El presidente Gustavo Petro ha sacado pecho por cifras de seguridad de la Policía. Foto: Joel González - Presidencia.

A principios de este mes, el presidente Gustavo Petro celebró un informe preliminar de las cifras de seguridad del primer trimestre del año. Eran cifras de Policía que mostraban números positivos en la mayoría de los delitos, sobre todo urbanos, que dejaban bien parada a la fuerza pública y al gobierno. Con las cifras totales publicadas la semana pasada por el Sistema Estadístico de la Policía, La Silla analizó el panorama de seguridad en el primer trimestre de 2024, sumando algunos indicadores humanitarios de otras fuentes oficiales. 

El panorama muestra que en los primeros tres meses del año, comparados con el mismo periodo del 2023, hubo una mejoría en las principales ciudades, que coincide con el arranque de nuevos mandatarios. Pero en el campo, a raíz del accionar de los grupos armados, hay un deterioro de la seguridad:

1. Los homicidios siguen altos, pero en Cali la reducción es significativa

En los tres primeros meses del 2024 se registró una reducción de apenas 2,7 por ciento en el total de homicidios en el país, en comparación con el arranque del año pasado. Es decir 84 personas menos que en los primeros tres meses del 2023. 

En las cinco ciudades principales sucedieron el 23 por ciento los asesinatos en este primer trimestre. Sin embargo, en Cali la reducción fue significativa, un 21 por ciento menos que en los primeros tres meses de 2023. En la capital del Valle del Cauca hubo 54 asesinatos menos.

La reducción contrasta con las cifras de homicidios en el primer trimestre de 2024 en el Valle del Cauca, que solo tuvo nueve casos menos. Este sigue siendo el departamento con más casos de homicidios en el país: 522.

2. Bajan los hurtos en general

En el arranque del 2024, los casos registrados de hurto a personas se redujeron en un 16 por ciento, en comparación con el inicio del 2023: fueron aproximadamente 15.400 hurtos menos. Se trata de una cifra con la que el gobierno y la Policía pueden sacar pecho, pues el hurto es un delito predominantemente urbano y uno de los mayores causantes del deterioro de la percepción de seguridad ciudadana. 

Las cinco ciudades principales del país son responsables de casi el 60 por ciento de los casos de hurtos, siendo Bogotá de lejos la ciudad que tiene más registros de robos. En este primer trimestre también fue la ciudad donde más se redujeron los hurtos en cifras totales: alrededor de 6.500 menos que en 2023. Pero la ciudad con mayor reducción porcentual fue Bucaramanga, donde los robos cayeron un 30 por ciento, con respecto al primer trimestre del año pasado. 

“Creo que ese choque de nuevos mandatarios, con nuevos comandantes de Policía, con nuevas políticas y estrategias de seguridad, propenden a que el delito disminuya en términos generales en el país. Principalmente, lo que son los hurtos, que es lo más notorio”, dice el experto en seguridad, Jorge Mantilla, también columnista de La Red de Expertos de La Silla.

3. La disparada de denuncias de extorsión continua

El aumento fue del 17 por ciento comparado con los primeros tres meses del año pasado. El gobierno y la fuerza pública no han podido frenar el crecimiento de este delito, que el año pasado llegó a su cifra más alta de los últimos 10 años en el país, según cifras del Ministerio de Defensa.

A pesar del gran subregistro de los casos de extorsión, pues la mayoría no se denuncian, los expertos coinciden en que hay un aumento general de este crimen, que aunque también es mayor en las ciudades, también ha aumentado mucho en la ruralidad. La disparada de este delito también ha golpeado la credibilidad de la paz total en algunos sectores.

El bajón en el número de secuestros fue de un 42 por ciento menos que en el primer trimestre de 2023. En estos primeros tres meses del año se registraron 52 secuestros en total, entre los casos relacionados con fines extorsivos, como secuestro simple. 

La reducción en los secuestros es clave a la luz del año pasado, que fue el año con mayor cantidad de secuestros de la última década y que en total tuvo un aumento del 63 por ciento respecto al 2022. Pero, la línea roja que el gobierno trazó al ELN y al EMC frente a este delito ha ayudado a bajar las cifras de secuestrados en el país.

5. Siguen asesinando a más líderes sociales y firmantes de paz

A los líderes sociales y excombatientes de las Farc han sido asesinados más en los primeros meses de 2024, que en el primer trimestre de 2023. El aumento en las cifras de líderes asesinados es de 11 por ciento, según el registro que hace la ONG Indepaz. En total fueron cuatro muertes más. Por el lado de los firmantes de paz, el aumento fue del 50 por ciento y un total de 3 asesinatos más, según esta misma organización.

A pesar de las mesas de diálogos y la importancia que le ha dado el gobierno Petro a este asunto, estos crímenes han repuntado en este arranque de 2024, y los grupos armados siguen siendo los principales responsables de estos asesinatos.

Más desplazados y confinados muestran deterioro en la situación humanitaria

De acuerdo a cifras de la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de Naciones Unidas en Colombia, el número de personas desplazadas y confinadas a causa de la violencia aumentó en el primer trimestre de 2024, en comparación al mismo periodo de 2023. Las personas desplazadas aumentaron un 29 por ciento y las confinadas un 137 por ciento.

Este panorama muestra el deterioro de la seguridad en algunas regiones, especialmente rurales. Además, coincide con el último informe del Comité Internacional de la Cruz Roja (Cicr) en Colombia, en el que se muestra que la situación humanitaria del país está en un estado preocupante. La principal causa de este aumento son las crecientes disputas territoriales entre los grupos armados. 

Periodista de la Universidad de Antioquia. En La Silla Vacía empecé contando las movidas políticas de Antioquia como practicante, ahora escribo sobre el conflicto armado, las políticas de seguridad, la justicia transicional y los esfuerzos de paz en el país.

Soy la Coordinadora Gráfica de La Silla, donde trabajo con periodistas para contar historias sobre el poder en Colombia de manera gráfica e interactiva. Me encargo de mantener la identidad visual en la página web y en los contenidos que publicamos en redes sociales.