“Ante la inseguridad, lo primero que tiene que hacer un ganadero cuando va para su finca es rezar el Padre Nuestro. No puede hacer más nada”, dice el ganadero cesarense Hernán Araújo Castro. Ante el aumento de la criminalidad y la sensación de abandono estatal de los ganaderos, el presidente del gremio Fedegán, José Félix Lafaurie, anunció la creación de Frentes Solidarios de Seguridad Ganadera, con un piloto en el departamento del Cesar.

Lafaurie organizó un evento en Valledupar, llevó al alcalde, delegados de la Policía y Fiscalía, a generales retirados e, inicialmente, contó con un guiño del director de la Policía, el general William Salamanca. Los Frentes se plantearon, básicamente, como grupos de Whatsapp en donde los ganaderos y las autoridades estaban conectados para hacer denuncias y recibir atención rápida. Pero días después, la iniciativa se derrumbó.  

En una rueda de prensa, el ministro de Defensa, Iván Velásquez, la calificó como “una forma de autodefensa”.

La propuesta, que pretende acercar a los ganaderos y las autoridades para enfrentar el crimen, empezó causando lo contrario: revivió la polarización y amplió el recelo con el que se miran ganaderos y el gobierno de Gustavo Petro.

El desencuentro muestra cómo los fantasmas del pasado son un obstáculo para afinar estrategias de seguridad en las regiones, y el nivel de descoordinación en el tema dentro del gobierno. Del lado de los ganaderos, como ha advertido Lafaurie, el fantasma del paramilitarismo pasado que causa desconfianza en el gobierno, puede terminar llevando a que se creen nuevas autodefensas.   

Los Frentes nacen como respuesta a la inseguridad

José Félix Lafaurie arrancó el año advirtiendo que la situación de inseguridad estaba generando una amenaza de resurgimiento de las autodefensas. El 5 de enero escribió una columna pidiendo que “no nos dejen otra vez solos”

“Para los ganaderos me preocupa que, vulnerables frente a la falta de protección del Estado (…), el miedo y la necesidad de protección vuelvan al sector rural o resucite la idea de unirse y armarse”, escribió Lafaurie. 

El presidente de Fedegán, miembro también del Centro Democrático y esposo de la senadora María Fernanda Cabal, ha tenido relaciones con el gobierno Petro por cuenta del acuerdo de venta de tres millones de hectáreas de los ganaderos al gobierno. Además, es delegado del gobierno en la mesa de negociación con el ELN.

Su alerta ocurre en un escenario con la extorsión y el secuestro disparados, que alcanzaron sus cifras más altas en la última década. Según cifras del Ministerio de Defensa, entre el 2021 y el 2023, la extorsión incrementó un 23 por ciento. El secuestro incrementó un 106 por ciento, en dos años.

En el Cesar causó conmoción el secuestro del ganadero Heriberto Urbina, retenido durante casi dos meses por el ELN. “Estamos volviendo a lo que ya no existía, a lo que pensábamos que era historia aquí en el Cesar”, dice el ganadero Joaquín Tomás Ovalle. 

Como respuesta a esa violencia, la semana pasada, Fedegán organizó el evento en Valledupar para lanzar el piloto de los Frentes Solidarios de Seguridad Ciudadana. Allí asistieron decenas de ganaderos y el comandante de la Policía local, el alcalde de Valledupar, delegados de la Gobernación y la Fiscalía.

Desde el auditorio de la universidad Areandina, el general retirado Fernando Murillo dio detalles del programa. El ex director de la Policía Judicial planteó que la iniciativa está enmarcada en un programa ya existente de la Policía, que se llama Frentes de Seguridad. 

La propuesta consiste en activar canales de comunicación entre ocho comités de Fedegán en el Cesar (que suman 1.711 ganaderos) con las autoridades locales, para que los ganaderos hagan las veces de informantes ante sospechas o casos de invasiones y robo de ganado. 

El presidente de Fedegán y el general (r) Murillo han sido enfáticos en que no se trata de un proyecto para armar a los ganaderos, ni el regreso del paramilitarismo, sino de abrir canales de comunicación con las autoridades. “Aquí de lo que se trata es de establecer unas relaciones cada vez más directas, afectivas, con las autoridades.”, le dijo Lafaurie a los ganaderos. 

Los ganaderos aplaudieron el proyecto. “Es una idea bastante interesante, que muchos en este país han tratado de distorsionar, pero lo que busca es precisamente la mayor solidaridad y comunicación entre los ganaderos y las autoridades”, dijo el ganadero y líder del Fondo Ganadero del Cesar, Hernán Araújo Castro. 

A la distancia, en otro evento, el director general de la Policía, William Salamanca, les dio un guiño tras ser consultado por la prensa: “Si hay una vocación de ayudar y contribuir con la seguridad, bienvenido”. 

Velásquez deja sin piso los Frentes Ganaderos 

Antes de los comentarios del ministro Velásquez, la iniciativa empezó a hacer ruido en Bogotá. Desde su anuncio, sectores independientes y cercanos al gobierno rechazaron la propuesta por la sombra que tienen los ganaderos con la época paramilitar, de la que algunos fueron financiadores.

