Todo lo que necesita saber sobre el paro al que se enfrentará Duque el jueves. Quiénes lo empezaron, quiénes se sumaron, si se parecerá a las protestas de Chile y lo que puede venir.

Mañana al presidente Iván Duque le estallará un paro que puede cambiar definitivamente su Gobierno y que, como algunos temen y otros desean, podría incluso cambiar la política colombiana. Más porque se da cuando la tormenta es perfecta: un bombardeo en el que mueren niños, un ministro que renuncia antes de que el Congreso lo saque, cientos de líderes asesinados e indígenas masacrados, disidencias creciendo y un Presidente que pregunta “¿de qué me hablas viejo?” justo cuando su popularidad está por el piso.

Duque enfrentará un paro que pinta más fuerte que “el tal paro no existe” del 2013, porque si bien lo convocó el movimiento social que se ha ido organizando desde el triunfo uribista a la presidencia hace año y medio, ha desbordado sus fronteras para llegar a mucha más gente, tiene el apoyo de la Iglesia y de todo tipo de artistas e influenciadores. 

Todo eso bajo una consigna amplia de estar en contra de ‘#ElPaquetazoDeDuque’, que va más allá de agendas sectoriales como las que han movilizado a estudiantes o indígenas en este año largo.

Le pusimos los rayos X a la marcha para ver quienes la empezaron, quienes se sumaron, si se parecerá a las protestas de Chile y lo que puede venir.

Los que arrancaron y los que se sumaron

El paro nacional nació en un encuentro del movimiento social y sindical, que se coordina desde hace más de un año en un espacio que agrupa a las centrales obreras más grandes (la CUT, la CTC, la CPC y la CGT) y a organizaciones campesinas, indígenas, afros, de mujeres y de estudiantes.

Lo anunciaron desde comienzos de octubre, cuando decidieron hacerlo en noviembre para no cruzarlo con las elecciones regionales, en una convocatoria que no sonó mucho.

Pero desde entonces varios factores han llevado a que otros sectores se sumen y le han dado un gran impulso.

Por un lado, este paro convocado desde el principio como una protesta contra el Gobierno ha alimentado la mala hora de Duque, visible en la baja aprobación que muestra la Gallup Poll más reciente.

Más después de la comprobada denuncia de que un bombardeo autorizado por él produjo la muerte de por lo menos 8 menores reclutados a la fuerza por las disidencias, que terminó con la caída del ministro de Defensa Guillermo Botero.

Del otro lado, la oleada de movilizaciones en otros países de la región ha puesto sobre la mesa la pregunta de si el paro tendrá la fuerza de las protestas que se han visto en Chile o Ecuador.

Oleada que tomó más fuerza en las últimas semanas con la caída de Evo Morales en Bolivia o con la decisión en Chile de convocar a una asamblea constituyente y que ha hecho que los titulares y las conversaciones cotidianas incluyan la idea de que las manifestaciones pueden llevar a grandes cambios políticos.

Además de esos dos factores, el uribismo y el mismo Gobierno se convirtieron en los mayores amplificadores de la convocatoria.

El catalizador y los que lo alimentaron

Los que convocan al paro coinciden en que el bombardeo y la salida del exministro Botero sumados a la férrea y visible oposición del uribismo y el Gobierno al paro han sido catalizadores para darle fuerza a la convocatoria, porque desde hace dos semanas se han encargado de recordar que existe y de mostrarlo como algo grande y relevante.

 

“Hay muchas voces que llaman a incendiar la sociedad y a la violencia basados en mentiras.”
Iván Duque, en la conmemoración de los 5 años de ProBogotá, 12 de noviembre de 2019

“El paro convocado para el 21 de noviembre hace parte de la estrategia del Foro de São Paulo que intenta desestabilizar a las democracias de América Latina.”
Álvaro Uribe, comunicado C.Democrático 7 de noviembre de 2019

“Muchos están llamando a la violencia, a salir a destruir nuestro país, ellos no quieren a Colombia, están engañando a los colombianos.”
Marta Lucía Ramírez, Twitter 10 de noviembre de 2019

‘El paquetazo’ y las banderas propias

La estrategia de Duque y el uribismo para contener la marcha ha sido atacar sus razones, diciendo que son falsas y que las medidas que componen ‘el paquetazo’ realmente no existen.

