comunidades en los municipios más afectados por la violencia.

El panorama es desesperanzador porque hay poco margen de maniobra para cambiar esta nueva normativa. Algunos de los contribuyentes más experimentados han intentado encender las alarmas, generar propuestas y llegar a los tomadores de decisiones para modificar el decreto a favor de Obras por Impuestos, que podría quedar desfinanciado. Aunque se pudiera ajustar hoy, el cambio se vería en 2025. Es decir, para la vigencia de 2024, las empresas con más pericia en el mecanismo no participarían, o lo harían con iniciativas menores.

Obras por Impuestos ha trascendido ideologías, tres gobiernos distintos y ha probado ser una forma eficiente y eficaz de cooperación entre el sector público y el empresarial. Sería un despropósito que una herramienta que ha llevado vías, energía, acueductos, educación y otros servicios básicos a las comunidades que más lo requieren se quede sin recursos.

Este decreto es la prueba de que se necesita que el mecanismo tenga una mayor estabilidad jurídica para que los constantes cambios en materia tributaria no lo pongan en peligro. También, y más importante aún, es un llamado al gobierno para que no deje perder el trabajo conjunto que la institucionalidad y las empresas han hecho para construir paz en Colombia.

Internacionalista de la Universidad del Rosario. Magíster en Estudios de Globalización y Desarrollo de la Universidad de Maastricht (Países Bajos). Ha trabajado desde el sector privado con diferentes empresas, organizaciones sin ánimo de lucro y en iniciativas de responsabilidad social corporativa....