Este es un espacio de debate que no compromete la opinión de La Silla Vacía ni de sus aliados.
Acá algunas ideas del potencial de La Reserva Thomas Van der Hammen, más allá de la polarización.
En el foro “Retos de Bogotá el Concejo de Bogotá frente a la Reserva Thomas Van Der Hammen” la Fundación Cerros de Bogotá[2] hizo una presentación en la que expresó su posición en torno al debate frente al futuro de la reserva, esta consiste en poner a consideración un imaginario del potencial que tiene la Reserva Thomas Van der Hammen. La propuesta busca que la protección del Paisaje y que el fortalecimiento de la estructura ecológica principal de la ciudad, y de la región, no se convierta en una confrontación ideológica que genere polarización, sino por el contrario que la coyuntura permita abrir posibilidades de enriquecer la discusión. Es por ello, que hacemos la invitación a fortalecer un diálogo propositivo y una participación activa y consciente, acciones propias de una cultura de la paz.
Consideraciones iniciales
Dentro de la propuesta, se parte de unas consideraciones frente a temas transversales que deben ser tenidos en cuenta como elementos estructurantes del ordenamiento para una visión a largo plazo:
– El valor cultural del paisaje rural de la Sabana de Bogotá y las actividades asociadas a la calidad del suelo.
– La funcionalidad de un paisaje resiliente a la inundacion congruente con la dinámica del río y las lluvias.
– Una oferta recreativa y ambiental diversa en intensidades para la poblacion de la región.
– La contribución a la biodiversidad y el reto económico de garantizar la realidad de reservas Naturales declaradas.
– La política poblacional a nivel nacional que trasciende esta discusión.
Elementos importantes
Ante el debate acerca de la realinderación y sustracción de áreas en la declarada Thomas Van Der Hammen, ponemos a consideración los siguientes puntos:
– La constitución de la Reserva Thomas Van Der Hammen en el año 1999 representó un logro ciudadano en la defensa de la biodiversidad, en este sentido, su conservación significa, también, el reconocimiento de los esfuerzos de la Sociedad Civil y de la Academia Nacional de Ciencia por la adopción de un nuevo modelo de desarrollo urbano. La propuesta técnica de la iniciativa ciudadana fue avalada por la CAR y por las instancias judiciales. Si se reivindica la seguridad jurídica para los empresarios, es igualmente válido brindar estabilidad jurídica para la planeación en las decisiones de interés colectivo.
– Los cerros orientales, mayor patrimonio natural y cultural de la región ha sido víctima de un largo limbo jurídico que ha permitido mantener su presión de urbanización y deterioro. No queremos ese futuro para otras reservas declaradas.
– La Reserva Thomas Van Der Hammen tiene un potencial de restauración, recreación y uso público, que contribuiría significativamente a mejorar la calidad de vida y la oferta recreativa de los bogotanos, al mismo tiempo permite que esa área favorezca en el futuro la conectividad ecológica regional.
– En este sentido, la Reserva es vista como parte de la Estructura Ecológica Principal y a su vez como parte del sistema de parques recreativos de Bogotá: dos valoraciones igual de importantes, que implican miradas diferentes, complementarias e integrales. [3]
En el escenario actual, el Plan de Manejo efectivamente permite y contempla estas dos miradas, aunque es necesario profundizar en la coexistencia de los usos para recreación y las actividades existentes.
Para evitar el escenario inercial que ninguna de las propuestas a favor de la urbanización o a favor de la permanencia de la Reserva quiere que suceda, hicimos una imagen de lo que podría ser la construcción no planificada con riesgo de inundación y deterioro del paisaje como sucede en varios de los sectores de la Zona y Manejo del Rio Bogotá. Ver imagen.
Frente a la posibilidad de urbanizar el área, se considera que defender la construcción planificada de la Reserva en aras de frenar la urbanización de la sabana en los municipios vecinos es equivalente a decir que urbanizar planificadamente los cerros garantizaría detener las parcelaciones campestres y urbanizaciones de los Municipios de la Calera y Sopo. En este sentido, como ciudadanos que sabemos lo que cuesta lograr un proceso de defensa como estos, solicitamos respetuosamente, agotar los escenarios posibles de densificación en lugares que ya presentan infraestructura y servicios recreativos como el área próxima al Parque Simón Bolívar, los corredores de movilidad y zonas de renovación urbana.
