Claudia González Sánchez, Esteban Piedrahita Uribe, Gonzalo Hernández Jiménez, Juan José Echavarría Soto, Gabriel Mauricio Cabrera Galvis, Mónica de Greiff, Saul Kattan, Sandra Ospina Arango, Luis Alberto Zuleta Jaramillo.
De izquierda a derecha de arriba a abajo: Claudia González Sánchez, Esteban Piedrahita Uribe, Gonzalo Hernández Jiménez, Juan José Echavarría Soto, Gabriel Mauricio Cabrera Galvis, Mónica de Greiff, Saul Kattan, Sandra Ospina Arango, Luis Alberto Zuleta Jaramillo.

Terminada la más reciente reunión de los miembros de la Junta Directiva de Ecopetrol, en la tarde de este viernes, siguen sin estar conformes con la plancha de candidatos enviados por el gobierno Petro, lo que confirma que la junta directiva, el órgano principal de gobierno de la petrolera estatal, se ha convertido en un muro de contención a las posturas cada vez más populistas de Gustavo Petro.

La mayoría de miembros se ha parado en la raya, en una situación con pocos precedentes, y ha rechazado en dos ocasiones planchas de nuevos candidatos porque no cumplen los requisitos. Es un enfrentamiento extraño, pues la mayoría de los miembros fueron nombrados durante este gobierno y son simpatizantes del presidente Petro. Y deja en la mitad a Ricardo Roa, el presidente, cercano a Petro, pero cada vez más cuestionado por su rol como gerente de campaña de Petro.   

La próxima asamblea de accionistas de Ecopetrol, programada para el 22 de marzo, es la siguiente cita para que la plancha propuesta por el gobierno llegue a renovar los miembros actuales de la junta directiva. Pero como ellos mismos deben darle luz verde a los candidatos que presenta el gobierno, como un primer filtro, esa elección sigue embolatada luego de los repetidos rechazos a los perfiles que les han enviado. Argumentan que los candidatos no cumplen con la experiencia necesaria para dirigir la empresa. Mientras Petro quiere perfiles cada vez más diversos— un sindicalista, una política feminista y una funcionaria antifracking— pero sin conocimiento del sector.  

En la junta no creen que el gobierno vaya a enviar una plancha distinta, por lo que el choque no se resolverá pronto. La empresa, cuya acción ha caído más de 10 por ciento en la última semana, camina hacia un impasse interno poco después de presentar resultados financieros que cayeron mal en el mercado. Esos signos de desconfianza se pueden ahora profundizar por la parálisis de su gobierno corporativo, mientras Ecopetrol se convierte en escenario de pugna entre su gobierno corporativo y la visión cada vez más radical del presidente contra lo que llama la “tecnocracia” y a favor de representantes del “pueblo”.

La plancha llena de peros que mandó Petro

Como mostró esta semana un documento conocido por El Tiempo, la junta de la empresa más grande del país sigue sin estar conforme con los candidatos que le mandó el Ministerio de Hacienda, que es la entidad que hace esa selección como representante del accionista mayoritario (88%), que es el gobierno.  

De aceptarse la plancha que presenta el gobierno saldrían cinco miembros de la empresa actuales y se quedarían cuatro: Mónica de Greiff, Gonzalo Hernández Jiménez, Esteban Piedrahíta y Juan José Echavarría. 

La carta que la Junta envió al ministro, Ricardo Bonilla, dice que la plancha “no es adecuada ni conveniente para la Compañía”. La firman siete miembros de la junta: Mauricio Cabrera, Saúl Kattan, Sandra Ospina, Juan José Echavarría, Esteban Piedrahita, Claudia González y Luis Alberto Zuleta. 

Los dos restantes, que no la firmaron, son Mónica de Greiff y Gonzálo Hernández.

Entre los nombres que envió el gobierno en esa plancha está el del viceministro de Trabajo, Edwin Palma. Palma es expresidente de la Unión Sindical Obrera (USO) y lleva sonando desde el año pasado como candidato, aunque en ese momento el exministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, intervino para oponerse a su nombramiento. 

La otra figura propuesta es la viceministra de Ambiente, Lilia Roa Avendaño, que acaba de aterrizar a ese cargo a comienzos de enero y es una conocida activista antifacking. También está la política y fórmula vicepresidencial de Petro en la campaña de 2018, Ángela María Robledo. Ambas fueron contactadas a finales de enero por el Ministerio de Hacienda para ser incluídas en la plancha.  

Robledo llegó a la lista de nominados, según supo La Silla por una fuente que conoció del proceso, porque Petro quiere que visibilice los temas sociales en la empresa y para diversificar los perfiles de la Junta. Su experiencia fuera de la política está atada a la dirección de fundaciones y temas sociales y no a los hidrocarburos.     

Repite Guillermo García Realpe, el exsenador liberal que ya había enviado el ministerio desde el año pasado, en una plancha que también fue rechazada y en la que estaba Alberto Merlano, familiar de la primera dama, Verónica Alcocer, como contó La Silla Vacía.

La plancha propuesta dejaba a Ignacio Pombo Villar, este último es representante de los gobernadores, pero fue reemplazado a último momento por Álvaro Torres Macías, luego de que notificaran un impedimento de Pombo. Por esta razón, el presidente, Ricardo Roa, nominó directamente a Torres Macías, un ingeniero eléctrico conocido suyo que tiene amplia experiencia en el sector de infraestructura y energía en el país. 

