Gobierno aspira que esta semana quede aprobada la pensional en el segundo debate.
Gobierno aspira que esta semana quede aprobada la pensional en el segundo debate.

“El mensaje de las marchas de ayer no es a Petro, sino para los congresistas”, dijo Miguel Uribe, el senador del Centro Democrático en la primera reunión del Senado luego de la jornada de manifestaciones del 21 de abril. “Senadores, el mensaje de los colombianos debe ser escuchado por el Congreso de la República. Es justo que después de la marcha no se apruebe la pensional”. 

A pesar de la advertencia, hoy la reforma pensional será aprobada en el segundo debate del Senado. La reforma fue tema de las marchas y los congresistas de la oposición se apoyaron en eso para tratar de hundirla ayer, pero la movida no tuvo eco en la práctica. 

No convencieron de moverse a los liberales, La U, y sectores independientes, que se mantuvieron firmes y atentos con el gobierno. La estrategia de romper el quorum y dilatar el debate tampoco sirvió. 

No obstante, las movilizaciones sí dejaron planteadas preocupaciones y reflexiones al interior del Senado que marcarán futuras apuestas del gobierno Petro, como por ejemplo, un hipotético llamado a una Constituyente. 

Ni Name se atravesó

“Si Name preside, sí nos podemos alargar”, comentó uno de los asesores del Ministerio del Interior, que se encarga de contar las votos en el Senado, antes de entrar a la plenaria. El cálculo del gobierno previo a la sesión de ayer pasó por saber si el presidente Iván Name iba a dejar hablar a los senadores sobre lo que pasó en las marchas. 

Name no limita las participaciones ni el tiempo. Y tiempo es lo que no tiene la reforma pensional porque debe ser aprobada antes del 20 de junio. 

La sesión estaba citada a las 2, Name la corrió para las 3, pero oficialmente arrancó a las 3:46. Justo cuando el senador Jonathan Ferney Pulido entró al salón, pasó por el frente de las sillas donde se ubican los verdes, y no saludó a Inti Asprilla como sí hizo con Fabián Díaz el del girasol en la camisa. 

Efectivamente, el presidente Name asumió el control de la plenaria y abrió el ilimitado espacio de constancias. Hablaron más de 20 senadores, la mayoría para referirse a las marchas. La oposición buscó usar el poder de las movilizaciones para pedir a los senadores hundir la reforma. 

Cuando Miguel Uribe pidió no votar la pensional lo secundó Esteban Restrepo, de Antioquia, quien pocas veces interviene en Senado. “En 2021, en medio de unas marchas, el presidente Iván Duque le pidió al Congreso retirar la reforma tributaria. Duque sí escuchó. Presidente Petro retire las reformas, escuche al pueblo, así como lo hizo Duque “, la intervención generó murmullos.  

“Ojalá usted siga presidiendo, doctor Name. Sugiero al Congreso reevaluar las posturas de las bancadas en la pensional, una propuesta lesiva que fortalece un modelo de reparto insostenible”, complementó Carlos Motoa de Cambio Radical, mientras entraba a la plenaria la ministra de Trabajo, Gloria Ramírez. 

“Abran los oídos, porque entonces los reclamos van a llegar a un punto, a un paro nacional”, sentenció Pulido. Fueron más de 2 horas y 45 minutos de constancias, de foro abierto, de deliberación, que al final no modificaron posturas. 

Name cerró la tanda de peticiones al hundimiento de la pensional que les dio ventana a los opositores. “¿Será que levanta la sesión otra vez?”, preguntó un funcionario de la oficina de prensa del Senado. Pero a diferencia de lo que pasó hace una semana, cuando levantó la sesión como gesto de reclamo a los trinos del presidente Gustavo Petro en los que acusó a los senadores que hundieron la reforma a la salud, esta vez Name dejó avanzar. Y envió un gesto de cercanía al gobierno. 

Ese gesto ya lo entiende la plenaria. Y es que Name se sale de la sesión y deja que sus dos vicepresidentes se encarguen. Un rato, Didier Lobo, de Cambio Radical, quien no se atraviesa, y el resto, María José Pizarro, del Pacto, que le mete el acelerador cuando son proyectos del gobierno.

