Rodolfo Hernández Suárez se inscribió como candidato presidencial para 2022 tras reunir más de un millón de firmas. Fue alcalde de Bucaramanga entre 2016 y 2019. Es empresario de la construcción y un superpoderoso en el departamento de Santander.

Nació en Piedecuesta y estudió Ingeniería Civil en la Universidad Nacional de Colombia.

Rodolfo Hernández es un empresario de la construcción que ostenta poder económico en la región hace años. Aunque su constructora HG ha perdido terreno en la industria y ya no es de las más importantes, en los últimos años no sólo se volvió aún más rico negociando tierras de expansión en Barranquilla y Villavicencio, sino que ha estado en busca de una posición de poder que le permita influir en los destinos de la región y sobre todo de Bucaramanga. Está obsesionado con el desarrollo urbano de esta zona del país.

En 2011 financió y le hizo campaña al liberal Lucho Bohórquez, quien terminó ganando la Alcaldía de Bucaramanga. Y el alcalde lo ha ayudado. En 2012 pidió remover los obstáculos puestos contra un relleno sanitario controlado por Entorno Verde, una compañía en cuya junta directiva estaba Hernández. Además, la cuñada de Hernández, Martha Lucia Oliveros, ocupa el cargo de Secretaria de Desarrollo Social de la Alcaldía de Bucaramanga en el 2014.

Sin embargo, Hernández tenía un dossier de proyectos para que Bohórquez desarrollara en la ciudad pero, como el alcalde dejó esas ideas atrás, se distanció y preparó su propia campaña para lanzarse a la Alcaldía en las elecciones de 2015.

Liderando un movimiento que se denomina Lógica, Ética y Estética, Hernández invitó a cientos de líderes comunales a su casa para que se unieran a su apuesta política y lo apoyaran en la carrera electoral.

En Vanguardia Liberal le han dado columnas dominicales que usa para presentar sus ideas políticas y construyó canchas sintéticas de fútbol en los barrios populares como parte de su correría política.

En el 2015 tuvo la chequera para hacer su propia campaña para la Alcaldía de Bucaramanga sin el apoyo de los políticos tradicionales de la región, y con 77.272 votos (28,8%) ganó. 

El 28 de noviembre, Hernández agredió en una reunión al entonces concejal John Jairo Claro. Inicialmente, la Procuraduría le abrió una investigación y lo suspendió por tres meses. En su reemplazo, el entonces Gobernador de Santander, Didier Tavera, designó a Manuel Francisco Azuero como alcalde encargado. 

Sin embargo, el 20 de diciembre de 2018, el Tribunal Administrativo de Santander admitió una tutela interpuesta por Hernández solicitando la anulación de la decisión de la Procuraduría. Así Hernández volvió a la Alcaldía, habiendo estado suspendido 20 días de los tres meses iniciales. 

En mayo de 2019 el Consejo de Estado revocó la decisión del Tribunal Administrativo de Santander. La Procuraduría respaldó esa decisión y dijo que la suspensión de tres meses se mantenía. Manuel Francisco Azuero estuvo de encargado hasta el 10 de junio, cuando el Gobernador eligió a Germán Torres Prieto mientras Hernández terminaba su suspensión. 

Más tarde, el 16 de septiembre la Procuraduría Delegada para la Vigilancia Administrativa, Asuntos Sociales y Paz decidió imponer una segunda suspensión a Hernández por participación indebida en política.

Por esta nueva suspensión, Hernández renunció al cargo. 

Aún así, en junio del 2019, el alcalde tenía el 64% de aprobación.

A pesar de la polémica, Rodolfo Hernández se convirtió en candidato presidencial en 2022 por un movimiento al que llamó Liga de gobernantes anticorrupción. Y se convirtió en la gran sorpresa de la campaña, al sacar 5,9 millones de votos en la primera vuelta y asegurar su cupo en segunda frente a Gustavo Petro.

Sin embargo, luego de sacar diez millones de votos, perdió en segunda vuelta, pues Gustavo Petro sacó más de once. Aceptó la curul en el Senado por quedar en segundo lugar, pero no hizo oposición y, en cambio, se acercó a Petro. A pocos meses de posesionarse renunció tras decir que no se sentía cómodo como congresista.

Hernández, está en juicio por corrupción, acusado de buscar manipular una licitación que buscaba concesionar el manejo de las basuras en Bucaramanga. 

Para el 2023 se lanzó a la gobernación. En esta ocasión, Hernández hizo un acuerdo con Carlos Ramón González, exdirector de la Alianza Verde y hoy director del Departamento Administrativo de Presidencia, para que el petrismo y los verdes respaldaran su aspiración. Aunque el acuerdo no se concretó con los avales respectivos, sí existe en la práctica.

El grupo político de Carlos Ramón González en Santander tiene candidatos avalados por la Liga en Girón y Floridablanca y quienes están avalados en el verde están con Hernández extraoficialmente y no con el candidato de ese partido, Ferley Sierra.

Si bien las bases petristas en Santander no quieren apoyar a Hernández, no lograron armar una candidatura fuerte que le compitiera en parte porque la aspiración de Hernández tiene el respaldo de Petro.

En esta campaña por la Gobernación, Hernández se enfrenta al descontento de parte de su base electoral tras su paso fugaz por el Senado sin oposición y por acercarse a Petro. También hay incertidumbre porque padece de un cáncer de colón que está tratando.

Además, le hace ruido un fallo en primera instancia de la Procuraduría que lo suspende por 4 meses por insultar a un veedor, pues es el tercer fallo de ese órgano que lo inhabilitaría para ser candidato. Los otros dos son por golpear a un concejal cuando fue alcalde y por el escándalo de presunta corrupción es las basuras (pero este solo ha sido fallado en primera instancia).