Julián Bedoya es fuerte en Antioquia, pero débil en Medellín. Entre el electorado de la capital antioqueña, que representa cerca del 40% del censo electoral del departamento, sus cuestionamientos y formas de hacer política le pesan. Entre ellos, el proceso penal que tiene abierto por presuntamente cometer fraude para obtener su título como abogado, y en el que la Fiscalía solicitó la preclusión del caso por falta de pruebas. O el evento político, anunciando su candidatura, donde les dio regalos a los periodistas locales.
Bedoya busca contener esa debilidad en la opinión sumando equipos políticos tradicionales en Medellín. Lo hace sin recibir de frente a sus caras más visibles, quienes pueden incurrir en doble militancia por pertenecer a otros partidos.
“Al menos con estructuras usted garantiza no quedarse solo en la ciudad. De pronto no arranca fuerte en lo mediático y en lo discursivo. Pero a partir de ellas puede crecer”, dice el diputado liberal Jonathan Roldán, del equipo del senador Jhon Jairo Roldán, uno de los principales aliados de Bedoya.
Con esto, Bedoya, quien se inscribió sorpresivamente por un partido afro tras perder el aval del Liberal a raíz de su pelea con César Gaviria por apoyar a Petro, intentará ser competitivo en Medellín. Conseguirlo es clave. En las últimas dos elecciones a la Gobernación, el ganador ha perdido en la ciudad, pero no los barrieron. Quedaron segundos en el recuento final y con una diferencia frente al primero que no superó los 40 mil votos, como Luis Pérez en 2015 y Aníbal Gaviria en 2019.
Los aliados en Medellín
El principal aliado de Bedoya en Medellín es el concejal liberal Fabio Rivera, quien aspira a reelegirse en octubre. Rivera, actual presidente del Concejo, es parte de la coaliación del alcalde Daniel Quintero.
En 2019, con poco más de 11 mil votos, Rivera fue el más votado de la lista liberal al Concejo. En las elecciones legislativas del 2022, apoyó las candidaturas de las dos fichas de Bedoya en el Congreso, el senador Juan Diego Echavarría y la representante María Eugenia Lopera. Sólo en Medellín, Echavarría obtuvo 12.657 votos para el Senado y Lopera 13.508 votos para Cámara. Sus votos en la ciudad representaron el 13% y 16% de sus respectivas votaciones totales, que para el caso de Echavarría fue de casi 94 mil votos y para Lopera de poco más de 86 mil. Ambos fueron los segundos más votados en la ciudad en sus listas liberales.
Del equipo político de Rivera hace parte el exconcejal Jorge Mejía, vocero del gobierno Petro en los diálogos de paz con las bandas criminales de Medellín. Mejía estuvo en el evento de campaña más reciente de Bedoya, donde convocó, según las cuentas de su equipo, a más de cinco mil personas en el centro de convenciones de Plaza Mayor. Lo hizo en nombre del concejal Rivera, quien no pudo asistir por correr el riesgo de incurrir en doble militancia debido a que su partido, el Liberal, tiene a Eugenio Prieto como candidato oficial a la Gobernación.
Mejía es un reconocido liberal petrista. Y un experimentado político antioqueño: tres veces concejal de Medellín a finales de los noventa y principios de los 2000, y exsecretario de Gobierno de Antioquia en la primera gobernación de Aníbal Gaviria. Fue, además, el primer director de Planeación de la Alcaldía de Quintero. En 2022, lideró al Nuevo Liberalismo en Antioquia. Renunció a la colectividad luego de que Juan Fernando Galán decidiera apoyar a Rodolfo Hernández en la segunda vuelta. “El gran reto de Julián es Medellín. Tiene que hacer un gran esfuerzo para convencer al voto de opinión en la ciudad. El voto de estructura no alcanza”, le dijo Mejía a La Silla.
Mejía, además, sigue teniendo vínculos con el partido de los Galán. Ómar Hoyos, un político cercano a él, es el vocero principal del Nuevo Liberalismo en el departamento. Hoyos también ha tenido vínculos con la administración Quintero y recientemente ha intentado tejer alianzas con la cuestionada casa de los Suárez Mira en Bello para presentar candidatos al Concejo en ese municipio, como lo reveló El Colombiano.
Otro de los aliados claves de Bedoya en Medellín es el concejal Lucas Cañas, del equipo político del senador conservador Carlos Trujillo. Desde marzo, Bedoya selló una alianza con el grupo político de Trujillo, también alineado con el gobierno Petro en el Congreso, de cara a las elecciones regionales.
