El centro ha vuelto a quedar marginado de la disputa por la Alcaldía de Medellín. En contraste con otras ciudades principales, como Bogotá Cali, sus candidatos no son competitivos en las encuestas ni han logrado alianzas que los impulsen.

Hoy, a menos de dos meses de las elecciones regionales, siguen sin ofrecer una alternativa viable a Federico Gutiérrez, el indiscutible favorito en las encuestas. Y ni siquiera a los candidatos cercanos a la administración de Daniel Quintero, como Juan Carlos Upegui y Albert Corredor, quienes vienen consolidándose como los lejanos rivales de “Fico”.

La principal alianza de candidatos de impronta fajardista terminó por desbaratarse y uno de ellos, el concejal Daniel Duque, renunció a su candidatura por el Partido Verde luego de calificarla como “inviable”. Además, en una elección que tiene como uno de sus ejes principales la continuidad o no del quinterismo, el centro político luce como una alternativa poco “confiable” para oponerse a la administración, como lo demostró la solicitud de un sector de los verdes para adherir a la campaña de Upegui.

La crisis es particularmente aguda si se tiene en cuenta que, hasta hace unos años, Medellín catapultó a figuras nacionales del centro político, como el excandidato presidencial Sergio Fajardo, quien no está haciendo campaña en la ciudad pese a que su partido, Dignidad y Compromiso, avaló candidatos al Concejo de Medellín.

“No hemos tenido la capacidad para construir un proyecto unificado”, dice el congresista antioqueño Daniel Carvalho, uno de los principales promotores de la fallida alianza de centro. “Lo que nos queda es asumir que en estas elecciones no tenemos ninguna opción para la Alcaldía”, agrega.

Una coalición fallida

El 31 de agosto, el concejal Daniel Duque renunció como candidato oficial del Partido Verde a la Alcaldía de Medellín. Lo hizo luego de que no logró ponerse de acuerdo con los candidatos Luis Bernardo Vélez, César Hernández y Juan David Valderrama en un mecanismo para definir una candidatura única. Duque, Vélez, Hernández y Valderrama, todos de origen fajardista, estaban discutiendo desde el 11 de agosto la posibilidad de llegar juntos para las regionales de octubre.

En la última reunión, antes de la renuncia de Duque, el concejal Vélez les anunció que iba a competir en solitario. El único mecanismo que alcanzaron a contemplar en la mesa de negociación fue una encuesta que midiera sus posibilidades, pero tanto Valderrama como Vélez, los dos candidatos con mayor trayectoria electoral entre el grupo, no estaban de acuerdo y consideraban que otras variables debían tenerse en cuenta, como la experiencia y la capacidad para sumar otros sectores políticos.

“El conocimiento, la trayectoria y la historia personal son criterios fundamentales. No es simplemente un mecanismo que capture un momento de la campaña”, dice el concejal Vélez, quien compite bajo su propio movimiento por firmas, Cuidemos a Medellín. “La ciudad, frente a la inexperiencia y la mala gestión de Daniel Quintero, está reclamando un candidato con recorrido”, agrega.

Vélez es un experimentado político paisa, con cuatro períodos no consecutivos en el Concejo, y que está intentando llegar a la Alcaldía por tercera vez. En las dos anteriores oportunidades, Vélez terminó por declinar su aspiración y se sumó a los ganadores. Apoyó a “Fico” en 2015, quien luego lo nombró secretario de Inclusión. En 2019, respaldó a Quintero, de quien luego se distanció y se convirtió en uno de sus más visibles opositores.

Con Duque retirado y Vélez en solitario, Hernández y Valderrama siguen en conversaciones para definir una candidatura única para octubre. Hernández es un técnico sin experiencia electoral, quien ocupó altos cargos en las administraciones de Fajardo, Alonso Salazar y “Fico”. Valderrama, por su parte, y quien también tiene una abultada hoja de vida como funcionario público, va por su segunda candidatura a la Alcaldía luego de que en 2019 ocupó un lejano cuarto lugar con menos del 3% de los votos.