Asimimo, se considera que el tema de la expansión urbana trasciende a esferas nacionales, pues la existencia de la Reserva tampoco garantiza que el proceso de expansión urbana en los municipios circunvecinos de la Sabana de Bogotá se vaya a detener, debido a que ya existe una interdependencia funcional entre los mismos. En este sentido, se debe inducir la contención de dicha expansión como un tema prioritario de la agenda RAPE y bajo la estrategia de red de ciudades regionales tal y como lo previó la revisión del POT desde el año 2004.
Casos similares
Antes de mostrar algunas imágenes del potencial que vemos en la Reserva, mostraremos ciertos referentes de bosques urbanos o periurbanos que no buscan ser contenedores de desarrollo sino mostrar la posibilidad de coexistencia de usos recreativos, productivos, reservas ecológicas en beneficio de una población y acordes a principios del cambio climático y de los servicios eco sistémicos. Ejemplos en China, México, Argentina, Berlín, Canadá, por nombrar algunos, demuestran la posibilidad de integrar usos de conservación con usos sostenibles de carácter cultural, patrimonial, educativo, científico, entre otros.
Posible escenario
Ponemos a consideración un escenario que sigue las pautas de Plan de Manejo existente y potencia el mayor uso público posible en el área: proyectos-negocios de un gran parque fértil, de investigación, un centro de producción experimental, centros de formación y educación.
Para que este gran parque sea viable proponemos estructurar una gestión integrada del suelo mediante diversos instrumentos tales como transferencia de derechos de edificabilidad y transferencia de cesiones, que garantizen a largo plazo la consolidación del uso público y la prestación de servicios ecosistémicos en beneficio de la ciudadanía.
Es igualmente importante, garantizar mecanismos participativos que permitan escuchar las diferentes propuestas ciudadanas que garantizan la viabilidad económica de la reserva, entre las cuales se incluye el respeto a la estabilidad jurídica y al interes colectivo.
Dentro de estas propuestas, sugerimos pensar espacios anfibios, resilientes, recreativos, sostenibles, agrícolas, praderas naturales fértiles que sustituyan en kikuyo en los cuales pueda haber un área de uso público. Los potreros pueden ser praderas silvestres entre camellones recuperados para diversos usos, desde zonas recreativas para los fines de semana de la familia, para el uso de colegios vecinos o vecinos de la desarrollada urbanización del Plan Zonal del Norte.
¿Porque en un solo globo de terreno?
Un solo globo de terreno garantiza espacios de mitigación de inundación, brinda oferta recreativa en grandes espacios de múltiples usos, lograr mayor funcionalidad ecológica, pero sobre todo garantizar una única pieza de paisaje cultural rural de la sabana en la zona norte de la ciudad. Por lo anterior, entender el Paisaje como realidad compleja que integra valores naturales y culturales, tangibles e intangibles, e identifica el carácter rural de la zona norte, es fundamental para garantizar esta pieza del paisaje sabanero como el mayor logro colectivo para la región, los invitamos a sumarse para consolidar una visión compartida y proponer el mejor escenario posible.
Por último, la conectividad vial del Umbral de bienvenida de Bogotá debe darse en trazados coherentes con el respeto y conectividad de los ecosistemas mediante viaductos elevados que permitan la integración de los humedales de Torca y Guaymaral y sean referente de una ciudad competitiva, conectada funcional y fértil que protege sus socioecosistemas. Este valor socio ecológico de la Sabana es un componente fundamental para integrar dentro de las variables importantes dentro de la planificación de Bogotá y la región. Garantizar una pieza del Paisaje Rural de la Sabana dentro del área rural de Bogotá debe ser un propósito transversal a cualquier administración de turno y debe quedar incluida dentro del Plan de Ordenamiento.
¿Cual será el lugar de la naturaleza en una ciudad sin fin?
La reserva Van der Hammen es un acto ciudadano para una ciudad fertil y biodiversa.
[2] Somos parte de un grupo de ciudadanos voluntarios representados en la Fundación Cerros de Bogota, organización ciudadana que vela por la conservación, cuidado y apropiación cívica de los Cerros de Bogotá y miembro del Comité de Verificación del Fallo de Consejo de estado.
[3] Contribuciones de un grupo de pensamiento sobre la RVDH dadas por Alberto Galán.