El concejal Cañas, de la coalición quinterista, también busca repetir curul en octubre. Cañas viene de solicitar, sin éxito, el aval conservador a la Alcaldía de Medellín. Enfrentó una dura oposición por parte de los demás sectores del conservatismo antioqueño y terminó desistiendo. El Partido Conservador en Antioquia está, como el Liberal, fracturado en torno al gobierno Petro y cuenta con un candidato oficial, el exsenador Juan Diego Gómez, que no es respaldado por todas sus tendencias.
Pero el caudal electoral de Cañas en Medellín está por verse. En 2019, sacó poco menos de 8 mil votos. Ocupó el cuarto puesto en la lista conservadora al Concejo y no alcanzó a obtener la curul. En 2021, entró a la corporación en reemplazo del exconcejal John Jaime Moncada, a quien el Consejo de Estado lo sancionó por estar inhabilitado como candidato.
Sin embargo, Cañas entra a competir reforzado. En los últimos años se ha convertido en una de las caras más visibles de la coalición quinterista, llegando incluso a ocupar la presidencia del Concejo. Su respaldo, además, ha tenido recompensa en la burocracia local. La actual secretaria de Ambiente, Vanesa Álvarez Restrepo, es una reconocida cuota del equipo de Cañas y es una de las funcionarias más estables en el cambiante gabinete de Quintero.
Otro grupo político que puede aterrizar en la candidatura de Bedoya es el de la exconcejala Aura Marleny Arcila, quien también estuvo en la coaliación de Quintero y fue suspendida recientemente por el Consejo de Estado. Arcila tiene una alianza con el grupo del senador Roldán para impulsar la reelección del diputado Jonathan Roldán a la Asamblea y poner a Liliana Parra, del equipo de Arcila, en el Concejo de Medellín. Los Roldán, quienes son fuertes en Bello, el municipio más poblado al norte de Medellín, tienen al exsecretario de Movilidad de ese municipio, Rigoberto Arroyave, trabajando en el equipo de campaña de Bedoya a la Gobernación.
Demostrar fuerza para sumar aliados
En su más reciente evento de campaña en Medellín, Bedoya hizo gala del poder que ha acumulado en la última década en Antioquia. Para evitar los problemas de participación en política y doble militancia, su equipo invitó a las esposas de los alcaldes y candidatos en los 67 municipios Antioquia donde tiene influencia. En las invitaciones incluyeron también las alcaldías de los senadores Roldán y Trujillo, sus dos principales aliados en el departamento, según una alta dirigente de la campaña de Bedoya que pidió la reserva de su nombre.
“En política uno debe mostrar fortaleza para que los demás respondan”, le dijo a La Silla la alta dirigente a propósito de los grandes eventos que suele organizar Bedoya. “No podemos mostrar debilidad o apresurarnos a dar el primer paso al hacer una alianza”, dice a propósito de los grupos que intentarán seguir sumando en Medellín y que incluyen sectores de Cambio Radical y el partido de La U, dos colectividades que no han tomado decisiones frente a la Gobernación y que son apetecidos por múltiples campañas, como la del exgobernador Luis Pérez y Andrés Julián Rendón, el candidato oficial del Centro Democrático.
Sin embargo, al interior del equipo de Bedoya, reconocen que la carta fuerte para ser realmente competitivos en Medellín es alcanzar un acuerdo con el alcalde Daniel Quintero.
“Eso depende de Quintero. Debe evaluar si realmente tiene posibilidades con su candidato”, dice un integrante del equipo de campaña de Bedoya, quien pidió la reserva de su nombre, a propósito de Esteban Restrepo, el candidato oficial de Independientes, el partido de Quintero. “Con los únicos que se puede unir es con nosotros. Somos los más afines”, agrega. Pero Restrepo, por ahora, sigue siendo un rival de Bedoya. Incluso ambos están compitiendo por sumar grupos políticos de origen liberal en el Bajo Cauca y el Urabá antioqueño.
Para los sectores del Partido Liberal que están respaldando la candidatura de Bedoya esa alianza debe darse. “No son incompatibles y han estado cerca. Y para llegar a la Gobernación pueden hacer un bloque para consolidarse mucho más”, dice un dirigente liberal que pidió la reserva de su nombre para evitarse problemas con la doble militancia.
De hacerlo, la fortaleza de Bedoya en las subregiones y los espacios que ha ganado Quintero en Medellín, a punta de burocracia y golpes de opinión, pueden volverse un importante contrapeso a la coalición de centroderecha que no termina de cuajar y donde está el fuerte de opinión de la ciudad.
