La encuesta Voces Resilientes, realizado por la Javeriana y el programa Jóvenes Resilientes de Usaid y Acdi/Voca, muestra una fotografía completa de los colombianos entre 14 y 28 años

Desde las protestas del 2019 y 2021, los jóvenes han ganado protagonismo político y también se han construido muchos mitos sobre ellos. Una detallada encuesta realizada por la Universidad Javeriana y Ecoanalítica arroja una foto completa de quiénes son y en qué están los colombianos entre los 14 y los 28 años de edad en nueve regiones del país.

La encuesta se aplicó entre el 27 de abril y el 24 de mayo en los 30 municipios donde se ejecuta el programa Jóvenes Resilientes de Usaid y Acdi/Voca, un programa de cooperación de Estados Unidos dirigido a los jóvenes en entornos de alto riesgo en Arauca, Costa Atlántica, Antioquia, Meta, Caquetá, Valle del Cauca, Cauca,Nariño y Norte de Santander.  Se aplicaron 5465 encuestas para reflejar un universo de 4,5 millones de jóvenes, que son en su gran mayoría urbanos (94%), solteros (75%) y en condiciones de pobreza (el 40% afiliado al Sisbén).

Estos son las diez conclusiones principales del estudio:

1.La mayoría de los jóvenes se sienten bien y son optimistas sobre su futuro

Aunque la encuesta se aplicó en municipios con contextos de alto riesgo de pobreza y violencia, más del 80% de los jóvenes dice sentirse satisfecho con las relaciones que tienen con sus familiares, amigos y sus compañeros de estudio. Y la mayoría siente que puede hacer planes para su futuro (el 92%) y que es agradable vivir (89%).

Ocho de cada diez califica su salud mental como buena o muy buena, aunque en otra pregunta un tercio responde que ha sentido angustia, ansiedad o depresión en algún momento, que identifican en su mayoría como una secuela del covid.

2. Los jóvenes quieren que les paguen pero por trabajar y emprender

La encuesta muestra que uno de cada 4 tiene un trabajo remunerado y que el 13,6 por ciento está buscando empleo.  De manera reveladora, la encuesta muestra que 7 de cada 10 jóvenes, incluso proviniendo de las zonas más desfavorecidas, no sólo están a gusto en sus trabajos (76% consideran que sus condiciones laborales son adecuadas) sino que trabajan para lograr mejorar su calidad de vida (43%) y para ayudar a mantener a sus familias (28%).

Más del 60% está interesado en crear o formalizar un emprendimiento, como alternativa a la alta precariedad y poca continuidad de sus empleos. 

Aunque no se demoran tanto buscando trabajo (menos de 6 meses para el 80%), la mayoría identifica como una barrera la cantidad de años de experiencia que piden. Y para la mitad, no hay suficiente oferta laboral en su municipio para trabajar en aquello para lo que estudió.

Hay unas brechas salariales grandes. Sólo el 37 por ciento recibe ingresos superiores al millón de pesos. Y la mitad de los encuestados dice haber necesitado más de un trabajo para cubrir sus necesidades.  

Y 7 de cada 10 viven con sus papás o familiares. Solos o con amigos solo viven el 4,5%.  En las familias, es interesante que las mamás suelen mandar en el hogar ligeramente más que los papás y solo en pocos casos es un liderazgo compartido.

3. Casi la mitad de los jóvenes no está estudiando y menos universidad 

Un dato preocupante de la encuesta es que el 40 por ciento de los encuestados no está estudiando actualmente. Por varias razones, pero la principal es económica (30% dice que es por falta de plata y 16% por la necesidad de trabajar) o por responsabilidades tempranas (19% que aumenta al 24% en el caso de las mujeres)

De los que están estudiando, es una ínfima minoría la que terminó universidad. En otras palabras, los jóvenes no se están preparando académicamente para un futuro cada vez más tecnológico y demandante de conocimientos.

