En 26 días Alex Char consiguió plata para sus cuatro años de mandato. El viernes, el Concejo de Barranquilla le aprobó al nuevo alcalde un cupo de endeudamiento de tres billones de pesos, a pesar de que la ciudad tiene finanzas riesgosas, como ha advertido el Banco de la República. 

Con ese aval, Char buscará plata en la banca comercial y garantizará que su tercer periodo en el poder sea tan exitoso en término de obras como sus anteriores. Char prometió invertir unos 490 mil millones en mejoramientos de vivienda, 411 mil millones en pavimentación de vías, 300 mil millones en canalización de arroyos, 117 mil en la construcción del malecón del suroriente, entre otras millonarias inversiones. Terminará su periodo con una deuda de 5,5 billones de pesos, según las proyecciones de la Alcaldía.

El Concejo le dio el aval con una abrumadora mayoría (19 de 20 votos positivos), y durante el debate no pesaron las alertas emitidas por varias entidades por el crecimiento peligroso de la deuda, sino los elogios al alcalde. Aun si todo sale bien y las alertas no se cumplen, Barranquilla tardará 12 años en volver al nivel de deuda en que la dejó Jaime Pumarejo.

Las alertas no escuchadas

Durante el debate, varios concejales descalificaron a los críticos del proyecto de endeudamiento. “Esa gente que siempre se opone a Barranquilla por no sé qué, son viudas del poder. Tres billones son muy poco dinero”, dijo el conservador Juan José Vergara. “Los señores de la capital del país no nos quieren ver progresar”, señaló Edgardo Acuña, hermano del polémico exsenador Laureano Acuña. 

Sin embargo, las alertas se han presentado por parte de entidades respetadas y algunas de carácter local. En los últimos meses, se pronunciaron Fundesarrollo, el Banco de la República y una investigación patrocinada por ProBarranquilla. Estas no tuvieron eco en el debate. 

La preocupación principal es que la sostenibilidad del distrito de Barranquilla, un indicador económico que divide la deuda entre los ingresos corrientes, está en un 151%, 51% por encima de lo sugerido por la ley.

La deuda pública en 2022 era de 2.7 billones de pesos y ya está alrededor de los 3 billones de pesos, según indicó la Alcaldía de Barranquilla. Es la ciudad principal con mayor deuda pública con relación a su presupuesto.

En ese escenario, Fundesarrollo, un centro de pensamiento con 25 años de historia y que tiene entre sus socios fundadores a instituciones como la Universidad del Norte, Gases del Caribe y los supermercados Olímpica (propiedad de la familia Char), publicó en septiembre del año pasado el informe “Las finanzas de Barranquilla: cinco puntos críticos”.

“El creciente endeudamiento de la ciudad revela que es necesario reducir el gasto público y fortalecer los ingresos propios. La viabilidad fiscal de la ciudad es una realidad que no debe ignorar el próximo alcalde”, dice el informe. 

En noviembre, el Banco de la República publicó un documento de la gestión fiscal de Barranquilla entre el 2000 y el 2021. “(Los) déficits han sido cubiertos principalmente con deuda, y han experimentado un crecimiento acelerado desde 2017, que pone en entredicho la sostenibilidad de este modelo de crecimiento de gasto (…) La ciudad requerirá hacer un ajuste en el gasto fiscal o buscar alternativas de ingresos propios para evitar caer en una situación de insostenibilidad en el mediano plazo”, dice el estudio. 

El informe resalta que entre el 2017 y el 2021 hubo un “deterioro sin precedentes” del indicador de sostenibilidad: pasó de 65% en 2017 a 189% en 2021, de acuerdo con datos de las operaciones efectivas de caja.

Parte de ese informe fue incluido en el libro “Qué pasó en Barranquilla, 2008-2023”, entre cuyos coordinadores estuvo Juan Manuel Alvarado, entonces gerente de ciudad de la alcaldía del charista Jaime Pumarejo. El libro fue respaldado por Probarranquilla, una agencia que promueve inversiones en el departamento, y empresas como Argos y Promigas. 

Pero más que las alertas, en el debate al Concejo primaron los elogios al modelo de gestión de Álex Char. 

Frente a eso, el economista de la Universidad del Atlántico Wilson Roca le dijo a La Silla: “Lo que menos esperaba la ciudad era que el primer acto de gobierno del alcalde consistiera en pedir semejante cheque en blanco, que duplica la deuda del gobierno, sin realizar la suficiente discusión”. 

Y Jairo Parada, economista de la Universidad del Norte, señaló: “Continúa, después de 16 años, el modelo de prosperidad al debe, dejándole la carga a los futuros alcaldes y a los ciudadanos”. 