“La campaña tiene espacio para el centro. Lo de Upegui es un mito que han inflado con miedo”, dice Valderrama. “El electorado, cuando nos vea de segundos, como una alternativa, va a votar sin miedo. El voto por Federico es un voto resignado para sacar a Quintero”, agrega.

“No nos hemos concentrado en construir un proyecto político. Nos hemos concentrado en campañas personales”, dice el concejal Duque. “Todos los políticos de centro tenemos que hacer un mea culpa. Ojalá mi renuncia sirva como un acto de contrición por no lograr acuerdos políticos”.  

El centro quinterista y sin figuras nacionales

El centro se encuentra en estas elecciones paisas en la misma situación incómoda que vivió en las nacionales del año pasado. La polarización en torno a la alcaldía de Quintero y la campaña de Gutiérrez, quien las ha planteado como un plebiscito sobre el gobierno Petro, les resta margen de maniobra. “En ese escenario de polarización, y ante la ausencia de candidatos fuertes del centro, Federico aparece como el gran salvador”, dice el representante Carvalho.

En este contexto, y frente a una administración impopular que está en el banquillo en esta campaña, el centro político ha lanzado mensajes poco fiables frente a Quintero.

El 4 de septiembre, y tras la renuncia de Duque como candidato, la dirigencia nacional del Verde lanzó un comunicado en el que dejó en libertad a su militancia para adherir a otras candidaturas a la Alcaldía. Pero, como en Bogotá, les puso condiciones. La principal, no apoyar a “Fico”.

Esta decisión estuvo precedida de una pelea pública entre los sectores verdes paisas. Justo después de la renuncia de Duque, un sector del partido, encabezado por el concejal Jaime Cuartas, pidió aterrizar en la campaña de Upegui, el candidato del alcalde. Cuartas, quien hace parte de la coalición quinterista en el Concejo y tiene cuotas en la administración, firmó una carta con otros dos candidatos de la lista verde solicitando ese respaldo.

“Se ha convertido en la firme alternativa a la agenda retardataria promovida por el Centro Democrático y su candidato Federico Gutiérrez”, dice la carta firmada por los verdes quinteristas sobre Upegui, avalado por Independientes.

Los verdes incluso cuentan en su lista al Concejo con el exsecretario de Desarrollo Económico, Alejandro Arias, quien estuvo en el gabinete de Quintero hasta octubre del 2022 liderando algunas de sus políticas bandera, como los Valles del Software y los miles de computadores entregados en comodato a niños y jóvenes de la ciudad.

En medio de este panorama de desconfianza frente al centro paisa, sus principales figuras nacionales, como Sergio Fajardo, están ausentes de la campaña. De hecho, en la campaña del concejal Duque estuvieron esperando un respaldo público por parte del exalcalde y excandidato presidencial. Nunca llegó, según le confirmó a La Silla alguien de su campaña que lo supo de primera mano.

Esta ausencia de Fajardo contrasta con la actitud del expresidente Uribe, quien hace activamente proselitismo a favor de sus candidatos en Medellín y ha resuelto duras disputas internas al interior del Centro Democrático, como el nombre de la cabeza de lista al Concejo de Medellín.

También contrasta con la participación de lleno de figuras nacionales en las elecciones regionales, como Dilian Francisca Toro en el Valle, Rodolfo Hernández en Santander y el propio Gutierrez en Medellín. “Federico viene de obtener un destacado desempeño en el territorio durante las últimas elecciones nacionales. Eso, sin duda, brinda unas condiciones de ventaja. Sobre todo en unas candidaturas tan personalistas como las que estamos teniendo”, dice la politóloga Adriana Ramírez, investigadora de Eafit.

Esa sensación, la de un triunfo anticipado de Gutiérrez, paraliza a diferentes políticos de centro ante la polarización generada en torno a la administración de Quintero. “Es una bola de nieve incontenible”, le dijo a La Silla uno de ellos, quien pidió la reserva de su nombre.

Cubro al gobierno del presidente Gustavo Petro en La Silla Vacía. Estudié Periodismo en la Universidad de Antioquia.