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El martes, Danis Rentería se presentó como el candidato del Pacto Histórico para competir por la Alcaldía de Cali. Hace cuatro años el exmilitar estuvo en la misma contienda representando a un partido cristiano, pero recientemente aterrizó en la Colombia Humana, el partido de Petro, y con su política tradicional se llevó por delante a sus competidores por el aval.

El nombramiento de Rentería levantó un polvero debido a posibles inconsistencias con las instrucciones emitidas por el Pacto para definir sus candidaturas. La decisión, que fue tomada por el Comité Distrital el sábado pasado, no fue reconocida por los otros cuatro precandidatos y terminó de resquebrajar la incipiente alianza en la que venían trabajando.

De los nombres que han sonado para representar al petrismo en octubre, Rentería es el que tiene más respaldo, experiencia y conexiones. Sin embargo, lleva una cruz que algunos de sus copartidarios no quieren cargar: la de su paso por partidos de derecha, como Colombia Justa Libres y el antiguo MIO, que lideró el parapolítico Juan Carlos Martínez. También hizo parte del gabinete del alcalde, Jorge Iván Ospina, que lidia con una desaprobación del 77 por ciento según la última encuesta de Invamer.

Como en otras regiones, su postulación como el candidato de la alianza de movimientos que llevó a Gustavo Petro a la presidencia muestra la tensión entre un Pacto Histórico de izquierda puro y uno más pragmático. Sin solución en las regiones, en Bogotá se empiezan a acumular esas tensiones, que también llegan de departamentos como Atlántico y Antioquia.

Un político tradicional respaldado por la izquierda radical

“Hoy es un día muy importante para mi vida. Para un hombre negro, de la Colombia profunda, de la selva del Chocó”, dijo Danis Rentería desde el atril ante el público que llenó el auditorio del hotel Spiwak el pasado martes. Allí fue el evento en que se presentó como el candidato del Pacto Histórico a la Alcaldía de Cali, pese a que su aval todavía no está asegurado.

Rentería llegó a la Colombia Humana en febrero y en abril ganó la consulta interna del partido fundado por Gustavo Petro, lo que le dio el derecho de aspirar a representar a la coalición de izquierda. Su llegada causó controversias que salieron a flote durante la jornada electoral, cuando una de sus rivales en la consulta promovió un plantón en su contra: “En esta época aparecen personajes aprovechados, con ideología política contraria buscando avales, como el señor Danis Rentería”, gritaba la precandidata Sonia Aux al frente de la Registraduría.

Llegó al partido con el empujón de Juan Fernando Petro, hermano del presidente, y el de Mary Luz Herrán, su exesposa. Sin embargo, no fue bien recibido por los militantes “históricos”: “Con ese tiempo de militancia no tendría derecho a ser candidato por la Colombia Humana”, dijo Carlos Saavedra, uno de los líderes del partido en Cali. “Llegó por la puerta de atrás y a la consulta llevó varios buses”.

“Hay líderes que de su pecunio movilizan a sus amigos para ese tipo de ejercicios, yo no se los puedo prohibir”, le dijo Rentería a La Silla sobre el tema de los buses, pero dijo que es “completamente falso” que su campaña hubiese financiado transporte para movilizar votantes.

Rentería nació en Chocó, tiene 53 años y es abogado, magíster en derechos humanos. Es sargento (r) del Ejército, donde estuvo durante 23 años y es político hace más de 10. En 2012 alcanzó una curul en el Concejo de Cali por el extinto partido MIO, que era controlado por el parapolítico Juan Carlos Martínez. Después, trabajó con el equipo de Roy Barreras en La U y con Clara Luz Roldán —actual gobernadora y aliada de Dilian Francisca Toro— en Coldeportes. En 2019 fue su primer intento de llegar a la Alcaldía. Se lanzó por el partido cristiano Colombia Justa Libres y quedó en el cuarto puesto con cerca de 50 mil votos.

“No me siento arrepentido ni avergonzado de que el Partido Colombia Justa Libres me haya dado el aval para participar en las elecciones del 2019. Ningún otro partido me lo dio y ellos me dieron la oportunidad”, le dijo Rentería. Él se considera un hombre “progresista” pero piensa que la discusión no es de “izquierda ni de derecha”, lo que explica sus ires y venires en el espectro político.

