La decisión de elegir a la exalcaldesa encargada de Bogotá como fórmula Vicepresidencial desde ya busca darle al candidato liberal viabilidad en las encuestas 

Como lo anticipó La Silla Vacía hace una semana, Clara López será la fórmula vicepresidencial del candidato liberal Humberto de la Calle. Con esta decisión, anunciada desde ya para ganar viabilidad como candidato antes del 11 de marzo, el jefe negociador del Acuerdo de Paz se movió definitivamente a la izquierda del centro.

Desde que el lunes hace ocho días, Clara López anunció que ya no iría a la consulta interpartidista con Petro y el ex alcalde de Santa Marta Carlos Caicedo con quienes había anunciado una alianza en diciembre e inscribió una lista conjunta al Congreso, varias fuentes le confirmaron a La Silla que la verdadera razón era que el ex ministro Juan Fernando Cristo, que viene de la misma línea samperista liberal que Clara, la había convencido de bajarse de la consulta de la izquierda con la oferta de ser la fórmula vicepresidencial de De la Calle.

De la Calle había dado a entender que esa carta estaba sobre el tapete pero que no tomaría esa decisión tan pronto.  “Se ha especulado sobre fórmula vicepresidencial. No es el momento de tomarla, pero se hará en el momento oportuno”, dijo De la Calle a SEMANA el pasado domingo, cuando presentó su plan contra la pobreza en Soacha.

Sin embargo, en la campaña decidieron apresurar el anuncio por un cálculo electoral y es que varias encuestadoras salen a campo esta semana y sienten que De la Calle necesita subir en la próxima encuesta para contrarrestar el crecimiento que seguramente tendrá el candidato uribista Iván Duque tras la concreción de la coalición del No.

“Es un tema de buscar hechos políticos que le den un aire en las encuestas y lo hagan ver más viable”, dijo a La Silla una persona de la campaña. “Estamos encasillados en que la gente dice ‘me parece un gran candidato pero no va a ganar’”.

Otra fuente cercana al candidato dijo lo mismo: “Es crucial en términos de viabilidad”.

La lógica de la campaña es que con Clara logran dos cosas que son muy importantes para que el candidato llegue a la segunda vuelta.

Por un lado, consideran que al moverse más a la izquierda entran de lleno a competirle a Petro en su cancha seduciendo a un sector de la izquierda que no es tan radical pero que eventualmente puede jalonar al resto de ese espectro ideológico.

Sobre todo si el ex alcalde de Bogotá se desinfla en marzo en la consulta, y su lista no supera el umbral, pues ‘el voto útil’ terminará convenciendo a los partidarios del Acuerdo de Paz que De la Calle y Clara juntos tienen más chance de crecer y vencer a la derecha en una segunda vuelta que alguien polarizante como Petro.

“Clara le muerde a la izquierda un buen pedazo y se lo lleva a un representante del establecimiento que no disgusta”, coincide el estratega y analista político Carlos Suárez.  “Petro asusta -y mucho- a gran parte del país y el paso de Clara a donde De La Calle, que no asusta y que puede ser el extremo centro en donde podrían confluir con tranquilidad muchos sectores, es una movida interesante”.

Y por el otro lado, según le dijo una de las fuentes a la Silla, creen que si De la Calle logra sumar unos puntos de favorabilidad en las encuestas y ‘despegarse’ de Germán Vargas Lleras con quien se codea en el segundo pelotón los políticos liberales tendrán menos incentivos de irse bajo cuerda con el ex Vicepresidente así duplique sus escaños en el Congreso en marzo.

De ahí, la decisión de jugarse ya la carta de la fórmula vicepresidencial que los candidatos suelen guardarse para que los impulse en la recta final.

Más allá de los cálculos electorales, la fórmula De la Calle – Clara le refuerza al candidato rojo tanto sus puntos positivos como sus negativos.