En todo caso, Name no se va sin restregarle en la cara al ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, que él tiene el poder. Tanto, que le recordó cómo le ganó la presidencia del Senado cuando el gobierno se la jugó por Angélica Lozano. “Estaba seguro de que me iba a voltear nueve votos y no pudo”, le dijo a Velasco, sentado en las sillas de la bancada liberal. 

Velasco sonrió, pero siguió enfocado en su celular con el que constantemente vive haciendo llamadas. 

Name emprendió su salida, le dio una palmadita en el hombro a la ministra Ramírez y revisó que la senadora Jael Quiroga del Pacto llevara puesto un pin con el logo del Senado que les dio a todos los senadores. Ahí, el gobierno entendió que podía avanzar porque los votos estaban. 

Name suele dejar en manos de sus vicepresidentes los proyectos del gobierno.

Sin perder detalle de los 53

Por la puerta principal del salón entra con mirada al frente el senador conservador Carlos Trujillo. Había sido uno de los ausentes de la semana pasada. Si él está es muy seguro que el gobierno asegure los votos del quorum, los 53 necesarios. Él y otros dos conservadores más, Miguel Barreto y Liliana Benavides. 

Son los conservadores aliados del gobierno. Aunque deben votar siempre no, porque la bancada asumió esa postura oficial, están ahí para sumar el quorum de ser llamados. Ayer fueron más necesarios porque otros aliados del gobierno estaban ausentes: Iván Cepeda, en Venezuela, por la mesa de diálogos con el ELN, el liberal Alejandro Chacón, que no apareció, y en un momento Antonio Correa, de La U, que no había podido volar desde el aeropuerto de Cartagena por cuestiones del clima. 

Sandra Ramírez, de Comunes, estuvo en la sesión enferma. Entraba y salía para tomar aire. Pero la orden en los aliados fue mantener ese 53 para poder avanzar en la discusión de los artículos. Y avanzaron. 

Arrancaron por el artículo más consensuado, el del manejo del fondo de la plata de las pensiones por el Banco de la República. Una propuesta acordada con todos los partidos. La proposición llevó la firma, por ejemplo, de Paloma Valencia, del Centro Democrático. Y fue el de Valencia el único voto que se movió tras las marchas del domingo, porque cuando se sometió a votación, se salió. Su firma, en todo caso, quedó en el registro de apoyo de la proposición. 

Firma de Paloma en la proposición que se aprobó.

La concentración entre los aliados del gobierno fue precisa. Cuando se votó un bloque de dos artículos, que tienen que ver con las pensiones de invalidez, la oposición se salió y buscó desarmar el quorum. Por varios minutos el tablero se quedó en 48 votos. Julio Elías Vidal, de La U – hermano del “Ñoño” Elías- se percató de que su compañero de bancada, Alfredo Deluque, estaba sentado en la silla, pero sin votar. 

Si un congresista está en su silla o en el recinto, debe votar por obligación. Elías levantó la mano, llamó la atención de Pizarro, quien para entonces ya estaba al mando, y señaló la silla de Deluque. “¿Senador Deluque cómo vota?”, le preguntó Pizarro. El guajiro, que está en contra de la reforma, se quedó sin margen y tuvo que votar. 

Carlos Benavides, quien asumió la curul de Gustavo Bolívar en el Pacto, también mostró sus habilidades de operador político. En otro bloque de votación de cuatro artículos, ya sobre las 8 de la noche, el 53 empezó a tambalear de nuevo. Habían transcurrido 20 minutos de los 30 que se permiten para votar, y el tablero estaba en 52. 

Pero Benavides llegó con el 53 de la mano. Fue el de la conservadora Liliana Benavides, quien también es nariñense. Cuando se activó el voto de ella, el del Pacto salió corriendo hacia su puesto a contarle su hazaña a la ministra Ramírez.  

Benavides da el parte de tranquilidad a la ministra de Trabajo.

Carlos Benavides ha asumido un rol protagónico en el Pacto. Tiene silla en la comisión Primera, la de las reformas constitucionales, y está presto a que su bancada esté ordenada. Ayer también le reprochó a Pablo Catatumbo, de Comunes, el haber suscitado un debate sobre Marquetalia, que dilató por media hora el arranque de la pensional. 