Aunque unas de ellas hacen parte del Plan de Desarrollo o de la Reforma Tributaria, como el ‘holding financiero’ o la idea de bajarle los impuestos a las empresas, buena parte del ‘paquetazo’ no está escrito ni es una decisión tomada aún por el Gobierno: sale de declaraciones de ministros sobre lo que quieren hacer.

Eso, para los que convocan el paro, demuestra que sí son propuestas del Gobierno.

“Quieren hacer pensar que lo que dicen los ministros no es lo que dice el Gobierno”, le dijo a La Silla Jairo Arenas del sindicato de profesores Fecode.

“Esta no es una movilización para desestabilizar al Gobierno, el Gobierno está desestabilizado hace rato”, nos dijo el Consejero Mayor de la Onic, Luis Fernando Arias.

Aparte de los peticiones en las que los diferentes sectores convergen, como la defensa del Acuerdo con las Farc, la garantía del derecho a la protesta social y el rechazo al asesinato de líderes sociales, varios sectores marcharán por sus propias agendas.

“Esta vez tuvimos la oportunidad de converger”, dijo Arias de la Onic.

“Vamos a parar. Eso hará que pare la economía, eso hará que pare el tráfico, eso hará que paren los servicios. Y ese ‘pare’ es un llamado de atención. Una invitación a que el Gobierno reflexione en la manera en la que está manejando el país.” le dijo a La Silla Wilson Castañeda activista Lgbti.

‘El Paquetazo’

“Contra la reforma laboral que empeora las condiciones de los trabajadores”

“Contra la reforma pensional que fortalece fondos privados a costa de eliminar Colpensiones”

“Contra el ‘Holding Financiero’ que pasa plata que hoy maneja y administra el Estado a manos del sector financiero”

“Contra el ‘tarifazo’ que sube un 35 por ciento la tarifa de energía para varios estratos en favor de Electricaribe”

“Contra la tributaria que beneficia a grandes empresarios”

“Contra el remate del patrimonio público con la venta de Ecopetrol, ISA y electrificadoras estatales”

“Para que cumplan los acuerdos con trabajadores estatales, profesores, sectores agro e indígenas”

“Por el cumplimiento de los acuerdos de paz”

“Por el derecho a la protesta social”

 

Las banderas propias

“Porque exigimos que cumplan los acuerdos con los estudiantes”Jennifer Pedraza, líder estudiantil

“En defensa de la vida de los pueblos indígenas que están siendo asesinados”Luis F. Arias, Consejero Onic

“Porque se está destruyendo el sector agropecuario”Oscar Gutiérrez, Dignidad Agropecuaria

“Para visibilizar la violencia de género a la que están expuestas mujeres lideresas y defensoras de DDHH” Valeria Mosquera, Ruta Pacífica

“Porque sentimos vientos de retroceso y el gobierno no ha mostrado voluntad en avanzar en la política pública Lgbt” Wilson Castañeda, activista Lgbti

¿Vamos por el camino de Chile?

La protesta fue espontánea y no dejó planear al Gobierno:

La protesta empezó con manifestaciones espontáneas contra un alza en el precio del metro y creció orgánicamente y muy rápido.

bandera colombia

NO

El paro está avisado desde hace más de un mes.

 

La protesta arranca con los estudiantes como protagonistas:

Quienes primero salieron a protestar y entraron al metro de forma masiva sin pagar, fueron estudiantes universitarios y de bachillerato.

bandera colombia

Uno de los grupos movilizados desde la convocatoria son los estudiantes universitarios

 

La protesta refleja una sociedad polarizada:

La división sobre las manifestaciones refleja la honda ruptura entre izquierda y derecha, que de hecho negociaron para lograr la salida de la constituyente.

bandera colombia

La división entre quienes apoyan el paro y quienes lo rechazan sigue en buena medida las líneas del Sí y el No frente al Acuerdo con las Farc.