 

Lo que le suma y lo que le resta

López le puede aportar a De la Calle varias cosas que él no tiene.

Para comenzar, un puente hacia otros sectores sociales que creen en ella y pueden ser receptivos al discurso de equidad del candidato como organizaciones de base de mujeres, sindicatos, maestros, etc, lo que le permitiría al aspirante rojo a perfilarse como el que mejor representa los intereses del estrato tres sin asustar al estrato seis al que pertenece Clara.

También puede ayudarle a articular la relación con la clase política a quien ella conoce desde que era niña y sobrina preferida del expresidente liberal Alfonso López Michelsen, papá del dueño de la revista Semana. A diferencia de De la Calle que le tiene ‘asquito’ a las maquinarias políticas, Clara tiene una gran habilidad para relacionarse con los políticos, como lo demostró cuando como secretaria de Gobierno de condenado Samuel Moreno en Bogotá ella le manejó su relación con la coalición en el Concejo y terminó saliendo ilesa del escándalo del Cartel de la Contratación y con los políticos contentos con ella.

Le servirá, además, de vocera en los debates y en los medios, algo que De la Calle también necesita así como Vargas Lleras tiene al ex viceministro Luis Felipe Henao y Sergio Fajardo a los senadores Claudia López y Robledo.

Además, le refuerza su mayor fortaleza y es su compromiso incuestionable con el Acuerdo de Paz con las Farc. Clara le apostó a una salida negociada al conflicto con la guerrilla desde mucho antes de que fuera bien visto, y entró al gobierno de Santos precisamente con el discurso de reforzar su apuesta por sacar adelante el proceso de paz. Estuvo también en el Consejo de Reincorporación que creó Santos para facilitar la reintegración de los ex guerrilleros de la Farc (donde hizo más bien poco) y desde que renunció al ministerio de Trabajo, abogó por una gran coalición política del lado de los del Sí para defender la implementación del Acuerdo. Juntos encarnan el Sí.

Pero así como le suma a De la Calle, López también refuerza algunos de sus puntos débiles.

El primero es el lastre del santismo, ya que fue ministra de Trabajo de Santos hasta hace relativamente poco y no tendrá la explicación que hasta el momento ha ofrecido De la Calle de no haber sido nunca un funcionario de este gobierno.

También el de la cercanía con las Farc, pues en la gran coalición del Sí que el ex presidente Ernesto Samper promovía con ella la idea era que la guerrilla estuviera también ahí metida y ella no ha sido vergonzante en su defensa de la participación política de los desmovilizados. Algo que sus rivales utilizarán sin duda para estigmatizarlos.

Tercero, tiene su pasado en la alcaldía de Samuel Moreno y aunque ella siempre muestra la popularidad con la que salió tras haber tenido un encargo exitoso en la Alcaldía de Bogotá durante seis meses cuando él fue destituido y el hecho que no ha sido vinculada al Cartel de la Contratación, las preguntas sobre la corrupción durante ese período tendrán que ser respondidas por De la Calle.

Y por último, así como ella le refuerza la experiencia y una larga y diversa trayectoria pública en el Estado que puede ser muy útil en una vicepresidente, también le suma años. Algo que en caso de enfrentarse a un candidato joven como Iván Duque se puede volver un negativo.

Con el paso de los días se verá qué tan exitosa resulta ser esta fórmula. Lo que sí es claro desde ya es que con esta movida unos ganan y otros pierden.

Los perdedores

Petro, por ejemplo, pierde por dos lados. Ahora no solo tiene una nueva competencia con viabilidad por los votos de la izquierda sino que su lista ‘de la decencia’ que había armado con Clara queda en una situación incómoda pues tendrá dos ‘papás divorciados’.

Una fuente de su campaña de López le dijo a La Silla que ella continuará impulsando esas listas porque los candidatos que las integran (como la UP, la ASI y el Maís) han respaldado siempre una alianza con De la Calle en aras de defender el proceso de paz, por lo que mantenerse en esa campaña es más estratégico que desvincularse, pensando en que ellos pueden mover votos en primer vuelta para el exjefe negociador.