Según le contaron a La Silla Vacía dos fuentes que conocen el proceso por dentro, luego de la reunión que tuvieron el miércoles a las 9 de la noche para seguir analizando a los miembros de la plancha, los peros son especialmente con dos de los candidatos.  

Con el perfil de Edwin Palma la objeción es si la experiencia laboral que reporta alcanza para cumplir el criterio de los 12 años que le exige la empresa. Hay un debate sobre si esa experiencia cuenta desde que recibió el grado universitario o desde que ha trabajado en temas relacionados con la experiencia que pide la empresa. En Twitter, el viceministro expresó su molestia con el procedimiento de elección. “Es un procedimiento extraño, dilatorio, doloso”, dijo. 

Pero el perfil que más genera ruido es el de la viceministra de Medioambiente, Lilia Tatiana Roa. Una de las fuentes dice: “Es como poner en la Junta de la Plaza de Toros a una antitaurina”. Uno de los miembros dice que la viceministra debió declararse impedida para participar porque claramente tiene una agenda en contra de uno de los negocios actuales de la entidad, dado que la empresa tiene proyectos de fracking en Estados Unidos. 

Dicen que los perfiles de Angela María Robledo y de García Realpe funcionarían para hacer parte de la Junta si fueran casos individuales, pero que el problema es con el conjunto de la plancha. “Cuando son cinco que no tienen experiencia empresarial el balance es malo”, dice una fuente que conoce el proceso. 

También mencionó que tienen dudas de que en la plancha propuesta cumplan con el criterio que pide la Bolsa de Nueva York de que al menos uno de los miembros tenga experiencia financiera relacionada con empresas listadas en la bolsa. Actualmente es Luis Alberto Zuleta quien cumple ese criterio, pues tiene amplia experiencia como director de varias Juntas Directivas, incluída Bancolombia. 

Una de las fuentes afirma que no es por oposición a Petro que están rechazando la plancha enviada por el Ministerio. 

“Yo estoy muy de acuerdo con muchas de las posturas de Petro, pero hay unos estatutos que cumplir, y a los miembros de la junta nos toca obedecerlos”, dice. 

A pesar de esto, dentro de la USO, el principal sindicato de la empresa, ya cuestionan a la posición de los miembros de la Junta .“Al mejor estilo de los dictadorzuelos, una mayoría de la actual junta directiva de Ecopetrol se quiere perpetuar en el poder para impedir que se cumpla la decisión del Gobierno de nombrar nuevos miembros en ese organismo”, dicen.

La contrarreloj de la Asamblea

A menos de 15 días de la próxima asamblea de Ecopetrol quedan dos caminos para el Ministerio de Hacienda. O cambia totalmente los perfiles de la plancha o sólo cambia algunos y deja a la mayoría como están. 

Las fuentes consultadas que conocen el proceso de cerca creen que el Ministerio no hará ajustes grandes e insistirá en los perfiles que ya tiene, aunque podría haber un ajuste en uno de los candidatos presentados.  

El Ministerio de Hacienda no ha enviado todavía nuevos nombres y respondió para esta nota que no hará un pronunciamiento sobre el tema.

En ciernes está la pregunta sobre si el gobierno Petro puede, en todo caso, llevar a la Asamblea la plancha que quiera sin el visto bueno de la Junta. Según el concepto de una abogada que conoce el gobierno corporativo de la entidad, sí podría hacerlo. 

“Los miembros de la Junta están obligados a decir si un candidato les genera ruidos frente al gobierno corporativo, pero lo que dice la Junta es un insumo para una decisión que finalmente es de la Asamblea, así que el gobierno puede insistir en la plancha que ya tiene”, dice una persona que conoce desde dentro ese proceso en la empresa.

Sobre las cuentas de votación, dentro de la Junta creen que tampoco habrá cambios. Para algunos que conocen el proceso, la negativa a firmar de Mónica de Greiff y de Gonzálo Hernández se debe a que no quieren enfrentarse al gobierno cuando sus perfiles son precisamente los únicos dos que están dejando con el cambio de miembros de la Junta.  

Adicionalmente, tanto Mónica de Greiff como Gonzálo Hernández aparecen, como contó el periodista Daniel Coronell, como miembros de la junta directiva de Aris Mining, la minera que explota oro en Segovia y Marmato. Aris Mining es una de las compañías del empresario de los hidrocarburos Serafino Iacono, a quien Ricardo Roa, antes de estar en el cargo como presidente de Ecopetrol, le compró un lujoso apartamento a bajo costo. 

Esto ha despertado acusaciones sobre un posible conflicto de interés por parte de Roa dado que varias empresas de Iacono tienen interés en hacer acuerdos con filiales de Ecopetrol. La pregunta sobre ese conflicto de interés se extiende ahora a los dos miembros de la Junta Directiva que no firmaron la carta con reservas sobre los candidatos del gobierno. 

Por ahora, el episodio pone en esa disidencia de siete miembros dentro de la Junta una contención a los planes de Petro de poner ambientalistas, representantes del sector social y sindicalistas a encabezar el órgano de decisiones más importante de la petrolera. Un episodio que le añade otro capítulo a la discusión sobre el lugar que le da el gobierno a activistas y a técnicos en el liderazgo de sus políticas. 

Soy editor de la Silla Académica y cubro las movidas del poder alrededor del medioambiente en la Silla.