El paramilitarismo agrandó la violencia en el Cesar en los años 90, en un conflicto que en ese departamento dejó 72 mil víctimas, entre ellas seis mil personas asesinadas, según cifras del Centro de Memoria Histórica.

El senador del Pacto, Robert Daza, dijo que el Frente “tiene un propósito colaborativo con las instituciones, algo que ya vimos y vivimos antes con la creación del paramilitarismo”. El senador y ex negociador de paz con las Farc, Humberto de la Calle, también hizo un llamado de atención: “Su defensa (la de Lafaurie) de los Frentes Ganaderos de Seguridad es exactamente igual a la retórica que condujo a las Convivir”. 

El temor es que la iniciativa amparada en la legalidad termine siendo un caldo de cultivo para un fenómeno similar al paramilitarismo. En 2022, Fedegán creó grupos de Whatsapp que llamó “brigadas de reacción solidaria”, para brindar asesorías jurídicas frente a invasiones de tierras, pero como reveló El País en un chat en Córdoba, los ganaderos planteaban la posibilidad de armarse por las invasiones.

Esta nueva iniciativa de los Frentes de Seguridad, arrancó con esas sombras y críticas. Pero el golpe más profundo lo dio días después el ministro Velásquez. Al ser consultado en rueda de prensa, dijo que “no respalda ningún proyecto que vincule a los particulares en una organización de reacción frente a un acto delictivo. Eso es una forma de autodefensa”. 

Después, aclaró que no tenía claridad del proyecto de Fedegán, y remató: “Lo que puedo afirmar es que si eso implica la conformación de grupos para reaccionar frente a expresiones delictivas, no estamos de acuerdo”.

La afirmación del ministro dejó temporalmente sin dientes el proyecto, pues es poco probable que los mandos de la fuerza pública en las regiones se involucren en esta iniciativa, así no sea ilegal, pues fue desacreditada públicamente por la cabeza de la institución.

El alcalde de Valledupar, Ernesto Orozco, que estuvo en el lanzamiento del programa piloto de los Frentes, le dijo a La Silla: “Solo se apoyaría esa iniciativa si tiene aval de la fuerza pública y el gobierno nacional”. 

La desconfianza de los ganaderos al gobierno Petro

Las declaraciones del ministro Velásquez, revivieron la desconfianza con la que los ganaderos ven al gobierno. En una carta a Petro, el presidente de Fedegán se quejó: “No puedo entender que los ganaderos deban permanecer inermes frente a la violencia, porque su colaboración con las autoridades, que en otros sectores es ‘ciudadania’, en nuestro sector es calificada como ‘una forma de autodefensa’”

Es un disgusto que sienten en todo el gremio ganadero. “El ministro de defensa es uno de los alfiles de la izquierda en Colombia y la izquierda ha tenido al gremio ganadero satanizado, como sinónimo de paramilitarismo, hecho que atenta contra el buen nombre de un gremio”, dice el ganadero y coordinador del Centro Democrático en el Cesar, Ofo Morón. 

El ganadero Joaquín Tomás Ovalle opina en el mismo sentido: “Dio unas declaraciones desafortunadas. Con eso que está haciendo debería es renunciar. Un tipo que va a atacar a los ciudadanos de bien significa que está apoyando la delincuencia”. 

Hugo Acero, exsecretario de Seguridad de Bogotá, le dijo a La Silla que los Frentes generan riesgos porque pueden terminar en paramilitarismo, pero “hay que preguntar ¿por qué estas organizaciones no pueden funcionar como lo hacen los Frentes de Seguridad en las ciudades donde trabajan con las autoridades?”.

La ira de los ganaderos crece porque consideran que se les da un tratamiento distinto al de las guardias indígenas y campesinas, afines al gobierno de Petro, y que el presidente ha defendido en varias oportunidades. 

Las guardias no están armadas, pero tienen mecanismos de resistencia civil. En abril del año pasado retuvieron a 16 soldados tras supuestamente haber herido a un indígena.

El ganadero cesarense Hernán Araújo reclama que “las milicias que está organizando el gobierno nacional con los indígenas, con los afrodescendientes, no tienen problemas. Pero el campo y el ganadero vale cinco en este país”. Celso Castro dice que mientras a los ganaderos los tildan de autodefensa, “los indios invaden, hacen, deshacen, cierran vías y no pasa nada, entonces dialogan, les aceptan más prerrogativas, les dan más cosas, no entiendo por qué”.

Una semana después de su lanzamiento, los Frentes solo han encendido la polarización. La situación de seguridad por la que surgieron aún está en veremos y el miedo a iniciativas de autodefensa sigue latente.

La próxima semana habría una reunión entre el director de la Policía y el presidente de Fedegán, donde se verá si se amplían las grietas o se empiezan a sellar. 

Soy el periodista que cubre las movidas de poder en el Caribe en La Silla Vacía. Estudié Comunicación Social y Periodismo en la Universidad del Norte. Gané el premio Simón Bolívar a la mejor noticia del 2023 y el premio de periodismo de Economía Creativa de la Deutsche Welle en 2017. También...