Armando Benedetti
Armando Benedetti. Fotografía: Senado

Anoche, la hoja de vida de Armando Benedetti fue publicada en la página web de la Presidencia, el paso previo para ser nombrado embajador ante la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en Italia. Su regreso al gobierno por la puerta grande le da piso a las sospechas de quienes decían hace unos meses que Benedetti estaba blindado por la información que supuestamente tiene para chantajear a Gustavo Petro. 

Presidencia sube su hoja de vida en la web justo el mismo día en que la Corte Suprema lo citó a ampliar indagatoria en la investigación que le tiene abierta por posible corrupción en Fonade hace unos años. Según reveló El Tiempo, Benedetti guardó silencio ante las preguntas de la magistrada Cristina Lombana, quien según el mismo diario tenía “casi definida” una orden de captura en su contra cuando Petro lo nombró embajador de Venezuela. Como sucederá ahora con su nuevo cargo diplomático, esa investigación y las otras que cursan en su contra en la Corte volvieron a arrancar casi de cero en la Fiscalía, que es la encargada de investigar a los diplomáticos.

La capacidad de chantaje

“Benedetti tiene información personal de él (Petro) que consiguió en la campaña. Por eso Benedetti se siente tan seguro de que no le va a pasar nada”, le dijo a La Silla en junio una fuente del círculo más cercano del presidente, que pidió no ser citada.

Lo dijo días después de que Benedetti fuera despedido de la embajada por el escándalo de las chuzadas a la niñera de Laura Sarabia y de que la revista Semana revelara unos audios en los que el controversial político afirmaba tener información sobre delitos cometidos en torno a la financiación de la campaña de Petro, en el que él fue su mano derecha, y amenazaba con hacerla pública. También insinuaba que, como él mismo, el presidente consumía cocaína.

“En el momento en que yo diga quién dio la plata aquí en la Costa, yo sé qué es esa mondá”, dice el audio filtrado de una conversación entre Benedetti y su ex empleada Laura Sarabia. “Tú, que no sabes un culo de historia, lee cómo empezó el hijueputa (proceso) 8.000” (…) “¿Qué tal que uno diga, mamando gallo, quién fue el que puso la plata aquí en la Costa?”   Más adelante, Benedettí afirma que consiguió en la Costa “15 mil millones de barras”, que no fueron declaradas por la campaña Petro.

“Me joden a mí, yo los jodo a ustedes, pero se caen las torres gemelas”, es una de las frases de esa conversación. Y luego agrega: “A Osama Bin Laden, cuando tumbó las torres gemelas, le importaba una mondá la imagen y si lo iban a matar o no lo iban a matar, pero tumbó las torres gemelas”.

En un trino que envió rápidamente tras la publicación de Semana, Benedetti dijo que los audios de la revista habían “sido manipulados”, pidió excusas a Petro y Sarabia, y afirmó que “el ataque malintencionado” no venía de su parte.

Pero el daño estaba hecho. Ya había desatado una tormenta política que puso en grave riesgo la gobernabilidad del Presidente.

Aún así, Petro —que suele ser demoledor con sus opositores, con los medios que lo critican e incluso con sus propios funcionarios— reaccionó a las declaraciones de Benedetti con un trino escueto en el que dijo: “No acepto chantajes, ni veo la política como un espacio de favores personales”. Y agregó: “Creo entender qué le pasa a la mente de Armando Benedetti, acepto sus disculpas, pero debe explicar sus palabras ante la Fiscalía y el país”.

Benedetti nunca explicó sus palabras ante el país. Tampoco ante la Fiscalía, donde ejerció “su derecho a guardar silencio”. Y una semana después de que Petro anunciara su salida como embajador, desde Presidencia llegó la orden para que la Cancillería le extendiera el período a Benedetti en la embajada un mes más, hasta el 19 de julio, pasando por encima de las objeciones del canciller Álvaro Leyva, como lo reveló La Silla Vacía en su momento.  

Este trato privilegiado del presidente para con un político que le había hecho tanto daño, así como ahora su eventual regreso a un puesto diplomático codiciado alimenta las sospechas que personas cercanas a Petro le compartieron a La Silla en junio pasado sobre información comprometedora del presidente que tiene Benedetti en su poder, por haber sido el coordinador de la agenda en la campaña presidencial.

Esta versión coincide con la de fuentes cercanas a Benedetti, que dijeron a La Silla en su momento que él “tiene muchos datos cercanos a la financiación, a las perdidas que se pegaba Petro en campaña”. 