 

La sociedad tiene una desigualdad notoria:

Una de las razones de fondo para que las protestas por el metro se hayan disparado es la desigualdad en ingresos, que se nota en un Gini de ingresos de 0,466 para 2017.

bandera colombia

El Gini de ingresos de Colombia de 2017 era de 0,497, que muestra una desigualdad mayor que la de Chile.

Sin una calle bloqueada, el paro ya ha tenido efecto

1.El Gobierno se ha dedicado al paro

De las 25 declaraciones que ha hecho Duque en noviembre y que ha colgado la cuenta de Twitter de Presidencia, en 11 ha hablado de la marcha, lo que muestra que quienes la convocaron ganaron la primera pelea, que es la de la relevancia pública.

A ese efecto simbólico se suma que el Gobierno ha tomado medidas concretas como anunciar que va a objetar el artículo del presupuesto sobre universidades y pagos de sentencias judiciales contra el Estado, y rechazar ideas criticadas como el aumento de la cotización de los trabajadores para la pensión o la posibilidad de que los jóvenes menores de 25 años puedan tener un salario mínimo más bajo.

También marcaron distancia con otras propuestas: la ministra de Trabajo Alicia Arango dijo que la propuesta de diferenciar el salario mínimo por regiones es de Fenalco y no del Gobierno, y que el proyecto del senador Álvaro Uribe de contratar por horas no tenía el aval del Gobierno. Incluso dijo: “si me toca disminuir el salario mínimo, renuncio” (lo que no va a pasar, pues la Corte Constitucional ha dejado claro que no se puede recortar).

Esos efectos, vienen de la estrategia de desinflar las razones de la protesta para contener el paro.

Otros vienen de la otra movida del Gobierno de diluir a los sectores que se han sumado.

De hecho, toda la semana pasada Duque se sentó con sindicatos y logró que los transportadores se bajaran del paro, y después de salir de una reunión con ellos en la Mesa de Concertación Laboral se comprometió a debatir en esa Mesa las reformas laboral y pensional antes de presentarlas.

2.Más allá de las marchas, el país va a parar

Además del efecto directo de quienes salgan a las calles, todo indica que el país va a parar: colegios y universidades privadas como la Javeriana o Los Andes cancelaron las clases el jueves y cada vez más empresas anuncian que no abrirán o permitirán hacer teletrabajo y el Gobierno está contemplando cerrar las fronteras el jueves.

Ese otro efecto es una victoria de quienes convocaron el paro, pues lograrán un impacto sobre la realidad que puede darle más visibilidad a sus demandas.

3.El uribismo modera su discurso sobre la protesta social

En los últimos días Uribe dijo que respeta la protesta de todos (aunque con amenazas a los violentos) y le bajó el tono a la hipótesis de que detrás de ella está el Foro de Sao Paulo y Nicolás Maduro, a la vez que el Gobierno se bajó de la idea de regular la protesta social.

Eso, sumado a quienes recuerdan las marchas pasadas del uribismo y su defensa de ellas como mecanismo político, incluyendo columnas del hoy presidente Duque o trinos del nuevo Ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, y a la sumatoria de sectores cada vez más amplios, hacen que la protesta social como mecanismo haya ganado legitimidad.

Pero, claro, la fuerza y permanente de estos efectos depende de lo que pase el jueves.

Lo que viene (o puede venir)

El paro está en el centro del debate tanto para los que lo apoyan como para los que no.

Así han venido marcando su discurso los principales líderes de lado y lado:

No paro

Sí paro

Nota metodológica: revisamos los discursos de las últimas semanas de Álvaro Uribe, Iván Duque y Marta Lucía Ramírez sobre el tema, y las declaraciones de los principales convocantes del paro en medios y comunicados de las organizaciones.

De los dos lados han salido a rechazar cualquier acto de violencia que se pueda dar el jueves.

Especialmente después del video de un encapuchado promoviendo el vandalismo en el paro de Medellín que circuló en redes gracias a que el senador uribista Santiago Valencia lo retrinó y que dejó muchas dudas sobre si era una noticia falsa para debilitar la convocatoria.

Lo que pase el jueves y los titulares del viernes determinarán lo que venga después. Los integrantes del comando del paro con los que hablamos coinciden en que, en principio, la protesta será solo ese día, pero que dependiendo de la fuerza que tenga y de la reacción del Gobierno podría extenderse.