Es  interesante, sobre todo en clave de la reforma a la educación que prepara este gobierno que aunque dos de cada tres estudió en escuela pública, un poco más de la mitad estudia en un plantel privado. Y que el principal problema que ven no es tanto en acceso como en la calidad de la infraestructura en sus instituciones educativas es baja (lo afirman 1 de cada 4 jóvenes encuestados).

Y también es interesante lo que les gustaría estudiar, si tuvieran la posibilidad, pues parecen leer bien mercado laboral, en el que habrá en el futuro más demanda de personal de la salud y menos de abogados. Hay un dato preocupante en función de la gran apuesta de este gobierno por el agro y lo ambiental: menos del 6 por ciento quiere estudiar carreras en esos campos.

4. Los jóvenes viven conectados y su vida social es muy virtual

Ocho de cada 10 jóvenes tiene acceso a internet y conexión en su institución educativa y prácticamente todos tienen celular y la mayoría dice que está conectado todo el día. ¿Haciendo qué? Chateando con amigos y navegando las redes sociales. Solo el 6% lo usa para capacitarse.  

En su tiempo libre, lo que más hacen es escuchar música y reunirse con amigos. Leen muy poco (solo el 35,9% lee a diario y casi el 20% lo hace algunas veces al año). Su vida cultural es mínima, y dicen que si tuvieran la oportunidad les gustaría viajar y asistir a espectáculos en vivo.

5. Aunque pocos han sufrido directamente el conflicto, muchos tienen normalizado el uso de la violencia

Uno de cada 10 jóvenes dice haber sido víctima directa del conflicto, lo cual se explica en parte porque la encuesta se aplicó en municipios vulnerables a la violencia. Y de estos, dos terceras partes están inscritos en el registro único de víctimas. 

Un porcentaje significativo ha sido víctima de otro tipo de violencias más cotidianas

Y quizás por eso u otras razones, una preocupante mayoría considera que el uso de la violencia se justifica si es por una justa causa. 

6. Los jóvenes no tienen una experiencia rica de la democracia

Como la mayoría de colombianos, pero más acentuado aún, los jóvenes creen poco en las instituciones democráticas. Y, coherente con eso, participan muy poco en la vida pública (solo 1 de cada 3 vota en elecciones). En parte, porque no conocen las múltiples instancias de participación juvenil que se han creado en los últimos años.  Solo uno de cada 10 pertenece a alguna organización social o comunitaria y creen que hacerlo les “genera problemas”.

Un dato alentador en vista de la crisis climática es que la mayoría siente que el cuidado del medio ambiente es una responsabilidad de la ciudadanía y no del gobierno de turno.

7.  Los jóvenes son activos sexualmente, pero no tan responsables

Seis de cada 10 de los jóvenes encuestados dice que tiene una vida sexual activa, pero solo el 58 por ciento usa anticonceptivos siempre. La información que tienen para su vida sexual proviene principalmente del personal de salud o de internet. Las instituciones educativas ofrecen muy poca guía en lo sexual y tampoco en prevención de drogas.

Un dato revelador de la encuesta es la brecha que revela en términos del ejercicio de derechos sexuales y reproductivos entre hombres y mujeres y frente jóvenes urbanos y y rurales. Este dato es particularmente preocupante dado que, en general, les va mejor a los jóvenes solteros que a los casados y con hijos.

También es revelador que más de la mitad de los jóvenes consideran que tienen más libertad de la que deberían tener.

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Soy la directora, fundadora y dueña mayoritaria de La Silla Vacía. Estudié derecho en la Universidad de los Andes y realicé una maestría en periodismo en la Universidad de Columbia en Nueva York. Trabajé como periodista en The Wall Street Journal Americas, El Tiempo y Semana y lideré la creación...

Soy la Coordinadora Gráfica de La Silla, donde trabajo con periodistas para contar historias sobre el poder en Colombia de manera gráfica e interactiva. Me encargo de mantener la identidad visual en la página web y en los contenidos que publicamos en redes sociales.