En esas listas, de todas formas, la mayoría de los que tienen algún voto son de Progresistas que acompañarán a Petro hasta la primer vuelta, cuando competirá directamente contra de De la Calle y Clara.

Aún así, en la campaña de López creen que una buena porción de la izquierda, que incluye a electores del Polo que no le jalen a Fajardo, de Progresistas y de la Farc, se terminará yendo con De la Calle por considerarlo un candidato que no sólo garantiza el cumplimiento del Acuerdo de paz, sino que tiene más posibilidades de victoria que Petro porque logra aglutinar muchos más sectores.

Es decir: creen que a pesar del distanciamiento con Petro hoy, la fuerza que éste mueve puede acompañarlos mañana.

“Sabemos que él es un actor importante, pero esos reagrupamientos se darán paulatinamente después de las legislativas y las consultas del 11 de marzo”, agregó la fuente.

También pierde la ASI, el partido que avaló a Clara para la Presidencia y que confiaba en que ella jalonara sus candidatos al Congreso para no perder la personería jurídica del Partido. Dos miembros del Comité Ejecutivo Nacional de la ASI (compuesto por 9 miembros), según supo La Silla, se enteraron de la decisión de Clara por los medios con lo que pareciera que no fue una decisión consultada oficialmente con el partido que la avaló y que ahora queda volando.

Es difícil saber todavía si Sergio Fajardo gana o pierde con esta decisión. Ahora queda más solo en el centro y puede recoger liberales e independientes a quienes les gusta De la Calle pero desconfían del pasado de Clara en la Alcaldía de Moreno. Pero, al mismo tiempo, por contraste frente a Clara y de la Calle, Fajardo puede terminar pareciendo más ‘gomelo’, con menos contenido, y con menor capacidad de aglutinar sectores para pasar a la segunda vuelta.

Si esta fórmula le funciona a De la Calle, en la derecha también lo sentirán pues ninguno de los dos inspira miedo en el Establecimiento como si lo hace Petro.

Por último pierde César Gaviria, puesto que con Clara se refuerza el ala samperista del Partido, no solo en su aspecto ideológico sino también en la importancia que ganan allegados a él como la misma López y Juan Fernando Cristo. Una fuente liberal le dijo a La Silla Vacía que en las elecciones de marzo dependiendo de las votaciones de los candidatos liberales se terminará de definir el pulso entre Gaviria y Cristo -peleados desde la consulta liberal- y que si pierde la línea gavirista podría incluso terminar Simón Gaviria, el hijo de César, en las toldas vargalleristas como fórmula vicepresidencial. La fuente elecubró que el ministro liberal David Luna (muy amigo de Simón) que posiblemente renuncie al gobierno de Santos para trabajar en la campaña de Vargas les podría servir de puente. 

Con los días se sabrá si haberle madrugado a la Vicepresidencia fue un as de De la Calle que le permite seguir jugando en esta campaña o una carta desperdiciada antes de tiempo. Pero, como mínimo, creó ondas en la campaña presidencial.

Nota de la Directora: a partir de las 9 a.m., transmitirémos en vivo la conversación de De la Calle con Miguel Ceballos, decano de política y relaciones internacionales de la Universidad Sergio Arboleda, Daniel Pacheco, director de Zona Franca, y Juanita León en nuestra nueva serie “Los candidatos, charladitos” que arrancamos hoy con los candidatos presidenciales.

Soy la directora, fundadora y dueña mayoritaria de La Silla Vacía. Estudié derecho en la Universidad de los Andes y realicé una maestría en periodismo en la Universidad de Columbia en Nueva York. Trabajé como periodista en The Wall Street Journal Americas, El Tiempo y Semana y lideré la creación...