El mensaje de orden también caló en otros funcionarios del gobierno, como el ministro de Salud, Alfonso Jaramillo. Ayer, el senador Paulino Riascos, también del Pacto, amagó con salirse como señal de rechazo a unos comentarios que calificó de racistas por parte de Jonathan Pulido. 

En los pasillos de la plenaria, Jaramillo sostuvo una larga y tensa conversación con Riascos para tratar de persuadirlo de quedarse. Hubo gestos de una conversación agitada y de reproches. Riascos al final se quedó porque el ministro Velasco también intercedió.

Riascos, Velasco y Pizarro.

La relativa consistencia del 53 está empezando a generar fracturas en la estrategia de romper el quorum de la oposición. “Yo ya les dije: ¿qué, cuántas veces nos vamos a salir, 10-15, cuál es el límite si está claro que los números no dan?”, le dijo a La Silla un senador de Cambio Radical.

No cambian los votos, pero queda una alerta por la polarización

Perdón que llegué tarde, presidente, por temas de clima en Rionegro, pero déjeme hacer una reflexión”, dice el senador Juan Felipe Lemos de La U. Es de los que habla de pie y suele llevar un libro que referencia. 

Lemos no cambió de postura con las marchas del domingo porque él está en contra de la reforma. Considera que no soluciona de fondo los problemas del sistema. Pero tampoco es de los que se sale para desarmar la discusión. Por eso tampoco marchó. 

Sus palabras ante la plenaria arrancan con una referencia a “Radicalizar la democracia”, un libro de Dominic Rousseau. Es un libro, dice, que le regaló alguien que conoce bien la plenaria y que se ha vuelto su asesor casi que espiritual. “No digo quién para no herir susceptibilidades”, añade. Es el secretario del Senado, Gregorio Eljach. 

Usa esa referencia del abogado francés para plantear los riesgos de la polarización entre las marchas contra Petro y las marcha a favor de Petro.  “La radicalización es la mejor herramienta para ganar elecciones, pero la peor para lograr resolver los problemas del país, que cada vez se irán agudizando más”, dijo. La plenaria escucha. 

“Qué tal herir a una fiera enjaulada que no le importe y que no encuentre alternativas de llevar este país al precipicio. Solo piensen en eso”, añadió. Su llamado, insiste, es a bajar los ánimos en las calles y buscar consensos. Admite que la radicalización encuentra un punto de ebullición desde el mismo Congreso. 

“Y eso no lo ha entendido el gobierno y tampoco los radicales en contra de él”, sentencia. 

Jhon Jairo Roldán, también paisa, le da más intensidad a la reflexión. Él sí habla sentado. Parte de la experiencia de haber sido señalado de “bandido” durante las marchas por apoyar la pensional, algo que considera efecto de la agitación que se hace desde el Senado. 

Su cara, como la de otros 22 senadores liberales y de La U, hizo parte de carteles que decían “ellos se robaron tus ahorros”. Piezas de publicidad que movió el exvicepresidente Francisco Santos la semana pasada y que se vieron en Bogotá, Barranquilla, Medellín, Cali y otras ciudades.  

“Instrumentalizaron a los marchantes, una señora llevaba una pancarta con mi foto que decía miserable. Un amigo le preguntó que por qué decía eso del senador Roldán, y ella dijo que simplemente se la pasaron. Gente del Centro Democrático repartió esos afiches, un solo sticker de eso no vale menos de 100 mil pesos”, dijo. 

“Ojalá el que mandó a hacer la pancarta me dijera miserable en la cara y ahí no sería un senador, sino un ciudadano”, añadió. 

Roldán no varió su postura. Dice que su respaldo a la pensional es una reivindicación de las banderas liberales. “Estamos del lado correcto de la historia”, dice. Pero no es un cheque en blanco, añade. “Yo no voté por el presidente Petro, lo acompañaré en algunos temas, pero no lo haré en otros como un posible llamado a la constituyente”. 

Soy el periodista que cubre el Congreso. Estudié comunicación social y periodismo en la Universidad Surcolombiana. Antes hice parte de La Silla Sur. En 2020 gané el premio de periodismo Reynaldo Matiz y en 2021, 2022 y 2023 el premio Carlos Salamanca a mejor investigación. Escríbame al jortiz@lasillavacia.com