El 22 de octubre, Juan Roberto Vargas, director de Noticias Caracol, entrevistó al candidato del partido Independientes a la Alcaldía de Medellín, Juan Carlos Upegui. En la entrevista, el candidato afirmó que él lideró “la estrategia para que Medellín redujera 40% de los homicidios”.

Le pasamos el Detector de Mentiras a esta afirmación y concluimos que es debatible. La cifra a la que se refirió Upegui es a la reducción de homicidios que hubo en 2020. Sin embargo, esta se debió a la cuarentena por covid 19 y hace parte de una tendencia nacional.

La administración del exalcalde Quintero ha señalado como causas de la reducción a la articulación con las autoridades, equipos tecnológicos y la creación de la Secretaría de la No-Violencia, de la cual Upegui fue uno de los creadores y su primer secretario. Pero expertos han señalado que la reducción de homicidios es producto de un acuerdo entre algunos de los grupos criminales que operan en la ciudad, como La Oficina de Envigado y Los Pachelly.

Esta es la entrevista:

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La reducción de homicidios en Medellín tiene varias causas

Como La Silla verificó aquí en el período de 2012 a 2015, la tasa de homicidios pasó de 52,3 a 20,13 homicidios por cada cien mil habitantes. O sea, una baja del 61,5 por ciento. Y en 2015 la tasa alcanzó el nivel más bajo que había tenido hasta ese momento en los últimos 30 años: fue de 20,1 casos por cada cien mil habitantes. 

Estos indicadores permitieron que Medellín saliera por primera vez en 2015 del ranking de las ciudades más peligrosas del mundo, en el cual no ha vuelto a entrar por lo que la tendencia a una menor tasa de homicidios a las registradas históricamente viene desde hace ocho años.

Pero entre 2016 y 2018, los primeros tres años del mandato del actual candidato a la alcaldía, “Fico” Gutiérrez, hubo un aumento continuo de los homicidios en la ciudad. El mayor aumento se dio en 2018, cuando la tasa pasó a ser de 26,1 homicidios por cien mil habitantes, un aumento de más de 50 homicidios en comparación con las cifras de 2017.

En 2020, durante el primer año de la alcaldía de Daniel Quintero y en plena pandemia, hubo una caída en el número de homicidios. En ese año, la tasa de homicidios fue de 14,4 homicidios por cien mil habitantes, una reducción del 40 por ciento en comparación con la de 2019, que fue de 23,8 casos por cien mil habitantes. Esa es la cifra a la que hizo referencia el candidato de Independientes.

Pero esa reducción se debió principalmente a la emergencia generada por el covid, pues dada la cuarentena, muchas personas duraron mucho tiempo sin salir de sus casas, lo que, según el informe de 2020 de Medellín Cómo Vamos, disminuyó los homicidios. De hecho, esa fue una tendencia nacional, como lo indicó la Fundación Ideas para la Paz (FIP), aunque el porcentaje más alto de reducción se registró en la capital paisa.

En 2021 la tasa de homicidios tuvo un incremento del 10%, fue 15,8, y, en 2022, volvió a bajar y fue de 13,7 (una caída de 13%). En lo que va de corrido del año, con respecto al mismo período del año anterior, han ocurrido nueve casos de homicidios más, según cifras del Sistema de Información para la Seguridad y la Convivencia (Sisc) de la Secretaría de Seguridad de la Alcaldía de Medellín.

La administración de Quintero ha sostenido en varias ocasiones (1, 2 y 3) que las cifras de homicidios en la ciudad se deben, entre otros motivos, a equipos tecnológicos como cámaras de seguridad, a la articulación con la Fiscalía y a la creación de la Secretaría de la No-Violencia, de la cual Upegui fue su primer secretario y uno de sus creadores.

Este año, el exalcalde Quintero recibió el premio Luxemburgo, un galardón internacional que reconoce iniciativas que promuevan la paz, por la creación de la Secretaría.

Pero los expertos no afirman que la reducción de homicidios se haya dado principalmente por esta estrategia. Según varios de ellos, la reducción puede estar relacionada también con una orden de los grupos organizados de disminuir este tipo de crímenes. Julio Rengifo, director de Derechos Humanos de la Corporación Justicia al Derecho, le dijo a El Tiempo que en varias ocasiones estos actores armados “han demostrado el poder que tienen para pacificar o recrudecer la violencia en algunos territorios”. 

Por ejemplo, como contó La Silla Vacía, entre el 22 y el 29 de agosto del año pasado Medellín tuvo siete días sin homicidios. Ese hecho fue el síntoma de algo más: las bandas criminales que tienen presencia en la capital de Antioquia pactaron una “pax mafiosa”.

Según le dijeron múltiples fuentes a La Silla Vacía en ese momento —entre académicos, analistas que hacen seguimiento a las dinámicas de seguridad en Medellín, líderes en terreno e, incluso, un integrante de La Oficina—, se trata de un acuerdo frágil entre los protagonistas del crimen paisa, incluyendo a la Oficina de Envigado y los Pachelly. Un acuerdo de no agresión que viene desde 2019 y que se ha intensificado tras el ofrecimiento del Gobierno de Gustavo Petro de abrirles la puerta a una negociación de paz, en el marco de la Paz Total.

En este acuerdo ha incidido también un factor que sí está relacionado con la alcaldía de Quintero: en 2022, en el balance de la Alcaldía de Medellín de seguridad semestral, se informó que durante los primeros seis meses de 2022 se realizaron 159 capturas de integrantes de estructuras criminales. Según le dijo, en su momento, un integrante de La Oficina a La Silla, eso influyó en que hubieran pactado no agredirse y disminuir crímenes como el homicidio para evitar mayor visibilidad ante las autoridades.

Periodista de la Universidad de Antioquia. Practicante en el Detector de Mentiras.