Julián Andrés Gómez
Julián Andrés Gómez

Esta columna fue escrita por el columnista invitado Julián Gómez.

El Pacífico tropical está experimentado en este momento el final del fenómeno de El Niño. Este es un evento natural caracterizado por el calentamiento de las aguas superficiales del océano Pacífico tropical, que afecta a las costas de Perú, Ecuador y Colombia.

El Niño tiene una historia de más de siete mil años de ocurrencia, pero el cambio climático puede influir en la intensidad de los eventos, exacerbando alguno de sus efectos como las sequías y los cambios en las lluvias en diferentes regiones. 

Según la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres en Colombia (Ungrd), el fenómeno de El Niño provoca una considerable disminución en las lluvias y la humedad, especialmente, en las regiones caribe y andina, así como un aumento de las temperaturas. Dentro de las principales consecuencias están la disminución del nivel de los caudales de los ríos y, por ende, los embalses; incendios forestales; y efectos negativos en el sector agrícola, entre otras. 

El fenómeno de El Niño varía en duración e intensidad, teniendo una calificación propia por parte de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (Noaa). Puede ser débil, moderada, fuerte y muy fuerte. Desde 1950 se clasifican los eventos, ha habido 27 en poco más de 7 décadas:  11 en la categoría “débil”; 7 “moderados”; 6 “fuertes” y 3 “muy fuertes”. 

El evento que estamos pasando (2023-2024) está clasificado en la categoría de “Fuerte”. La siguiente gráfica indica la intensidad de los fenómenos desde 1990 (en rojo El Niño, en azul La Niña).

Fuente: https://ggweather.com/enso/oni.htm

El actual fenómeno de El Niño en Colombia ha desencadenado un comienzo de año con preocupaciones en materia climática y ambiental, por los incendios forestales en los páramos, los récords de temperaturas en muchos municipios y una marcada disminución en las lluvias. Esto ha causado la disminución de los niveles de los embalses. 

La entidad encargada de llevar seguimiento a los datos de las reservas hídricas es el Sistema Interconectado Nacional (SIN) y desde el año 2000 ha proporcionado datos abiertos en su página web.

En abril, por primera vez en este siglo, el nivel de los embalses fue menor al 30%, alcanzando un mínimo de 28,56 % el día jueves 18 de abril. La siguiente gráfica ilustra el nivel porcentual de los embalses desde el año 2000.

Los datos muestran claramente una temporalidad y estacionalidad, pues hay un patrón recurrente de picos y valles año tras año. 

Sin embargo, la tendencia reciente revela un declive en los niveles de los embalses cada vez que hay un periodo seco, pero los valles son cada vez más bajos, es decir, los embalses en periodo seco disminuyen cada vez más su nivel. 

Pueden observar 2020 y 2024. Hay una temporalidad definida influenciada por el clima tropical de Colombia. El fenómeno de El Niño ha exacerbado la tendencia a la baja, y ha llevado a mínimos en siglo actual el nivel del agua, lo que podría tener implicaciones significativas para la gestión de este recurso en el país.

Fuente: https://sinergox.xm.com.co/hdrlg/Paginas/Informes/ReservasHidricasSIN.aspx

Si se observan los datos mensuales de la anterior gráfica, la línea roja corresponde al volumen de este año, mientras que el área azul indica el valor normal histórico observado entre el Percentil 10 y 90, con una mediana del 49% en todos los meses de abril; para abril de 2024, el volumen es del 28,65%, que se empareja con el mínimo histórico. Esto indica que en efecto hemos tenido un mes con reservas de agua bastante bajas comparado con los meses de abril de años anteriores. 

Una mirada a los datos regionales

En cuanto a las regiones clasificadas por el SIN –Antioquia, Centro, Oriente, Valle y Caribe–, han sido Antioquia, Centro y Oriente las más afectadas en el evento actual. Si bien hay datos faltantes sobre todo  del siglo, vale la pena observar las tendencias como se hizo a nivel nacional.

  • Región Antioquia

No ha tocado mínimos históricos, pero ha estado cerca, con un volumen del 25,1% el 17 de abril, en los dos días posteriores tuvo una recuperación, ubicándose en 27,77%. El mínimo histórico es del 23,55% y ocurrió en el año 2013.

  • Región Caribe:

Es la región menos afectada, con un nivel promedio del 50% en este año, aunque ha venido disminuyendo al 32%, está lejos de los peores registros.

  • Región Centro:

Sus niveles se ubicaron en 31% el 17 de abril, pero con la llegada de las lluvias de los últimos días los embalses han ido recuperándose, llegaron al 37% según el último dato. Los mínimos históricos datan del 2003, en la que los niveles llegaron al 21%.

  • Región Oriente:

Es la más afectada por el fenómeno actual, llegando a una preocupante cifra del 9,67% el 20 de abril. Nunca se había registrado un nivel tan mínimo en sus embalses y es la región que presente la estacionalidad más clara (picos y valles pronunciados y periódicos). 

  • Región Valle:

En la última semana ha tenido una recuperación rápida, pasando del 25% al 34%. Sus mínimos históricos datan del 2005 y 2015 entre el 10 y 15%.

La estacionalidad y las fluctuaciones en los niveles de embalses en Colombia son comportamientos normales. Teniendo en cuenta el aumento de la demanda, es de esperarse la disminución de los niveles en temporadas secas, sobre todo en cada fenómeno de El Niño. Por lo tanto, resulta pertinente que cada gobierno implemente acciones de mitigación para evitar un eventual racionamiento generalizado en los servicios de agua y electricidad. Los datos ponen de manifiesto la relevancia de una sólida gestión en términos de política ambiental, para estar preparados para los efectos adversos sobre el recurso hídrico en el contexto actual de eventos climáticos y naturales como El Niño.

Nota: Datos limpios del Sistema Interconectado Nacional (SIN), puede estar sujeto a datos faltantes en cualquier fecha.

Julián Andrés Gómez

Analista de inteligencia de negocios y administrador ambiental con más de dos años de experiencia en el sector. Actualmente, trabaja en Sumz, aliado de InQLab, que hace parte del Grupo Santo Domingo.