Tras bambalinas del ostentoso evento de Gustavo Petro en Barranquilla, mientras el candidato recorría una enorme tarima en forma de P, estaba Euclides Torres tomando whiskey. 

Era el 10 de septiembre de 2021 y la campaña presidencial aún no había comenzado, según el cronograma del Consejo Nacional Electoral (CNE). Sin embargo, como senador, Petro organizó el evento con una millonaria logística, estirando los vacíos de la ley electoral que no obliga a registrar gastos o ingresos por fuera del periodo oficial de campaña. Parte de esa logística la pagó Torres, según le confirmaron en ese entonces varias fuentes de la campaña a La Silla Vacía. Una versión que ahora soporta una investigación de la Fiscalía.

Diez meses después, el acceso de Torres a la campaña Petro se había consolidado. El próspero contratista estatal, y cabeza de un clan político poderoso del Atlántico, fue uno de los invitados a la exclusiva reunión en el apartamento de Petro en Bogotá, donde recibió los resultados de la segunda vuelta presidencial. Como se ve en un video revelado por La Silla, luego de esperar parado al lado del gerente de campaña, Ricardo Roa, Torres felicitó a Petro con un abrazo por la victoria que lo convirtió en el presidente de Colombia.

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Ahora el papel de Torres en la campaña Petro está en el centro del caso sobre financiación irregular que destapó Nicolás Petro, el hijo del presidente, quien fue capturado por la Fiscalía y está en un proceso de colaboración voluntaria. Nicolás ha revelado detalles adicionales de los aportes de Torres, incluyendo el préstamo de un lujoso apartamento en Bogotá, que su mamá le preguntó si “era de un traqueto”, como revela uno de los chats que hizo público la Fiscalía.

De Benedetti a Verónica Alcocer

Euclides Torres llegó a la campaña de Petro por Armando Benedetti, la mano derecha del candidato en las presidenciales. El empresario guarda un bajo perfil y no aparece en público, pero sus familiares son activos en la política.

Foto tomada del video. De frente el empresario Euclides Torres y de espaldas el hoy presidente Gustavo Petro

La relación de Benedetti, un exsenador que militó varios años en el partido de La U antes de convertirse al petrismo, es política y personal, e incluye a la familia de Torres que funciona como un clan político con sede en Puerto Colombia, Atlántico.

El vínculo político de los Torres con Benedetti empezó en 2014. En ese entonces Benedetti se lanzó al Senado en fórmula con Efraín Torres, hijo de Euclides Torres, quien fue elegido representante a la Cámara por Bogotá. Además, dos empresas de Torres fueron aportantes de la campaña de Benedetti al Senado, como reveló una investigación de La Silla.

En 2018 la apuesta de Benedetti con los Torres fue doble: en Bogotá, su fórmula volvió a ser Efraín Torres y en Atlántico hizo fórmula con la representante Martha Villalba, cuñada de Euclides Torres. Efraín Torres se quemó y Villalba y Benedetti se reeligieron.

La relación no es solo política. El propio Euclides Torres le dijo a La Silla que es amigo de Benedetti desde hace 20 años y el senador lo invitó al bautizo de su hija Francesca Benedetti en 2019. Como reveló Cambio, en una indagatoria Benedetti le dijo a la Corte Suprema que Torres le prestó 3.600 millones de pesos a través de sus empresas para comprar una casa en Prado Mar, un lujoso sector de Puerto Colombia. En la indagatoria, Benedetti confesó no haberle pagado un solo peso de la supuesta deuda a Torres, por lo que le abrieron un nuevo proceso.

Además, el expediente de un proceso de la Fiscalía, por la red de chuzadas ilegales que presuntamente lideraba el general (r) Humberto Guatibonza, señala que supuestamente Benedetti mandó a blindar cuatro teléfonos celulares para evitar ser objeto de interceptaciones. Entre los teléfonos que habría mandado a blindar Benedetti estaba el suyo, el de su esposa y el del empresario Torres, según publicó Blu Radio en 2018.

Para 2022 Benedetti estaba jugado por Petro, y con él llego Torres, según confirmaron varias fuentes que pidieron reserva de su nombre. Los Torres aportaron a la causa petrista sus estructuras políticas probadas en el Atlántico, incluyendo las de Dolcey Torres, hermano de Euclides, quien como representante del partido Liberal fue uno de los que promovió el apoyo de ese partido a Gustavo Petro en 2022.

De izquierda a derecha: el diputado del Atlántico, Nicolás Petro; el senador del Pacto Histórico Pedro Flórez; el ministro del Interior y exjefe de debate de Gustavo Petro, Alfonso Prada; el representante liberal Dolcey Torres, y el exalcalde de Puerto Colombia Camilo Torres.

