Foto: Cortesía MinTIC

El Ministerio de las TIC lanzó hace dos meses una gran convocatoria para distribuir 85 mil millones de pesos entre los medios de comunicación, con la idea de rescatarlos de la crisis económica en la que se encuentran y que se ha agudizado con la pandemia.  Sin embargo, y pese a que muchos están al borde de la quiebra, si todos los que aplicaron reciben el subsidio sobraría todavía una tercera parte de la plata destinada.

“A mí me gustaría que se presenten todos los medios que tengan la oportunidad de hacerlo”, dijo la ministra Karen Abudinen, en la presentación de la convocatoria, que invitaba a los medios a presentar proyectos para comprar equipos, acelerar su transformación digital y proteger los empleos. 

Pero no todos lo hicieron.  Una posible explicación a esa falta de demanda es que los grandes medios nacionales (salvo Canal Uno, Cable Noticias y Caracol Radio) no participaron en la convocatoria. Lo que es llamativo, porque los grandes medios hicieron lobby por este salvavidas, a través de gremios como la Asociación Nacional de Medios de Información (AMI).

En cambio, los periódicos regionales, emisoras locales y comunitarias sí presentaron proyectos y la mayoría de los que aplicaron podrían verse beneficiados por el apoyo de este gobierno. Un apoyo que podría ser clave de cara al 2022.

Los grandes nacionales dijeron no

Tres ejecutivos de estos grandes medios consultados para esta historia coinciden en que los costos de participar en esta convocatoria les resultaron mayores al beneficio que podrían obtener por recibir esta plata. 

Básicamente, los montos a los que podrían acceder en la convocatoria —que van desde los $ 50 hasta $ 1.500 millones— son una curita ante la hemorragia que enfrentan.

 Por ejemplo, según los datos de la Superintendencia de Sociedades, el año pasado la Casa Editorial El Tiempo perdió $ 45.208 millones y Publicaciones Semana, $21.707 millones, y el Canal RCN reportó a sus inversionistas pérdidas por $ 87.571 millones.

“Los 85.000 son una ayuda casi simbólica en términos puramente económicos. En el 2020, sólo los periódicos afiliados a AMI tuvieron un decrecimiento de sus ingresos del doble de esa cifra frente al año anterior”, dijo a La Silla Werner Zitzmann, director ejecutivo del  gremio que reúne a los medios de comunicación más grandes del país.

Un alto ejecutivo de otro medio de comunicación que nos habló extraoficialmente dijo a La Silla que la propuesta exigía un tiempo de ejecución para los proyectos muy corto: “Apenas cinco meses lo que hacía que nuevos proyectos de calado no pudieran entrar ya que necesitan un periodo de gestación mucho más largo”, dijo.

Esta convocatoria no solo no les ayudaba con el problema de fondo, sino que les creaba un riesgo reputacional, pues de ser financiados por el Gobierno se levantarían sospechas sobre la independencia de sus contenidos informativos. Esto porque recibirían plata del Gobierno que cubren.

De hecho, en una carta enviada por la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) al MinTic, la FLIP pidió ajustes a la convocatoria para garantizar que la plata que diera el Gobierno no significara una injerencia en sus contenidos, entre ellos: especificar mejor los criterios para escoger los proyectos, que el comité evaluador no estuviera conformado solo por funcionarios del ministerio y establecer mecanismos de veeduría en la convocatoria.

Pero estos no quedaron incluidos en la resolución. El Ministerio le respondió a la Flip que esos puntos “se daban por sentado” en la convocatoria.  De esta forma, ignoró la experiencia internacional en este tipo de convocatorias en las que se garantiza un cierto blindaje en el otorgamiento de recursos para minimizar el conflicto de interés de los medios que los reciben.

“Meterse en este tema (la convocatoria) genera un ruido innecesario y no ayuda al tema estructural”, dijo a La Silla el presidente de Caracol TV, Gonzalo Córdoba.  