Eso, con el ingrediente adicional de que los militares se sumen a los operativos policiales en las ciudades. 

Además, dependiendo de si hay violencia, y de qué tipo y extensión, el paro puede:

  • Legitimar o deslegitimar la protesta social.

  • Demostrar o no la infiltración de diferente tipo (desde anarquistas internacionales como los que denunció Uribe hasta policías o militares como los que suelen denunciar los movimientos sociales).

  • De forma crucial, incluso ser el día que marcó una ruptura en el Gobierno Duque y en la política colombiana si pasa algo similar a la de otros países de Suramérica. .

Mientras tanto, el 21N ha venido sumando ‘influencers’ y ya hay una convocatoria rotando para una concentración frente al Ministerio de Ambiente con Bomba Estéreo y Aterciopelados. 

El muro de la fama del 21 de noviembre

A favor

“Invito al presidente Duque a que apoye y escuche por qué marchamos”
Señorita Colombia, María Fernanda Aristizábal

“La invitación es para que este 21 todos nos unamos, pensemos que puede haber cambios, que puede haber un país más amable, más justo”
Andrea Echeverri y Héctor Buitrago de Aterciopelados

“Amiguis que es que hay pa hacer este 21 de noviembre?”
Goyo de ChocQuibtown

“¿Alguien sabe de dónde saldrán las marchas del 21? Ando medio perdido y quiero asistir para expresar mi rechazo a la violencia, y exigir al gobierno que proteja el proceso de paz.”
Daniel Samper Ospina, comediante y periodista

“Vamos a paro el 21. Esto tiene que cambiar ya”
Catalina García, de Monsieur Periné

Yo saldré el 21 a decirle al “presidente” Uribe, que Colombia necesita con urgencia presidente”
Andrés Parra, actor

“Este 21 de noviembre yo marcho por mi país, por la vida y por la educación. Si exigimos respeto, marchemos de manera pacífica y no dejemos que nadie haga lo contrario”.
Alejandro Riaño, comediante

“Voy a salir a marchar porque no quiero volver a una guerra que en su delirio se ha inventado el partido de gobierno.”
María Jimena Duzán

 

En contra

“No marcho porque…me niego a cohonestar con los intereses maquiavélicos de los que aúpan la protesta, pero viven como reyes. ¡Hipócritas!”
Vicky Dávila

“Y qué es lo que piensan hacer los que promueven las marchas? Incendiar buses, escuelas y todo lo que es de sus hermanos y compatriotas? Dejen tanto odio.”
Amparo Grisales

“El 21 tenemos fecha y no la vamos a poder hacer porque hay unos tipos listos para generar violencia”.
Carlos Antonio Vélez, periodista deportivo

“Esto es lo que quieren traer a Colombia. Destruir le dicen protesta social”
El Tino Asprilla

Fui usuario y luego periodista de La Silla Vacía. Tras más de una década haciendo de todo en esta escuela de periodismo, de la que fui director editorial, me fui a ser lector y SuperAmigo. Ahora me desempeño como redactor jefe de El País América Colombia.

Periodista y politóloga. Soy cofundadora e investigadora de la Fundación Conflict Responses, CORE, que busca investigar, entender mejor e incidir en lo que ocurre en el campo colombiano en cuanto a la violencia, la paz, movimientos sociales y el medio ambiente. En La Silla Vacía cubrí por cuatro...

Historiadora y Diseñadora. Trabajé del 2018 al 2021 en La Silla Vacía como Coordinadora Gráfica. Ahora vivo en Helsinki (Finlandia) y estudio una maestría en Comunicación Visual.

Soy la editora creativa de La Silla Vacía. Estudié Antropología e Historia del Arte en la Universidad de los Andes. Antes de llegar al periodismo, trabajé en organizaciones de derechos humanos y con víctimas del conflicto armado. Gané el Premio Gabo de periodismo en la categoría de innovación...

Soy periodista audiovisual de La Silla Vacía, en donde realizo y produzco contenidos para redes sociales, especialmente videos, fotografías, guiones, infografías y documentales. Estudié Periodismo y Opinión Publica junto con Antropología en la Universidad del Rosario, y actualmente hago un diplomado...