Gustavo Villegas (izquierda) fue el nombramiento más criticado del gabinete de Federico Gutiérrez en 2015. Foto: Twitter.

El detenido exsecretario de Seguridad dijo en una reunión que su estrategia era darles duro a las bandas para que negociaran su sometimiento.

Hoy Federico Gutiérrez apareció en Caracol, Blu Radio, La FM, RCN Radio, RCN TV, la W y Caracol TV hablando sobre la captura de su secretario de Seguridad Gustavo Villegas. Entre las cosas que repitió es que su estrategia de seguridad no incluye la negociación con bandas criminales para su sometimiento a la justicia.

“Con ellos (las bandas criminales) no hay nada que negociar, no tienen ideología. Hablé con el presidente Santos personalmente y me dijo lo mismo (…) el único que puede determinar si hay o no beneficios (jurídicos) es la Fiscalía, no lo puede hacer un Alcalde, ni un Secretario”, dijo en Blu.

Sin embargo, a comienzos de año en una reunión con políticos del Centro Democrático y algunos periodistas, Villegas les dijo que su estrategia como Secretario era darle duro a las bandas para obligarlos a negociar su sometimiento.

Así se lo confirmó a La Silla una de las personas que estuvo presente en esa reunión y que dice haberlo escuchado de primera mano.

Según la directora de Fiscalías de Antioquia, Claudia Carrasquilla, Villegas habría entregado información confidencial a dos criminales de las bandas de la ciudad para ayudarles a iniciar un proceso de sometimiento a la justicia con el gobierno nacional a cambio de beneficios jurídicos.

“Se trata de una investigación que venía adelantando desde el 22 de julio 2016 la Unidad Nacional contra el Crimen Organizado, Seccional Medellín, donde se obtuvieron algunas pruebas materiales que permitieron solicitar su captura y se le imputará el delito de concierto para delinquir agravado”, señaló la funcionaria citada por Verdad Abierta.

Si se comprueba que la estrategia de Villegas era incentivar esa negociación a partir de combatirlos frontalmente por un lado, y ayudarlos por otro, la pregunta es si Villegas le había informado de eso a Federico.

Hasta ahora el Alcalde ha insistido en que no tenía conocimiento de que hubiera alguna negociación.

“Espero que no (haya negociado a escondidas), pero eso lo tiene que demostrar la Fiscalía y definirse en la audiencia. No sabemos si era que entregaba información a cambio de dinero o que tenía conversaciones con ellos”, dijo el alcalde Gutiérrez.

En la actual administración, Gutiérrez ha tenido como eje clave la lucha contra la criminalidad y de pelear “de frente con las bandas criminales”, por lo que ha dicho que estos pactos no tienen cabida en su administración.

Para demostrarlo pone como ejemplos el plan criminal para asesinarlo que reveló la Fiscalía, las amenazas contra la directora de Fiscalías en Medellín, Claudia Carrasquilla, y el aumento el año pasado del 6% en los homicidios en la ciudad.

Lo claro es que Villegas es una persona que conoce de cerca cómo funciona el mundo de los combos en Medellín y que gracias a ese conocimiento es que en gran parte llegó al cargo con Gutiérrez. “Hay que tener claro que acá en Medellín hay que concertar con las bandas debajo de la mesa si se quiere tener seguridad”, nos dijo Juan Diego Restrepo, investigador y director de Verdad Abierta.

La razón de esto es que, según han mostrado varios estudios, una porción significativa de los barrios de Medellín están bajo el control de algún combo. Matones que no solo manejan el microtráfico de drogas sino que aseguran el monopolio de distribución de algún producto: detergentes, o gaseosas, o harina, no importa, a cambio de una renta.  

Policías corruptos en esos barrios suelen conocer a estos combos, y a cambio de que no maten y mantengan bajo control a los jóvenes delincuentes, les dejan manejar los monopolios a cambio de llevar una tajada de esa renta. De esa forma, se mantiene bajo cierto control la violencia y todos mantienen sus negocios.

Durante la audiencia de imputación de cargos que continúa en la tarde de hoy en los juzgados de Medellín, la Fiscalía dijo que Villegas era conocido con el alias de ‘el ingeniero’ dentro de la Oficina y que se beneficiaba con el no pago de extorsiones a la empresa distribuidora de alimentos de Villegas, Surtialimentos, según cuenta El Colombiano.

