El medidor de los alcaldes salientes de La Silla Vacía compara datos de cómo los mandatarios recibieron nueve temas claves de sus antecesores y cómo los dejaron antes de irse (con las últimas cifras disponibles).  

El cálculo que se presenta es de variación porcentual, no de valores absolutos. El ejercicio busca comparar qué alcalde logró un cambio mayor frente a lo que recibió. Los datos no muestran cuál ciudad es la mejor en cada uno de los temas. Se trata de una medida de cambio que generó cada alcalde, o que sucedió durante su periodo. Las ciudades analizadas son Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla y Bucaramanga. 

Los nueve datos escogidos reflejan distintos aspectos de la gestión. Se pueden agrupar en tres grandes áreas: seguridad, política social y política económica. El tablero utiliza cifras que hacen posible una comparación entre ciudades, pues tienen unidad metodológica. 

Sin embargo, ciertos datos recogidos por el Dane reflejan lo que sucede en áreas metropolitanas. Es el caso de Medellín, Bucaramanga y Barranquilla. Es decir, además del municipio de cada alcalde, incluyen otros aledaños. Por ejemplo, en Medellín también cuentan a Envigado y otros cinco municipios. Pese a esto, las ciudades principales en todas las áreas tienen el mayor peso estadístico.  

Aquí puede consultar la base de datos completa.

En Medellín, con Quintero, bajó 40% el homicidio

Entre 2019 y 2023 los homicidios pasaron de 509, en el último año de Federico Gutiérrez, a 302. Es una caída significativa, sobre todo en medio del clima adverso en seguridad que vive el país. 
En su rendición de cuentas, la Alcaldía de Medellín atribuye este logro a la inversión en tecnología que hizo su administración, en temas como cámaras de reconocimiento facial. Por otro lado, en la ciudad se ha establecido una pax mafiosa, como lo reveló La Silla Vacía, construida en medio de las expectativas de una negociación con grupos criminales de narcotraficantes con el gobierno de Gustavo Petro.

En el otro extremo está el salto del homicidio en Barranquilla. La violencia entre grupos criminales, desde hace una década, ha incrementado los asesinatos en toda la región, incluso más en Cartagena y Santa Marta. La respuesta del alcalde Pumarejo fue complaciente y poco efectiva.   

La mejora en Cali durante la gestión de Jorge Iván Ospina también es notable. Sin embargo, sigue siendo la ciudad grande con la tasa de homicidio más alta de Colombia, con 832 asesinatos en 2023 (con corte a octubre), apenas 32 menos que Bogotá, una ciudad cerca de cuatro veces más poblada. 

Por su lado, la capital, con Claudia López, rompió la tendencia de caída del homicidio.

Solo en la Cali de Ospina baja el hurto, pero con cifra cuestionada

La reducción de hurtos en Cali no cuadra, pero es la cifra que reporta la Policía Nacional, a partir de datos municipales. Como lo señaló un editorial de El País de Cali, es “difícil entender que de una media de 2000 hurtos mensuales a personas, reportados entre enero y junio de 2023, se pasara como por arte de magia a menos de 200 en julio y agosto o apenas a 670 en septiembre”.

También, de acuerdo con el observatorio Cali Cómo Vamos, ha habido cambios que no han sido claros en las cifras que registran este delito en el portal de la Policía. Si se hiciera el cálculo con base en las cifras comparadas entre el 2019 y el 2022, el incremento habría sido de 19%. 

Más allá de esa anomalía estadística, en las otras cuatro ciudades capitales aumenta el hurto. En donde lo hace en menor medida es en Barranquilla.

El fenómeno de alto impacto para la seguridad ciudadana tiene su peor aumento en Bucaramanga. Cárdenas ha señalado que se trata de un problema causado por la inacción del gobierno nacional, y ha reclamado medidas del presidente Petro. Más allá de las explicaciones, el aumento concuerda con la victoria del pastor Jaime Bernal, que llegó en gran parte de los votantes con una plataforma de mano dura contra el crimen. 

Ningún alcalde logró bajar la pobreza que dejó la pandemia 

Quizás las cifras de 2023 (que se entregarán en 2024) muestren otra cosa. Pero hasta el 2022, la última medición de pobreza disponible, todas las ciudades registraban más personas con necesidades básicas insatisfechas en comparación con las cifras que encontraron tras su posesión los alcaldes salientes. 

El dato muestra el impacto duradero que ha tenido la pandemia, una emergencia que cruzó las gestiones de todos los alcaldes.

Los que más lograron reducir la brecha que se abrió en pobreza monetaria fueron las ciudades más grandes, Medellín y Bogotá, que lograron montar programas propios de transferencias no condicionadas. 

