Los ministerios de Hacienda y de Trabajo ya llegaron a un acuerdo para que la plata extra que le entraría a Colpensiones con la reforma pensional se ahorre y no se gaste. El ministro José Antonio Ocampo acordó con la minTrabajo crear una especie de Administradora de Fondos de Pensiones (AFP) pública. Con esa fórmula, el mercado de capitales y los bonos de deuda pública con los que se financia el Estado a corto y a largo plazo tienen un respiro. A la vez, el gobierno le arrebata casi todo el negocio a los fondos privados que hoy invierten esa plata en TES y en acciones de empresas.
La reforma pensional, junto con la laboral, se presentarán públicamente el 16 de marzo. Y el presidente Petro recibirá el articulado mañana para discutirlo el fin de semana con su gabinete.
¿Cómo lo sabemos?
Tres fuentes del gobierno y una que sigue de cerca el proceso le confirmaron a La Silla que esa posibilidad se ha venido discutiendo desde hace unas semanas, sobre todo por iniciativa del ministerio de Hacienda, que encabeza José Antonio Ocampo.
Incluso, hoy José Roberto Acosta, director de crédito público del ministerio de Hacienda le dijo a medios que “el efecto de la pensional sobre el mercado de capitales no va a ser tan dramático”.
¿Por qué lo quieren cambiar?
Según las fuentes, la preocupación del ministro Ocampo frente a la reforma pensional que impulsa la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, ha sido, sobre todo, por el impacto que pueda tener sobre los TES. Los fondos privados de pensiones —que marchitaría la reforma— son los segundos tenedores de esos bonos de deuda pública con los que se financia una parte significativa del Estado en Colombia.
La propuesta que fue presentada en noviembre por Ramírez plantea que los primeros cuatro salarios mínimos deben cotizarse obligatoriamente a Colpensiones. Y el resto en los fondos privados de pensiones, las AFP.
La justificación del gobierno es que de esta manera podría darles una pensión de medio salario mínimo a los viejos más pobres que no logran pensionarse.
Ese cambio implicaría, según cálculos de Fedesarrollo, que las AFP dejarían de recibir al año unos 15 billones de pesos, que hoy se invierten en TES, mercado de capitales, empresas y algunas obras de infraestructura. Ese monto se parece a la reforma tributaria de Duque, que recaudó 14 billones de pesos el año pasado.
Con la reforma, Colpensiones tendría esa plata extra.
¿Cómo lo harían?
Se crearía un fondo que administraría Colpensiones. Eso sería una especie de AFP pública con la que podrían ahorrar la plata extra, e invertirla en TES y en el mercado de capitales.
De esa manera, se sostiene esa inversión que, con la propuesta actual, podría dejar cojo al mismo Estado que se financia por esa vía. Y al mismo tiempo, Petro le quitaría una buena parte del negocio al sector privado, en la línea de este gobierno de que los privados no tengan un lucro con plata pública.
¿Cómo blindarían ese fondo de la mermelada?
Porque el fondo de ahorro tendría una destinación específica por ley, en la que solamente aparecen los TES y el mercado de capitales. De esa manera evitarían que esa plata se utilice para otra cosa y se vuelva una caja menor del gobierno.
¿Por qué le quitan esa inversión a las AFP?
Así como pasa con las otras reformas del gobierno Petro, la pensional plantea quitarles poder a los privados para dárselo al Estado. “Ese mecanismo lo único que ha generado es que ese dinero de los cotizantes, guardado durante 20 o 30 años en los bancos, sólo enriquezca a dos banqueros”, dijo Petro durante su discurso de balcón el pasado 14 de febrero.
Hoy los dos fondos privados de pensiones con más afiliados son Porvenir del Grupo Aval, que es de Luis Carlos Sarmiento Angulo, y Protección, propiedad del Grupo Empresarial Antioqueño (Gea).
El otro argumento del gobierno de Petro es que con un sistema pensional que se concentra en el Estado, las personas podrían ahorrarse las comisiones que les pagan a sus AFP.
De acuerdo con cifras de la Superfinanciera, del 16 por ciento de su sueldo que cotiza la gente en pensión cada mes, el 4,5 por ciento de eso se va a tres fuentes: las comisiones, un fondo de garantía de pensión mínimo y seguros provisionales.
¿Qué pasa con las pensiones altas?
Aunque todavía se discute cuánta plata dejaría de entrarles a las AFP para ir a Colpensiones, como lo contó La Silla hace unas semanas, ya es claro que con la reforma se acabarían los subsidios a las pensiones altas.
Hoy las personas con salarios altos que cotizan a Colpensiones pueden pensionarse con hasta el 80 por ciento de su sueldo dado el subsidio de alrededor de 50% por ciento que garantiza el Estado a todos sus afiliados. Esa es una carga enorme para el Estado, porque hoy las personas sólo cotizan el 16 por ciento del total de su sueldo. Los subsidios pensionales de Colpensiones y otros regímenes de prima media suman 2,6 puntos del PIB, según cálculos de Fedesarrollo.
Con la reforma de pilares, Colpensiones solo aseguraría una pensión de hasta 4 salarios mínimos, es decir unos 5,2 millones de pesos de plata de hoy. De ahí para arriba, dependería del ahorro privado que hayan hecho en las AFP. Eso aliviaría las arcas del Estado.
Pero como los principales afectados serían los que están cobijados por regímenes especiales como la fuerza pública, los profesores públicos, los congresistas y los magistrados, la posibilidad de que se aprobara una reforma así sería baja. ¿La solución del gobierno?
“Los congresistas tendrán la posibilidad de tener su pensión, ya sea por el régimen de transición que tiene la reforma, o porque son parte de un régimen especial”, le dijo a La Silla una de las fuentes del gobierno que prefirió no revelar su nombre para poder dar detalles.
Según la fuente, eso aumenta las probabilidades de que sea aprobada en el Congreso pues los legisladores no perderían sus beneficios.
¿Cuál es el riesgo de implementar la fórmula de Ocampo?
Una de las mayores preocupaciones es que los fondos privados de pensiones ya no tendrían el músculo que tienen hoy de inversión. Según Jorge Llano, vicepresidente de desarrollo de mercados del Autorregulador del Mercado de Valores de Colombia, hoy los inversionistas “ven a las AFP como un ancla. Con eso, aumenta la seguridad y el interés de invertir en Colombia”.
Ante una posible salida de inversionistas, Llano responde que eso también depende de que existan más jugadores en el mercado y que no esté concentrado solamente en uno solo, como el Estado.
Según Llano, en la nueva foto que promete la pensional habría más escepticismo de los inversionistas, sobre todo de los extranjeros, que buscan estabilidad para meter su plata. Y con un fondo nuevo del Estado eso todavía no está asegurado.
Solo en 2022 entraron al país 3.430 millones de dólares de inversión extranjera vía bonos de deuda pública y privada en Colombia.