La sombra de los paras

Entre 2005 y 2007, durante la alcaldía de Sergio Fajardo, Villegas fue jefe de la Oficina de Paz y Reconciliación de Medellín, que era la encargada de llevar a cabo el proceso de reinserción a la sociedad civil de los 4.500 desmovilizados del Bloque Cacique Nutibara de las autodefensas.

Como director de esa Oficina, Villegas trabajaba de cerca con la Corporación Democracia, una Ong que tenía como asociados a los desmovilizados del bloque Cacique Nutibara y que surgió en 2003 de los acuerdos entre los jefes paramilitares de ese Bloque de las Autodefensas Unidas de Colombia (Auc) que operaba en las comunas de Medellín,  la Oficina del Alto Comisionado para la Paz y la Alcaldía de Medellín bajo Luis Pérez, según contó Verdad Abierta

En 2008, cuando estalló el escándalo de los nexos de paramilitares con funcionarios judiciales y altos mandos de la Policía en Medellín, Villegas resultó mencionado en el escándalo.

 

Por un lado, porque tenía contactos con Felipe Sierra (en esa época un prestante empresario de Medellín), a quien la justicia condenó a 60 meses de prisión por ser el contacto entre los paras y la fiscalía para que sacaran del organigrama de bandas criminales a John Fredy Manco, alias El Indio. Valencia Cossio fue condenado a 15 años de prisión por este caso.  

Villegas apareció salpicado en el escándalo porque cuando era director de la Oficina de Paz y Reconciliación entregó contratos por más de 1.200 millones de pesos a la empresa Control Total, que Felipe Sierra dirigía, para entregar seguridad (vehículos y escoltas) a los miembros de las autodefensas desmovilizadas que estaban en la Corporación Democracia.

A raíz de ese escándalo, el entonces alcalde de Medellín Alonso Salazar le pidió la renuncia a Villegas, que fungía como su director para los juegos suramericanos.

Villegas dijo en esa oportunidad que con Sierra solo hubo un cruce de mails y al final, la Fiscalía le archivó la investigación por inexistencia de los hechos denunciados.

En ese mismo año, Villegas levantó una polvareda cuando el entonces director de la Policía y hoy Vicepresidente Óscar Naranjo, le pidió públicamente a Carlos Marios Aguilar, alias ‘Rogelio’, desmovilizado del Bloque Héroes de Granada y directivo de la Corporación Democracia, que se entregara a las autoridades para que respondiera por una serie de señalamientos que lo ubicaban como temido narcotraficante.

“Al ser consultado sobre el particular, Villegas, en su calidad de director de la Oficina de Paz y Reconciliación, señaló en su momento que alias ‘Rogelio’ no tenía líos judiciales y que mantenía contacto permanente con él. Promediando ese mismo año, Aguilar terminó viajando a Argentina, país donde se entregó a las autoridades norteamericanas”, cuenta Verdad Abierta.

El nombre de Villegas volvió a sonar en 2011 cuando el paramilitar Juan Carlos Sierra, alias ‘El Tuso’, dijo ante la Corte Suprema de Justicia, que Villegas hacía parte “totalmente” de la Oficina, a través de Daniel Mejía, alias ‘Danielito’.

“Daniel le pagaba a Gustavo porcentaje por todo, por las licencias de las máquinas (tragamonedas). Es que las licencias de las máquinas estaban cerradas y él le abría licencias a Daniel pa’ las máquinas, pa’ los casinos y él ganaba porcentaje (…) y aparte de eso tenía como decir nómina, pues de la Oficina de Envigado en cabeza de Daniel, porque Daniel era el que manejaba eso”, dijo El Tuso al prender su ventilador.

Ese ventilador hizo que se abrieran más de 41 indagaciones preliminares por parte de la Fiscalía, ya que El Tuso salpicó a altos ex funcionarios de Uribe, y abogados conocidos, entre otros. A Villegas también se le abrió indagación preliminar, y en ese momento rechazó las declaraciones y dijo que adelantaría acciones penales contra El Tuso.

