En Apure se da la primera rebelión de una disidencia contra el chavismo

El enfrentamiento, que aún continúa, generó el desplazamiento más grande del año, hasta ahora, en Colombia. Detrás está la primera disidencia que se rebela contra parte del chavismo.

El operativo más grande de las Fuerzas Armadas de Venezuela contra un grupo disidente de las Farc, en el estado de Apure, zona fronteriza con Arauca, ha puesto en evidencia la primera rebelión abierta de una disidencia contra el chavismo. Sus efectos sobre la población civil y la participación de estamentos militares venezolanos dirigidos desde el nivel central marcan un hito en el conflicto de la frontera entre Colombia y Venezuela. 

 

Uno en el que la presencia de disidencias en territorio venezolano, con la capacidad de mantener control territorial y resistir una ofensiva constante, es cada vez más evidente. Se trata de un conflicto que adquiere dinámicas propias de confrontación entre el gobierno de Nicolás Maduro contra un grupo de disidentes de las Farc, que llegó desde Colombia a competir por las rentas ilegales después del acuerdo de paz. Sus consecuencias son aún imprevisibles. 

El operativo militar continúa en la zona de La Victoria, la población que queda frente a Arauquita, cruzando el río Arauca que marca la frontera, según supo La Silla Vacía por tres fuentes enteradas de la situación. El gobierno de Iván Duque, a través de un mensaje en Twitter de la Cancillería, expresó “su preocupación por los graves efectos humanitarios sobre la sociedad civil en el estado Apure, de Venezuela, causados por enfrentamientos armados que están ocurriendo en esa región limítrofe”.   

De acuerdo con los datos del Puesto de Mando Unificado en Arauca, había 2.382 personas desplazadas que han llegado a Colombia desde Venezuela, especialmente a Arauquita. Según le dijo a La Silla Vacía el personero de ese municipio, Joel Yáñez, anticipan que el número crezca, pues los combates no han terminado. En la noche de ayer, el número de desplazados había subido a 3.100, según la Cancillería.

Se trata del desplazamiento, por efectos del conflicto, más grande en lo corrido del año que sucede en Colombia, y uno de los más grandes desde Venezuela en tiempos recientes.  

De resto, la información es opaca. No hay un saldo consolidado de bajas o heridos, no está claro si se bombardeó o no, ni siquiera es explícito contra quién es el operativo.

La principal fuente oficial es el Gobierno venezolano. En un comunicado firmado por el general Vladimir Padrino, ministro de Defensa venezolano, se informó de la muerte de dos oficiales de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Fanb) y de “varios heridos” en un operativo contra un “grupo armado irregular colombiano”. 

Además, anunciaron que habían dado de baja a un cabecilla, alias “Nando”, capturado a 32 integrantes del grupo y destruido seis campamentos.

Una disidencia rebelde contra el chavismo

“Nando”, según una persona de Arauca que pidió no ser nombrada, era hermano de Ferley González, el jefe financiero del Frente Décimo Martín Villa de las disidencias de las Farc que operaba en Arauca. 

Este frente, a su vez, está asociado al Frente Primero, comandado por alias “Gentil Duarte”, según nos confirmaron dos investigadores que han estudiado en terreno el fenómeno. Duarte está al frente de la disidencia más grande de Colombia y, como contamos, busca revivir a la guerrilla de las Farc.

Naryi Vargas, investigadora del conflicto que trabaja en la zona, estaba en La Victoria, la población venezolana donde ocurrió el operativo, la semana pasada. “Veníamos viendo que en esa frontera la tensión estaba escalando. Se pensó que la gente de la Fanb había tenido alguna fricción con Ferley. Pero la alerta surge cuando llegó la Faes, ahí quedó claro que se trataba de un escalamiento importante”, le dijo a La Silla Vacía. 

La Faes, Fuerza de Acciones Especiales, es un cuerpo policial élite creado en 2017 por Nicolás Maduro, cuestionado por cometer serias violaciones de derechos humanos y que responde a órdenes de la cúpula del chavismo. Su presencia en el operativo, que no menciona el comunicado oficial venezolano, fue confirmada también por Bram Ebus, investigador de la ONG internacional Crisis Group, que ha monitoreado la frontera.

El enfrentamiento se desató el domingo y, según denuncias en videos de desplazados que huyeron a Colombia (a los que tuvo acceso La Silla Vacía), los militares venezolanos habrían cometido excesos, como detenciones arbitrarias y saqueos.

Pero incluso ante la presencia militar venezolana cantada, la disidencia del Frente Décimo ha mantenido su terreno e incluso minó la zona. Según reportes de las ONG venezolanas Fundaredes y Control Ciudadano, la muerte de los oficiales venezolanos fue causada por estos artefactos. 

La Silla Vacía conoció un audio que empezó a circular anoche en la región, atribuído, según una fuente que pidió no ser identificada por motivos de seguridad, a alias “Ernesto”, cuadro político del Frente Décimo. El hombre dice que es miembro de las Farc y que habla desde “las sabanas de Apure”. La Silla no pudo verificar independientemente la autenticidad del audio, pero sí que ha circulado ampliamente en Apure. 

“No fuimos nosotros los que iniciamos esta confrontación. Fueron los apetitos y los intereses de unos generales y coroneles que han venido buscando la extorsión y el beneficio personal, no solo a nosotros como fuerza revolucionaria, sino a la población en general”, afirma. 