Barranquilla, en este caso medida con su área metropolitana, que incluye a una ciudad intermedia muy pobre como Soledad, queda rezagada. La pobreza incrementó 54% durante la pandemia, mientras que el promedio del incremento nacional fue del 11%. Las medidas distritales para frenar el fenómeno no fueron suficientes, excepto en términos de seguridad alimentaria.     

En Barranquilla, con Pumarejo, la seguridad alimentaria subió casi 100%

La foto del hambre en las ciudades es tomada comparando el 2020, en plena pandemia, con el 2023. El logro enorme de Pumarejo en Barranquilla es paradójico si se compara con el de pobreza. Sin embargo, según los datos de la encuesta de Pulso Social del Dane, el número de hogares que comen tres comidas diarias se duplicó, pasando de 43% a 86%. 
Luego de críticas por el deterioro de la situación social en la pandemia, la Alcaldía de Barranquilla hizo multimillonarias contrataciones en alimentación escolar, como detalló una investigación de La Silla y Contratopedia.

La otra cara está en Medellín. En el área metropolitana, según el Dane, el número de personas que come tres comidas al día no se ha recuperado desde la pandemia. El fenómeno se da al mismo tiempo que la Alcaldía de Quintero enfrenta escándalos de corrupción en su programa de alimentación escolar.  

Los alcaldes de Medellín y Bucaramanga dejan la mayor alza en el empleo 

Las dinámicas del empleo son difíciles de atribuir a un solo factor. Pero en términos de reducción del desempleo, desde cuando recibieron de sus antecesores, Quintero y Cárdenas son los que mejores resultados tienen. En Medellín, la ciudad recibió 1,3 millones de extranjeros en 2022, un 49% más que en 2019, cuando llegaron 929 mil. Ambas ciudades terminan con cifras de un solo dígito, y habían recibido en dos.

En Barranquilla, la ciudad grande del país con mayor tasa de informalidad, el desempleo no solo subió, sino que sigue los empleos que hay son muchos de mala calidad. 

Con Pumarejo, Barranquilla fue la que más creció el recaudo

La medición de La Silla comparó cifras de recaudo brutas, sin incluir la inflación, por lo cual era esperable que todas las ciudades tuvieran incrementos. Sin embargo, la administración de Pumarejo muestra el mejor desempeño. Cerró, en las últimas cifras disponibles de 2022, con 1.5 billones de pesos. 

Bogotá está muy cerca en el aumento porcentual, pero las cifras absolutas muestran la ventaja que tiene la capital frente a otras ciudades. Su recaudo proyectado en 2023, la única ciudad que tiene esa cifra, está por los 12,3 billones de pesos.

La política escolar de Claudia lidera la reducción de la deserción escolar

La política educativa fue uno de los grandes avances de Claudia López en Bogotá. Pero más allá de los publicitados programas como Jóvenes a la U, de becas para universitarios, en la educación básica y media tuvo los mejores rendimientos en frenar la deserción. Además, en otros indicadores, como las pruebas Pisa, también logró avances en calidad.

Barranquilla, en cambio, reporta un aumento enorme de deserción. La foto deja mal parado al alcalde Pumarejo. Sin embargo, tiene bemoles: la ciudad tenía una de las tasas más bajas entre las grandes capitales (0,75%) e incluso con un salto de 140%, su registro sigue estando por debajo de otras ciudades como Medellín. 

Los alcaldes progresistas bajaron más el embarazo adolescente

El panorama del embarazo adolescente e infantil es alentador en todas las ciudades, excepto por Bucaramanga, donde no hay datos comparables disponibles.

En Bogotá, la ciudad que más avanzó, hubo una política basada en los colegios y con tecnología, con una aplicación llamada Sexperto. Medellín, muy de cerca en reducción, atribuye el éxito a programas como Matrícula Cero y Computadores Futuro, en una gestión que estuvo liderada por la esposa del alcalde, Diana Osorio. Como sea, se trata de dos ciudades que tuvieron un abordaje progresivo en el tema de la educación sexual.

Cárdenas, en Bucaramanga, tuvo el mayor descalabro en popularidad

Ningún alcalde perdió menos de un tercio de su imagen positiva. Esta medición registra la caída porcentual en la aprobación, según la encuesta Invamer Poll. Ni siquiera Pumarejo, alcalde de una ciudad proverbialmente amable con sus mandatarios desde hace tres periodos, sale del todo intacto. 

Juan Carlos Cárdenas, en Bucaramanga, es el más golpeado. El sucesor de Rodolfo Hernández sufrió luego la oposición de su padrino político y tuvo una metamorfosis de outsider a politiquero, como mostró una investigación de La Silla.

Daniel Quintero también merece una mención. En Medellín es el alcalde que sale con la peor imagen positiva desde que Invamer Poll hace mediciones, con 23%.