Para Córdoba, esa solución estructural para la televisión abierta pasa por regular las plataformas de contenidos como Netflix y Amazon Prime, y la televisión por cable con las que compiten en condiciones desiguales. Por ejemplo, no tienen obligación de transmitir contenido institucional y deben pagar menos plata al Estado. Algo en lo que este Gobierno no ha avanzado.

Y según Zitzmann, para solucionar la crisis de fondo que atraviesan los medios se necesitan alivios tributarios que puedan llegar a todos los medios de comunicación por igual. Una iniciativa en ese sentido empujada por AMI se hundió el año pasado en el Congreso; ahora es difícil de pasar porque, justamente, el Ministerio de Hacienda le apunta en su nueva tributaria a recortar gastos y gabelas como las que querían los grandes medios. 

El vocero de AMI dijo a La Silla que en todo caso seguirán pedaleando a favor de esta alternativa.

Pese a esas consideraciones, medios como Canal Uno (que en 2020 tuvo pérdidas de $ 117.000 millones), Caracol Radio (perdió $ 20.804 millones) y Cable Noticias (perdió $ 4.143 millones) presentaron propuestas para pedir más de $ 1.200 millones cada uno, en especial para comprar equipos y software.

Y aún así, la bolsa de dinero del Ministerio para dar a canales de televisión, emisoras y periódicos no se alcanzará a entregar toda así se aprueben todos los proyectos que se presentaron.  Solo solicitaron 61 mil de los 85 mil millones.

Donde sí habrá una gran competencia es en los medios digitales.

El salvavidas para portales y emisoras locales

Mientras en las categorías de televisión, radio, periódicos y revistas se presentaron propuestas por menos plata que la que dispuso el Gobierno, en digital la pelea será a muerte. El monto de lo solicitado supera tres veces el presupuesto de $ 4.250 millones asignados por el MinTic para esta categoría.

Esto se veía venir desde la presentación del borrador de la convocatoria por la cantidad de medios digitales que hay en Colombia; en un primer análisis, el MinTic identificó 620.

En la convocatoria se presentaron 62 proyectos, de un ecosistema de medios diverso en el que se incluyen portales como KienyKe, que pidió $ 471 millones; Cuarto de Hora (un portal del senador petrista Gustavo Bolívar), que pidió $ 465 millones; y Valora Analitik (un medio económico fundado por el analista y consultor financiero Camilo Silva), que pidió 460 millones. La Silla Vacía no participó.

La plata la pidieron para compra de equipos, capacitaciones y contratación de personal.

Los que más pidieron ($ 500 millones cada uno) fueron los dueños de la revistaecoguía.com, un medio sobre medioambiente liderado por Daniel Jiménez Ángel, y corporaciondemediosdigitales.com, que se define en su página web como una corporación que ayuda a medios regionales, comunitarios e influenciadores, dos medios que no son conocidos.

La mayoría de los medios digitales que aplicaron son de Bogotá y Cundinamarca, pero también hay medios digitales regionales reconocidos como Minuto.30, un medio nativo digital de Medellín, (pidió $100 millones), La Cháchara, un portal de Barranquilla fundado por el exeditor de política de El Heraldo, Rafael Sarmiento (pidió $110 millones), y Alternativa, un medio cultural de Manizales (pidió $ 80 millones).

También hay emisoras que quieren fortalecer su presencia digital como la emisora comunitaria de Malambo (pidió $ 73 millones).

Justamente, la categoría de radiodifusión es la que más propuestas recibió. Si todas cumplen con los requisitos del Gobierno, podrían ser 216 proyectos de medios radiales los que terminen recibiendo plata del MinTic. Y aunque hay desde emisoras comerciales como Caracol, la mayoría son emisoras comunitarias. Muchas de ellas provenientes de regiones distintas a Bogotá y Cundinamarca.

Incluso hay emisoras religiosas como las de las diócesis de Cúcuta, Ocaña e Ipiales. Aunque los montos son pequeños (134 propuestas no superan los $ 50 millones) por el tamaño de estas emisoras este presupuesto puede ser un verdadero salvavidas para ellos.