Más recientemente estuvo a cargo de la Secretaría de Paz durante la alcaldía de Jorge Iván Opsina, hasta abril del año pasado. Allí tuvo la oportunidad de acercarse a varias de las organizaciones sociales que hoy lo apoyan y promovió espacios de reconciliación entre exmilitares y exguerrilleros. En 2021 conformó la Corporación Veteranos por Colombia, junto con otros militares y policías retirados que en 2022 se sumaron la campaña de Petro, lo que significó un espaldarazo por parte de un sector que tradicionalmente le ha criticado.

“Es un hombre de paz, un tipo comprometido con la reconciliación de los colombianos, y lo ha probado de manera fehaciente”, dice Gildardo Silva, presidente de la Unión Patriótica en Cali. “Petro en la segunda vuelta captó muchos sectores y todos esos sectores son susceptibles de estar dentro del movimiento”, expresó Gustavo Herron, del Partido del Trabajo, para quien Rentería es “el mejor candidato”.

Fue precisamente en el sector más a la izquierda donde Danis Rentería encontró el apoyo que hoy lo tiene cerca de conseguir el aval. Otros partidos, como el Comunista y Esperanza Democrática, también respaldaron su candidatura, además de organizaciones sociales como el Centro de Pensamiento Uramba y el movimiento Soy Porque Somos, de la vicepresidenta Francia Márquez. “Ellos creen en ese proceso y por eso avalan a un exmilitar que le ha mostrado a Cali y al país los caminos de la reconciliación”, argumentó el candidato.

Danis Rentería matiza su pasado político con un discurso de apertura y apela a su historia de vida para generar identificación entre los caleños. Viene de la “Colombia profunda”, se reconoce como parte de “los nadie” que quieren llegar al poder y se muestra como un ejemplo de superación. Sin embargo, fiel a su experiencia, conserva parte de las prácticas tradicionales de la política, con un grupo consolidado y un importante trabajo de bases con el que le ha sacado ventaja a sus competidores. Ha demostrado que está dispuesto a sacar adelante su candidatura, aunque se lleve por delante la unión del Pacto Histórico en el Valle del Cauca.

De acuerdo con el profesor Enrique Rodríguez Caporalli, investigador de la Universidad Icesi, Rentería tiene dos ventajas: Un grupo organizado que integra a distintos sectores y la visibilidad que le dio su paso por el gabinete. Esas características lo hacen competitivo en una campaña tan abierta, en la todavía no hay candidatos fuertes.

Además, “hay un cálculo político que está en juego y es que Cali y el Valle del Cauca votan a la izquierda en los nacionales, pero en lo local no. En las administraciones previas nunca ha habido un voto mayoritario para la izquierda”, explicó Rodríguez.

Sin pacto en Cali el aval se define en Bogotá

El sábado 24 de junio, representantes de los movimientos que integran al Pacto Histórico en Cali decidieron definir el aval para la Alcaldía a través de una votación. La candidatura de Danis Rentería obtuvo once votos a favor frente a ocho abstenciones.

“Es como si se reunieran los representantes de los equipos de fútbol en Colombia y en una reunión decidieran no jugar los partidos y decidir por mayoría quién es el campeón”, dijo Élmer Montaña, precandidato por el partido Todos Somos Colombia, sobre el nombramiento de Danis Rentería.

La principal inconformidad se debe a que la decisión no se dio por consenso o por encuesta, como dicta la circular n°3 que emitió el Comité Electoral del Pacto Histórico el pasado 7 de junio. “Tenemos a un aspirante a la Alcaldía de Cali que va en contravía de las disposiciones del pacto a nivel nacional”, afirmó Montaña, un abogado que ha ganado relevancia por su veeduría y oposición a la Alcaldía de Jorge Iván Ospina.

Dentro del Comité Distrital, argumentan que la votación se dio por la premura, pues hasta el 8 de julio hay plazo para presentar la documentación al Comité Nacional. Por eso, la Secretaría Técnica, un espacio creado para dinamizar el proceso, estipuló que el 23 de junio sería la fecha máxima para un acuerdo entre los precandidatos y definió que, de no lograrse, serían los delegados de los movimientos los que tomarían la decisión.

