La semana pasada, el precandidato presidencial del Partido Liberal, Rafael Pardo, dijo que recibió una denuncia de un ex funcionario del Inpec que aseguraba que el Ministerio del Interior y de Justicia había cambiado las direcciones de las cárceles de todo el país para favorecer a los congresistas que votarían el referendo. Según la denuncia, los cambios se vienen dando hace seis meses, cuando se posesionó la nueva directora del Inpec, Teresa Moya Suta
Las historias detrás del relevo masivo en las cárceles colombianas
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La semana pasada, el precandidato presidencial del Partido Liberal, Rafael Pardo, dijo que recibió una denuncia de un ex funcionario del Inpec que aseguraba que el Ministerio del Interior y de Justicia había cambiado las direcciones de las cárceles de todo el país para favorecer a los congresistas que votarían el referendo. Según la denuncia, los cambios se vienen dando hace seis meses, cuando se posesionó la nueva directora del Inpec, Teresa Moya Suta.
La Silla Vacía llamó varias veces al Inpec y habló con la jefe de Prensa y la asistente de la directora pero no logró obtener el listado del total de cambios y tampoco la versión oficial sobre estos movimientos salvo que “eran cargos de libre nombramiento y remoción”. Sin embargo, La Silla Vacía investigó la denuncia y encontró que en efecto, durante el 2009 han cambiado más de un tercio de los directores de las cárceles del país y varios de los subdirectores (ver listado).
En regiones como el Oriente, cambiaron en los últimos tres meses 11 directores de 16 centros carcelarios. Esta dinámica se repite en la región Central del Inpec, donde más de la mitad de las 41 cárceles estrenaron director.
¿Qué hay detrás de estos cambios?
Cuando el ministro del Interior Fabio Valencia Cossio posesionó a la ex juez penal militar Teresa Moya a finales de octubre de 2008 dijo que con ella se lograría “conciliar la nueva cara de la política carcelaria". En ese momento se refería a la construcción de nuevas cárceles para reducir el hacinamiento a cero, el uso de brazaletes electrónicos y combatir la delincuencia dentro de las prisiones.
Pero dentro de ese ‘face-lift’ también cambiaron a los jefes de las cárceles. En una entrevista con El Tiempo, en abril de 2009, cuando ya había cambiado 13 directores, Moya explicó que su objetivo era poner a gerentes a manejar los centros penitenciarios.
“La idea es nombrar directores y subdirectores con un nuevo perfil que tengan aptitudes gerenciales y que pongan a producir los establecimientos, es decir que los hagan autosostenibles”, explicó Moya Suta en la entrevista.
Hasta el momento, la mayoría de directores eran ex uniformados de la Policía y del Ejército y su idea era que los nuevos directores fueran civiles expertos en administración de empresas, economía y derecho.
Según le explicó a La Silla Vacía el director del sindicato Aseinpec los cambios obedecen a una presión que ejercieron sus afiliados para que las prisiones colombianas se ajustaran a los parámetros establecidos por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que exige que los centros carcelarios sean dirigidos por civiles y no por ex militares.
En efecto, entre los casos verificados por La Silla Vacía, hay muchos en los que el director saliente es un ex militar o un ex policía y es reemplazado por un funcionario civil. Así sucedió en Duitama, Ocaña, Cúcuta y varios más.
Pero esta es solo parte de la historia. La Silla Vacía verificó 17 casos entrevistando a periodistas y políticos en la localidad donde se produjo el cambio y a ex funcionarios del Inpec de varias regiones.
De estos casos, encontró que algunos cambios favorecen políticos como la senadora conservadora Carlina Rodríguez, cuyo voto a favor del referendo nunca estuvo en duda. En otros, beneficiaron a políticos locales, con ninguna relación aparente con la iniciativa reeleccionista. Pero en once de esos 17 casos encontró que existen coincidencias estrechas entre personas clave para la aprobación de la iniciativa reeleccionista y el cambio en la dirección carcelaria.
Además, genera suspicacia que estos cambios se hubieran dado en su mayoría en los últimos dos o tres meses, cuando el Ministro del Interior - quien maneja el tema carcelario - estaba urgido por aceitar el trámite del referendo, que entraba en su fase definitiva de conciliación y aprobación definitiva por la plenaria de la Cámara de Representantes.
Para un congresista poner una cuota suya en la dirección de una cárcel trae varias ventajas. Una cárcel, dependiendo del tamaño, maneja un presupuesto anual que puede ir desde mil millones anuales hasta más de 25 mil millones si se trata de una de las más grandes como la Carcel Módelo. Aunque varios de los grandes contratos, como el de alimentación, se manejan desde Bogotá, el director de cada cárcel tiene un márgen de maniobra importante para elegir los contratistas de las muchas labores que exige una cárcel.
Pero más importante que esto es el creciente valor político de la población reclusa. Con un director de bolsillo, un congresista puede mandar a sus cuadros de campaña a promocionar su candidatura en cierta cárcel, dado que los sindicados (los que aún no han sido condenados) pueden votar.
Y a medida que avanzan las investigaciones de la Parapolítica y que alcanzan el nivel regional y local, a las cárceles han comenzado a llegar ex alcaldes, ex diputados y ex concejales, que aun privados de la libertad cuentan con un caudal electoral. Los congresistas pueden influir en 'su' director para lograr un cambio a mejor celda, más permisos de salir extramuros, más visitas conyugales para los políticos presos de su movimiento, un favor que tarde o temprano se retribuirá.
La Silla Vacía no pudo confirmar que estas personas hayan sido nombradas en la cárcel para pagar el voto del referendo. Eso lo tendrá que hacer la Procuraduría. Sólo anotamos las coincidencias. Y puede ser una coincidencia similar a que el Fondo de Seguridad y Convivencia (Fonsecon) del Ministerio hubiera entregado una cantidad inusual de palacios municipales en varios de los municipios donde congresistas clave del referendo tuvieran interés. El Ministro tiene la palabra.
Esperamos que con la ayuda de nuestros usuarios podamos terminar de armar este rompecabezas. Si tienen información adicional sobre qué hay detrás de estos cambios, por favor enviar datos de manera confidencial a editor@lasillavacia.com. Nosotros los verificaremos para una próxima historia.
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Casos que tienen alguna coincidencia con el referendo
1. Cárceles de Santa Marta y de Ciénaga, Magdalena 9. Cárcel de Barranca, Santander |
Casos que benefician a Carlina Rodríguez
11. Cárcel colonia agrícola Acacias, Meta 12. Cárcel de Mocoa, Putumayo ¿Ganancia conservadora? Hace tres meses cambiaron el director de la cárcel de Mocoa. El recién nombrado en este establecimiento de 431 reclusos es Carlos Fabián Pérez, quien entró a remplazar a un coronel retirado del Ejército con mucha experiencia. Fuentes políticas de la región le confirmaron a La Silla Vacía que Pérez es amigo de Orlando Aníbal Guerra, representante conservador del Putumayo. |
Casos que benefician a otros congresistas y a políticos locales
15. Cárcel de Sincelejo, Sucre 16. Cárcel de Leticia, Amazonas |
Nota del editor: Tres datos nuevos fueron agregados a la historia el martes 8 de septiembre.