Esa investigación fue archivada por falta de pruebas. Pero cuatro años después, las dudas sobre Villegas volvieron a aparecer, cuando Federico Gutiérrez lo nombró como Secretario de Seguridad, una de sus manos derechas para la bandera de su gobierno, que sería el combate de las bandas criminales.

“Que sean las autoridades las que investiguen y digan si hay algo mal hecho”, dijo en su momento Villegas al ser nombrado en el gabinete de Federico, quien a su vez defendió su decisión, diciendo que Villegas estaba “preparado para asumir los retos de la ciudad”.

Los sometimientos

 

Bajo la administración de Villegas, se sometieron a la justicia seis miembros de la banda La Terraza en julio del año pasado (cuando la Fiscalía arrancó las investigaciones contra el exsecretario) y de los diez capos que aparecían en el organigrama de más buscados, ya han capturado 9.

Solo falta alias Tom, sobre cuya cabeza hasta la justicia de Estados Unidos está ofreciendo una recompensa de 2 millones de dólares.

Según el abogado de los sometidos, Michel Pineda, los delincuentes se sometieron bajo el amparo del decreto 1175 de 2016, que permite la suspensión de las penas de los miembros de grupos armados al margen de la ley con el fin de propiciar acuerdos humanitarios.

Según relató Pineda al diario El Colombiano en ese momento ese decreto “es la herramienta jurídica más poderosa del país”.

Villegas en julio negó que las entregas fueran producto de una posible negociación, ante las declaraciones del abogado de los criminales. Explicó que era por “la presión de la Policía” y que si hay beneficios de por medio, lo debe tramitar la Fiscalía.

De hecho, durante el año pasado en dos ocasiones la Oficina de Envigado ha pedido ser incluida en un proceso de negociación con el Gobierno. En ambas ocasiones, no ha habido respuesta oficial del presidente Santos.

La última vez que pidieron negociar fue en noviembre del año pasado a través de una carta en la que pedían participar en un “pacto nacional de paz” con las Farc y el Eln “mediante la aplicación de la justicia transicional que nos facilite una viable disolución política, legal y social de nuestras estructuras armadas”.

Anteriormente, en marzo, dijeron en un comunicado que estaban dispuestos a “crear un canal de comunicación (…) para una mesa de concertación sobre una agenda de paz” y que haya garantes de la sociedad civil.

La Oficina del Alto Comisionado de Paz siempre se ha negado a abrir negociaciones con delincuentes, aunque en el Acuerdo de Paz con las Farc quedó un artículo que abre la puerta para que las bandas criminales puedan someterse a la justicia con beneficios penales. Y esa era la puerta que supuestamente Villegas estaba intentando ayudarles a abrir a los combos paisas.

El impacto sobre Gutiérrez

Más allá de si el popular Alcalde de Medellín sabía de ese supuesto canal que tenía su Secretario de Seguridad, con su captura sufre un doble golpe.

El primero es que no solo se queda sin alguien con experiencia para lidiar con el difícil tema de seguridad en Medellín sino que golpea de frente la credibilidad de su política bandera y trae de nuevo la sombra de la ‘donbernabilidad’, el supuesto pacto que existió durante las alcaldías de Fajardo y Salazar con las bandas criminales para mantener los homicidios a raya y que Fajardo nuevamente negó hoy que haya existido.

Y el segundo, es que si la estrategia de seguridad de Villegas sí era darles duro a las bandas para obligarlos a someterse mientras a la vez les creaba las condiciones para hacerlo en condiciones favorables, con su captura esa estrategia se vendría al piso. Y las consecuencias de la ruptura de esos pactos se suelen ver en muertos.

Soy la directora, fundadora y dueña mayoritaria de La Silla Vacía. Estudié derecho en la Universidad de los Andes y realicé una maestría en periodismo en la Universidad de Columbia en Nueva York. Trabajé como periodista en The Wall Street Journal Americas, El Tiempo y Semana y lideré la creación...

Soy la editora de la sección En Vivo, coordinadora de podcast de La Silla Vacía y dirijo los Huevos Revueltos con Política. Soy periodista de la Santo Tomás y tengo una maestría en ciencias políticas y relaciones internacionales de la Universidad del Rosario. Fui reportera política en El Nuevo...