Lo mismo para los periódicos regionales, que en la categoría de prensa, fueron los que presentaron proyectos más ambiciosos, y en quienes esta convocatoria podría tener un impacto significativo.

Los periódicos regionales no se prepararon a tiempo para la irrupción de Internet y el cambio de modelo de negocio, especialmente el de la pauta de la que vivían que ha migrado hacia Facebook y Google.  La pandemia los terminó de noquear pues por la crisis económica la pauta oficial se ha reducido y el negocio de los eventos se acabó.

Los periódicos regionales, los que más pueden ganar

En el top 10 de las propuestas más costosas en todas las categorías todos son periódicos. La lista está encabezada por La Opinión de Cúcuta (pidió $ 1.500 millones, el tope máximo de las propuestas de esta categoría), El Diario de Pereira ( $ 1.499 millones) y Q Hubo Cali (1.499 millones).

La convocatoria fue acogida por los periódicos regionales más tradicionales del país. Con propuestas de más de mil millones de pesos están La Patria, de Manizales; El Meridiano, de Córdoba; El Heraldo, de Barranquilla y el Universal, de Cartagena. Y con montos menores, medios como El Pilón, de Valledupar; El Diario Hoy, de Magdalena; Crónica del Quindió; y el Frente, de Bucaramanga.

Pero un medio puede presentar varias propuestas, por eso los periódicos que más plata podrían recibir, si son aceptados todos sus proyectos, son El País de Cali ($ 2.996 millones), El Colombiano ($ 1.618 millones) y Vanguardia Liberal ($ 1.530 millones).

Para estos tres medios una inyección de dinero de estos tamaños es significativa, si se tiene en cuenta que sus pérdidas el año pasado no superaron los $ 3 mil millones. 

No obstante, también levanta el cuestionamiento de que la asignación para periódicos se quede concentrada en pocas manos. Solo los proyectos de estos tres periódicos representan el 21 por ciento del presupuesto asignado para la categoría de este tipo de medios.

Para el analista de medios Guillermo Franco, más allá de estos casos, donde las propuestas son transparentes y a nombre propio, la concentración podría ser mayor si se tiene en cuenta que algunos medios regionales comparten accionistas.

En su columna en La República, citó el ejemplo de Q’Hubo en Bogotá, que presentó un proyecto por 1.068 millones de pesos. Sus dueños son el Grupo Nacional de Medios, cuyos socios son los dueños de Vanguardia, el País y el Colombiano.

Para los medios regionales, tanto periódicos, como emisoras y portales, estos recursos pueden ser una verdadera tabla de salvación. 

Y para el Gobierno también puede ser una forma para ganarse los afectos de medios de comunicación con los que ha tenido una relación problemática: eliminó las ruedas de prensa, a cambio solo da entrevistas a medios que él elige, y limitó el acceso a la información y a los datos públicos durante y aún después de la pandemia. 

Afectos que también le podrían ser útiles de cara al 2022 a los candidatos afines a la línea política del Gobierno.

La próxima semana, el Ministerio deberá informar a los medios que se presentaron a la convocatoria si sus propuestas cumplen o no con los requisitos de la convocatoria, y en un plazo de una semana las empresas deberán corregir, si es necesario, sus propuestas.

El 24 de agosto se sorteará finalmente quienes serán los que recibirán la plata del Mintic. Por los proyectos presentados, estos recursos podrían dar un empujón a cientos de emisoras y portales pequeños, y una inyección significativa a los periódicos regionales.  Pero estará lejos de ser una solución de fondo para la profunda crisis de los medios tradicionales.

Fui periodista de temas económicos de La Silla Vacía. Estudié periodismo en la Universidad Pontificia Bolivariana. Fui corresponsal de El Tiempo en Bucaramanga y cubro temas económicos desde 2010, primero en Vanguardia Liberal (Santander), y después en el diario Portafolio, donde también fui coordinadora...