Las conversaciones comenzaron con cuatro candidatos. Además de Élmer Montaña y Danis Rentería, estaban Nelinton Ramos, de la organización de Juntanza Popular, y Jorge Iván Vélez, líder sindical. La semana pasada llegaron a las reuniones otros líderes que manifestaron su intención de participar en el proceso, entre los que estaban Deninson Mendoza, de Independientes; Juana Peláez, activista del Paro Nacional; Edilson Huérfano, de Fuerza Ciudadana y David Millán del Comité Urbano Regional. Sin embargo, las reuniones no lograron el consenso y Rentería se negó a participar de un proceso de encuesta.

Ante la falta de acuerdos, el sábado pasado los delegados de los partidos cumplieron con su fecha limite y definieron el aval para Rentería, lo que desató la confusión que hoy tiene al Pacto Histórico con un candidato que hace campaña a su nombre y otros cuatro que hacen campaña en su contra.

“La circular dice que debe lograrse por encuesta o consenso. No lo logramos y no dice “tiene”. En esa medida teníamos la capacidad de definir que lo íbamos a hacer en votación, apelando a concitar la mayor unidad posible”, explicó una de las delegadas que estuvo en la reunión del sábado y pidió la reserva de su nombre por intimidaciones que ha recibido en los últimos días. “La decisión no la toman los precandidatos. Ellos están ligados a las organizaciones, que son quienes toman la decisión”, añadió.

Partidos como Fuerza Ciudadana, Comunes e Independientes, han emitido comunicados de protesta ante la determinación del Comité Distrital. El martes Deninson Mendoza, Nelinton Ramos, Jorge Iván Vélez y Élmer Montaña citaron a una rueda de prensa en la plazoleta Jairo Varela, donde rechazaron la decisión y se mostraron unidos en la idea de seguir en el proceso.

“La mesa técnica no tenía la capacidad de tomar esa decisión, así que no la validamos”, opinó Mendoza, de Independientes y cercano al alcalde de Medellín, Daniel Quintero. “No nos permitamos que el ego de una sola persona dañe un proceso”, agregó e hizo un llamado a resolver el aval a través de una encuesta. En ese escenario, Mendoza tendría ventaja porque lleva varios meses recolectando firmas e incluso ya tiene vallas publicitarias, lo que podría darle mayor reconocimiento.

El congresista del Pacto Histórico de Cali, Alejandro Ocampo, también se manifestó al respecto, y dijo que como la decisión no se tomó por consenso o encuesta, todas las precandidaturas deben “seguir trabajando” hasta que en Bogotá el Comité Nacional tome una decisión. Eso sería lo único que podría frenar a Rentería: “Estoy dispuesto con todas mis fuerzas, con todas mis capacidades, a apoyar la candidatura que escojan”, afirmó.

En la capital los cálculos pueden ser distintos y la pelea puede jugar en contra de todos los precandidatos. Los más de 650 mil votos de Petro en Cali y el escenario postestallido, despiertan en el petrismo un interés particular por la ciudad, por lo que podrían buscar nombres más reconocidos.

Recientemente, se habló de la posible candidatura de la periodista Mabel Lara, luego de ser vista en una reunión con el senador Wilson Arias. Sin embargo, Lara le dijo a La Silla que no estaba interesada en poner su nombre en el tarjetón: “Yo no voy a ir a una candidatura, pero sí quisiera apoyar alguna porque es mi deber como ciudadana”, explicó la periodista, que también se ha reunido con otros precandidatos como Tulio Gómez y Diana Rojas.

Se espera que el próximo martes el Comité Nacional se pronuncie sobre el tema. Mientras tanto, la izquierda en Cali sigue dividida por un candidato que no es de izquierda.

Soy el periodista de La Silla Vacía en el Pacífico. Estudié periodismo de la Universidad de Antioquia. Crecí en el periodismo universitario y cofundé el medio de comunicación La Vuelta, enfocado en periodismo para juventudes. Ahora cubro el poder en el Valle del Cauca y la región Pacífica.