Por otro lado, el apoyo económico de Euclides, que no se ha tasado de manera exacta, llegó con la inclusión de Pedro Flórez, el esposo de su sobrina, en la lista cerrada al Senado del Pacto Histórico en una posición privilegiada. Al ser el noveno en la lista, Flórez, quien era un empresario sin militancia en la izquierda, tenía su curul casi garantizada. 

El entonces candidato presidencial, Gustavo Petro, el senador electo Pedro Flórez (izquierda), y Armando Benedetti en el Cabo de la Vela durante la campaña

“Claramente fue una curul comprada”, le dijo a La Silla una fuente de la campaña que afirmó saber de primera mano que el empresario Torres había financiado el evento en Barranquilla.

El senador Flórez rechaza la expresión y dice que su llegada al Pacto no tiene relación con Benedetti ni Euclides Torres. Según Flórez, quien lo invita a unirse al Pacto es el diputado e hijo de Petro, Nicolás Petro.

Los chats entre los exesposos, Daysuris Vásquez y Nicolás Petro, revelan que Euclides Torres y Pedro Flórez se acercaron a la familia Petro. Además de financiar el evento de Barranquilla, de darle a Nicolás el apartamento en Bogotá, varios chats revelados por Semana muestran que Torres opinaba sobre encuestas, proponía la organización de eventos de campaña, y asistía a reuniones con Petro hijo y Benedetti.

En su entrevista con Semana, Nicolás Petro afirmó que no podía dar detalles adicionales del papel de Torres, pues la investigación estaba en curso.

Durante la campaña, la relación familiar de Torres con los Petro escaló hasta Verónica Alcocer, la primera dama, según una fuente que trabajó de cerca con la hoy pareja presidencial y que pidió no ser mencionada para dar detalles privados. De acuerdo a esa persona, fue la cercanía con Alcocer la que facilitó la llegada de Torres a la celebración privada con el candidato en su apartamento en Bogotá, donde estaban solo un puñado de amigos y colaboradores cercanos.

Alcocer apareció en un organigrama de las relaciones de Nicolás Petro y Daysuris Vásquez, junto a Torres y otros implicados, sin que la Fiscalía haya aportado detalles de cuál fue su papel en el esquema de financiación ilegal que fraguó la pareja.

El emporio camuflado de Euclides Torres

A través de un camuflaje empresarial, el clan familiar liderado por Euclides Torres logró mantener dos concesiones de alumbrado público que suman 728 mil millones de pesos, según reveló La Silla Vacía en 2022 tras revisar decenas de documentos de procesos de contratación y de cámaras de comercio.

Sin declararlas como un grupo empresarial, Torres usa una red de sociedades que, en la práctica, están integradas por las mismas personas, y manejan concesiones de alumbrado en 15 municipios del país.

El poder del empresario barranquillero Euclides Torres Romero, el jefe del clan Torres, ha crecido vertiginosamente en las últimas dos décadas.

Sus intereses están en negocios millonarios con el Estado en temas de alumbrado público y de tránsito, y ha sido tan exitoso que es considerado un zar en el manejo de esos dos negocios en el país.

Con el alumbrado público en particular, desde hace 20 años ha manejado concesiones en el Valle, Santander y su natal Atlántico. Así ha llegado a ser una de las cabezas que tienen concentrada la prestación de ese servicio en el país y ha sabido cómo camuflarse mientras acumula concesiones que duran décadas.

Aunque Torres no tiene una propiedad declarada en todas las empresas, la red de directivos y socios se entrecruzan. Tanto que la Superintendencia de Industria y Comercio, SIC, en una investigación por posible cartelización en otro negocio de contratación, estableció que aunque las empresas “tienen una unidad de propósito y dirección, ninguna de las sociedades ha declarado o inscrito algún tipo de control societario o la existencia de un grupo empresarial”.

En el grupo de 40 empresas que la SIC identificó, está una de las que ahora vuelve a ganar dos multimillonarias concesiones en las que no tuvo competencia.

Las relaciones entre las empresas de alumbrado público y las de negocios de tránsito de los Torres quedan claras si se ven por las personas que las integran, todos relacionados con la estructura familiar de los Torres.

La SIC archivó la investigación de cartelización contra los Torres porque se comprometieron a dar garantías de que no cartelizarían más negocios de tránsito. Sin embargo, lo que muestran las concesiones de alumbrado público es que el patrón podría estarse repitiendo en ese ramo del negocio.