Ayer el alcalde de Bogotá Gustavo Petro anunció que el Banco Mundial le dio luz verde a la firma del contrato de consultoría para hacer los estudios de diseño avanzado de la primera línea de metro. Ese logro para Petro y para la ciudad deja al actual proyecto del metro en el mismo punto en el que estuvo en 1999.

En febrero de ese año, cuando Enrique Peñalosa era el acalde, se tomaron dos decisiones claves. Fonade, organismo del gobierno, seleccionó un consorcio confirmado por Rothschild, Luis Berger International y Selfinver para estructurar técnica, legal y financieramente al proyecto. Menos de dos semanas después el IDU adjudicó el estudio técnico topográfico, geológico y de localización de redes. Además, ya se había contratado un estudio de demanda para el metro.