Y lanza un desafío: “A los que se enmascaran y se excusan en el chavismo y nos atacan (…) que estamos dispuestos a luchar, estamos dispuestos a dar la vida”. Pero abre una puerta de negociación: “Estamos dispuestos a parar y replegar nuestras unidades, pero creemos que esto debe ser un común acuerdo con una comisión del más alto nivel”.  

Además de este audio, el portal de noticias de Arauca Saravena News, publicó anoche un video atribuido al comandante Antonio Medina, del frente 24, que hace parte de la estructura del Décimo. Ahí se reitera el mensaje contra oficiales del chavismo “corruptos” y anuncia que “nos unimos, en solidaridad con el frente décimo, y atacaremos las bases militares del Ejército venezolano”.   

Según Ebus, más allá de que “esto estuviera previsto como un enfrentamiento para arreglar un problema local, ya no hay vuelta atrás. El nivel de desplazamiento, y la atención mediática en Venezuela, hace que ya no haya cómo esconder las alianzas y los enfrentamientos del chavismo con las disidencias colombianas”. 

En efecto, el operativo fue mencionado por figuras políticas de la oposición, como Juan Guaidó, quien dijo que la muerte de los militares venezolanos era la consecuencia de “la protección de Maduro al narcoterrorismo en territorio nacional”.

Según la investigadora Vargas, “este es un mensaje clarísimo para todo el mundo y no sólo en frontera”, pero invita a la cautela y menciona enfrentamientos anteriores entre las disidencias y las Fuerzas Armadas venezolanas. Aunque ninguno de esta magnitud, contra una de las organizaciones armadas más problemáticas en la frontera. 

De acuerdo a Vargas, el Frente Décimo ha tenido un crecimiento acelerado en la zona de Apure por su éxito en la explotación de rentas del narcotráfico y cuenta con aproximadamente 800 hombres en Arauca y Apure.

Y, si bien Ferley no es el comandante, “en una estructura organizativa que no se acaba de configurar, ni en materia política ni militar, los financieros cobran un rol muy relevante”, dice Vargas. Incluso para actuar de manera independiente del comandante de su frente, alias “Arturo”, y de la estructura más amplia del frente primero de “Gentil Duarte”.

Estas tensiones ya se habían hecho sentir, en especial, como contamos, por un operativo anterior de los militares venezolanos contra el Frente Décimo en 2020, en el que el ELN habría participado con información sobre la disidencia de Ferley.

Motivaciones inciertas detrás del operativo chavista

Las versiones sobre por qué el Gobierno venezolano lanzó esta ofensiva contra el Frente Décimo varían. 

Según la versión de la periodista venezolana Sebastiana Barráez en Infobae, “las Fuerzas Armadas estarían siendo usadas para eliminarle los adversarios internos que, dentro de las Farc, tienen Jesús Santrich e Iván Márquez, a quienes Nicolás Maduro ha manifestado simpatía”. Pero la periodista, experta en temas militares, no aporta más evidencia al respecto.

Una versión similar lanzó el investigador de la ONG Fundaredes, Javier Tarazona y declarado opositor del régimen de Maduro. 

Jeremy McDermott, codirector de InsightCrime, un centro de pensamiento que investiga el conflicto, agrega a esta versión, explicando que “los operativos de los militares venezolanos no han tocado las operaciones de la Segunda Marquetalia, que son especialmente robustas en el estado de Apure”. Agrega que, según las fuentes en terreno, “la ofensiva responde a las versiones crecientes en Venezuela de que el Frente Décimo tenía dominio en la zona. Y podría abrir un espacio para que la disidencia de Márquez se expanda luego”.  

Por otro lado, está el antecedente de que el ELN habría colaborado con los militares venezolanos en un operativo anterior contra el Frente Décimo. 

Para los investigadores Vargas y Ebus, consultados por La Silla, es difícil llegar a conclusiones definitivas. Según Vargas, “en el Apure hay una relación de coordinación, y en algunos casos de colaboración, entre la Segunda Marquetalia y el Frente Décimo. No hay una relación de rivalidad”. McDermott, de InsightCrime, en cambio, dice que los dos grupos no están afiliados, e incluso cuestiona que el Frente Décimo funcione como parte de la estructura de “Gentil Duarte”. 

En medio de este enredo incierto de alianzas y rivalidades, Ebus resalta que “hay un caldo de cultivo de grupos armados y es la economía ilícita, en la que el Gobierno venezolano juega un papel, la que une y la que rompe los lazos.”  

Según Víctor Mijares, profesor de la Universidad de Los Andes y experto en los conflictos venezolanos, una respuesta a las motivaciones del Gobierno venezolano pasa por desentrañar las tensiones internas de un régimen autoritario, donde reina el secretismo, la corrupción y la desinformación. 

“¿Cómo hace la gente que estudia a Corea del Norte? Ese es el reto para estudiar lo que está pasando en Venezuela”, dice Mijares.

Pero los efectos de las relaciones del chavismo con los grupos armados son cada vez más difíciles de ocultar en su propio territorio. Según Fundaredes, la ONG de derechos humanos venezolana, en el 2020 en los estados fronterizos con Colombia se registraron “un total de 1.613 homicidios, 208 desapariciones o secuestros y 555 enfrentamientos armados”.

Por ahora, las autoridades en Colombia están en la situación paradójica de recibir a los desplazados de un conflicto, ahora venezolano, que llegó a ese país por las grietas del acuerdo de paz. Las fuerzas venezolanas luchan por recobrar el control territorial que cedieron a los grupos ilegales colombianos, mientras le reclamaban a Colombia su ausencia de Estado.