Los temores del círculo de Petro

Como contó La Silla en este artículo de junio 1 de 2023, el principal temor de los aliados de Petro en ese momento era un video íntimo del presidente que aseguran que se grabó en Cartagena durante la campaña. Una fuente dio detalles del video que La Silla no pudo confirmar.

Según la fuente, que ha trabajado años con Petro, Benedetti también conoció el video, y fue encargado de asegurarse de que quien lo había grabado no lo publicara.

El embajador negó haber grabado o conocido algún video del estilo. “Son cuentos del estilo de Steven Spielberg”, le respondió Benedetti a La Silla para ese artículo.

Sin embargo, una fuente cercana al embajador indicó que “él fue el que recogió los recursos de la campaña, el que organizó las reuniones, el que sabe todo lo que se hizo, también lo personal. Si lo botan se desata un verguero”.

En lo que coincidieron en ese momento tanto las fuentes cercanas al presidente como a Benedetti es que este último estuvo al tanto de todos los detalles de la campaña. Incluidos los detalles de cómo se financió, un tema que es cada vez más álgido para el presidente.

En las últimas semanas, la Fiscalía ha recopilado pruebas de que el sindicato de maestros Fecode aportó dinero a la Colombia Humana pero con el destino específico de la campaña y también está verificando el pago no declarado a los testigos electorales. Ambas revelaciones que hizo la unidad investigativa de La Silla Vacía el año pasado. 

De comprobarse que hubo dolo, Ricardo Roa, el gerente de la campaña de Petro y actual presidente de Ecopetrol, podría ser imputado penalmente. El Consejo Nacional Electoral también adelanta investigaciones contra la campaña por los mismos hechos, que de comprobarse, llevarían a que el Pacto Histórico pierda la posibilidad de entregar avales en 2026, entre otras consecuencias.

Estas investigaciones, además de la que la Fiscalía adelanta contra el hijo del presidente, Nicolás Petro, quien confesó y luego se retractó de haberse quedado con dinero aportado por narcotraficantes y cuestionados contratistas para la campaña de su papá, llevaron al presidente a acusar ayer a la Fiscalía de Francisco Barbosa de querer provocar una “ruptura institucional” para sacarlo del poder mediante un juicio político.

El silencio de Benedetti

Cuando fue llamado por el Consejo Nacional Electoral y la Fiscalía a declarar sobre lo que había dicho sobre la financiación ilegal de la campaña, Benedetti dijo que hacía uso de su “derecho a guardar silencio”.  Un silencio que vale oro.

Durante la campaña presidencial, Benedetti jugó un papel clave. Fue quien le manejó la agenda al candidato, se aseguró de que llegara y se fuera de los eventos a tiempo, le ayudó a tender puentes con empresarios y políticos, le ayudó a conseguir plata. Y compartieron mucho tiempo juntos.

En esos meses, Petro se quedó varias veces en el hotel 8010, en la zona rosa de Bogotá. La familia de Benedetti también se quedó allí en un apartamento durante los meses de campaña. Mientras tanto, los escuderos de toda la vida de Petro quedaron marginados por el político costeño y no tuvieron la oportunidad de controlar la información, sobre todo la personal, que en otras campañas manejaban.

Incluso antes de que se conocieran los explosivos audios de Benedetti, en ese grupo de confianza de Petro algunos ya sentían que, de forma sutil, Benedetti les había hecho saber que esa información era un arma que podía usar si se sentía amenazado, según supo y publicó La Silla en junio.

Ocho meses después, si Benedetti tiene pruebas incriminantes contra el presidente no las ha mostrado. Lo que sí queda en evidencia con su inminente nombramiento como embajador de la FAO en Italia en un cargo para el que no tiene un conocimiento del sector es que Gustavo Petro no aplica a Benedetti el mismo test de lealtad y de alineación ideológica que sí le exige al resto de su equipo. El futuro embajador tiene coronita.

Nota del Editor: esta historia fue realizada con reportería que hizo en junio Juan Manuel Flórez

Soy la directora, fundadora y dueña mayoritaria de La Silla Vacía. Estudié derecho en la Universidad de los Andes y realicé una maestría en periodismo en la Universidad de Columbia en Nueva York. Trabajé como periodista en The Wall Street Journal Americas, El Tiempo y Semana y lideré la creación...