Enilce López “La Gata” era una empresaria nacida en Naranjal, Sucre, en 1953, condenada a nueve años de prisión por concierto para delinquir agravado con grupos paramilitares entre los años 2000 y 2003. López murió el 14 de enero de 2024 en la UCI de la Clínica General del Norte en Barranquilla, en donde estaba internada.

López comenzó con una heladería en Magangué, donde creció. Luego montó un negocio informal de apuestas y además le prestaba plata a los jueces del pueblo cuando se demoraban en pagarles.

Su primer negocio, Apuestas Permanentes El Gato, se expandió rápidamente desde Magangué hasta el resto de Bolívar, y una vez el negocio del chance se legalizó en los 90, López fundó empresas similares en otros departamentos del Caribe. En Atlántico creó Uniapuestas, en Sucre, Aposucre y en Magdalena, Aposmar.

“La Gata” irrumpió en el mercado del chance con ventas a precios más bajos de lo aprobado, mayores premios y mejores comisiones a los vendedores. Luego de la guerra a muerte que esto ocasionó entre los chanceros determinados a conservar el monopolio, el gobierno intervino abriendo una licitación que Uniapuestas ganó y que fue renovada posteriormente.

En los años 90 las Farc secuestraron a su padre y su esposo, un expolicía, y asesinaron a sus tres hermanos. En 2007, Renato Pardo Donado, uno de sus socios en Uniapuestas y quien luego Semana dijo que era jefe de la banda de narcotraficantes Los Alcatraces, fue asesinado en las instalaciones de la empresa. Pardo se había enfrentado a sus socios por haber licitado con otras empresas, razón por la cual “La Gata” fue interrogada en calidad de sospechosa por la autoría intelectual del crimen. Su hijo Jorge Luis Alfonso también fue detenido y luego puesto en libertad. Ninguno de los dos fue acusado por este crimen.

Pero a su alrededor empezaron a circular rumores sobre dinero proveniente del narcotráfico, y se dijo que “La Gata” financió la expansión de sus negocios con dinero que su amigo Gonzalo Rodríguez Gacha “El Mexicano” había “enterrado” en su finca, de donde al parecer salió antes de que lo matara la Policía.

López también empezó a ser vinculada con los paramilitares, y en un reporte de 2009 la DEA la acusó de permitir la entrada de dinero de Salvatore Mancuso a sus empresas y de servirle como testaferro en otras inversiones. Y según afirmó Verdad Abierta, su esposo Héctor Julio Alfonso Pastrana creó una Convivir que más adelante se transformó en un grupo armado ilegal aliado a las autodefensas de Carlos Castaño y Mancuso.

Sus influyentes respaldos políticos contribuyeron a la elección de los gobernadores de Bolívar Luis Daniel Vargas y Libardo Simancas Torres, este último procesado por parapolítica. “La Gata” fue quien presuntamente logró que los paramilitares apoyaran su campaña. A cambio del respaldo a Simancas, la chancera exigió que el gobernador le diera la licitación a Unicat, empresa con la cual unificó sus negocios de chance en Bolívar.

A partir de su trabajo social en los barrios pobres de Cartagena y de sus conexiones políticas, “La Gata” también logró que sus hijos Jorge Luis y Héctor Julio Alfonso López salieran elegidos a alcalde de Magangué y representante a la Cámara, respectivamente. Posteriormente, Jorge Luis fue condenado por el asesinato del periodista Rafael Enrique Prins en 2005 y Héctor Julio es procesado por parapolítica.

“La Gata”, con su poder económico, también apoyó la elección de William Montes al senado en 2002 y de Nicolás Curi en 2005 a la Alcaldía de Cartagena, según denunció Verdad Abierta.

López se hizo visible a nivel nacional cuando en 2005 Gustavo Petro denunció ante el Congreso el aporte de 100 millones de pesos que López hizo a la primera campaña presidencial de Álvaro Uribe, el cual confirmó dicha financiación.

Un año después, en febrero de 2006, fue acusada y luego exonerada de lavado de activos, y en 2011 fue condenada a nueve años de prisión por sus nexos con paramilitares.

En este último proceso, “La Gata” también fue juzgada por la muerte de Amaury Ochoa, vigilante de peaje en Carmen de Bolívar señalado por los paramilitares de colaborador de las FARC. Aunque su relación directa con el asesinato no pudo ser comprobada, sí se probó su militancia en las Autodefensas y su colaboración con jefes paramilitares en pretensiones ilícitas.

Según declaraciones a la Fiscalía, López y su familia llegaron a poseer 65 bienes y 150 cuentas bancarias.

Por sus problemas de salud, en los años en los que López pagó cárcel estuvo amparada por la figura de reclusión hospitalaria. En varias ocasiones aprovechó esa condición para salir de su lugar de reclusión.

En junio de 2011 fue vista en Magangué presuntamente apoyando la campaña del Alcalde Arsecio Pérez, y algunos sectores la vincularon a la campaña de Juan Carlos Gossaín, a la postre gobernador de Bolívar. “La Gata” aparentemente habría respaldado a Gossaín para impedir el triunfo de la candidata Rosario Ricardo, apoyada por Juan José García Romero y su esposa Piedad Zuccardi, opositores de ‘La Gata’ desde que ésta apoyó al gobernador Simancas.

Su hermana, Emilia Rosa López, del PIN, fue elegida para la Asamblea departamental de Bolívar para el período 2012-2015.

Y el 20 de marzo de 2012, Arquímedes García Romero, el hermano medio de “La Gata”, fue capturado en Magangué por el presunto delito de concierto para delinquir. ‘El Quimo’, como lo conocen en Bolívar, fue dueño de varios negocios, como un hotel y una compraventa.

En 2018, López logró cumplir su condena desde su casa —o el hospital— alegando que sufría de anorexia, depresión, cardiopatías, obstrucciones pulmonares, entre otras.

Este es el mismo argumento que utilizó la jueza sexta de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad de Barranquilla para suspender su pena, porque López tenía cáncer pulmonar y cervical.

En la campaña presidencial de 2022, durante su correría por Magangué, el entonces candidato Gustavo Petro le dijo a “La Gata” que tomaría medidas para asegurar que “envejezca debajo de un palo de mango, tomándose tranquila una cerveza bien fría rodeada de sus nietos”. A la campaña de Petro llegaron cuestionados parapolíticos y cercanos a “La Gata” de la mano de Roy Barreras y Alfonso Prada, quien coordinaba la agenda de campaña de Petro.

En febrero de 2023, el gobierno Petro nombró a Jorge Luis Alfonso López, el hijo de “La Gata” y conocido “El Gatico” como gestor de paz, pero el nombramiento se cayó por decisión de la Oficina Alto Comisionado de Paz y tras una ola de críticas.