El debate en el Concejo: lluvia de elogios a Char

En la instalación del Concejo, el 2 de enero, Álex Char dejó el mensaje claro: “Esta ciudad necesita que el Estado distrital invierta en su gente, no nos puede dar miedo cuando pasemos proyectos de un billón, cuatro billones. Esa plata tiene que llegar a la gente”.

A los pocos días, el proyecto llegó al Concejo. En plenaria, lo defendió la secretaria de Hacienda, Emelith Barraza. En su diapositiva, Barraza presentó un artículo de prensa del 2008 que decía, “¿Podrá Alejandro Char cumplir las promesas a Barranquilla?”. 

La propia secretaria se respondió: “Sí, las pudo cumplir, gracias a esa confianza que fue generando tanto a nivel nacional, en los bancos, y todo con el apoyo del Concejo, que en ese momento aprobó un proyecto de acuerdo de endeudamiento”.

El discurso de Barraza se enfocó en el progreso que han traído las obras a Barranquilla y que el 40 por ciento de las inversiones se hicieron con recursos del crédito público. En el marco legal, Barranquilla se ampara en la ley 2155 del 2021, que modificó una ley de 1997.

Hasta el 2021, la ley impedía que entidades territoriales con una sostenibilidad superior al 100 por ciento (como es el caso de Barranquilla) contrataran nuevas operaciones de crédito público. 

Sin embargo, la modificación del artículo durante el gobierno de Iván Duque, abrió la puerta para que, en caso de no cumplir con el indicador de sostenibilidad, se les mantuviera la posibilidad de solicitar créditos públicos si tenían al menos la segunda mejor calificación de riesgo (como es el caso de Barranquilla). 

Alrededor de esos dos argumentos que dio la secretaria de Hacienda, giro el debate de unas cinco horas en el Concejo. Intervinieron 18 de los 20 concejales. Casi ninguno se quedó por fuera de la lluvia de elogios a Char. Solo Antonio Bohórquez, del Pacto Histórico, se opuso al proyecto.

“Gracias al liderazgo del mejor gerente público que tiene este país, el doctor Alejandro Char Chaljub, recuperamos el rumbo de esta ciudad”, dijo el concejal de Cambio Radical Estefanel Gutiérrez.

“Peyorativamente quieren decir que Álex Char es el alcalde del cemento, pero si ese cemento trae desarrollo social, en salud, ambiental, académico, yo quiero que a mí también me llamen el concejal del cemento”, afirmó Samir Radi, presidente del Concejo y militante de Cambio Radical.

Hubo defensas descabelladas. “Salen a engañar a la gente en Barranquilla, salen a decirle que esta plata del endeudamiento se la van a sacar del bolsillo a los barranquilleros”, dijo el concejal José Trocha, de Cambio Radical. 

La explicación de Trocha es que con la reforma al estatuto tributario que se hizo el año pasado al sector que más le subieron los impuestos fue al financiero. Sin embargo, su argumento carece de fuerza porque ese impuesto también lo pagan otros sectores y, además, la deuda se pagará con otros tributos.

Otra narrativa que pesó para aprobar el cupo de endeudamiento fue la falta de apoyo del gobierno de Gustavo Petro. Parte del éxito del modelo Char se entiende por los apoyos financieros de los gobiernos nacionales, y es la primera vez que se encuentran con un presidente al que no son afines. Incluso, en el pasado, Petro cuestionó fuertemente a esa casa política. 

“Presidente, por favor, mire a Barranquilla, que usted aquí ganó. Este mes lo que hemos recibido han sido golpes por malas decisiones que se han tomado por parte del gobierno”, dijo Radi. “A nosotros como ciudad el gobierno nacional nos dio la espalda”, dijo Santiago Arias, de Cambio Radical. “Hoy no tenemos el apoyo del señor presidente Gustavo Petro para Barranquilla”, dijo el conservador Juan Camilo Fuentes, para justificar el cupo de nueva deuda.

Sin sorpresas, el proyecto se aprobó con 19 de 20 votos a favor. Álex Char terminará su mandato con una deuda de 5.5 billones de pesos, según el marco fiscal que presentó la Alcaldía. 

Tras la plenaria de cinco horas, La Silla intentó entrevistar a la secretaria de Hacienda Barraza para preguntar sobre las alertas de la situación financiera del Distrito, pero no respondió porque dijo que tenía afán. Al contactarla por teléfono, como ella indicó, tampoco respondió.

En un solo mes, Char ya dio un gran paso para conseguir plata para sus cuatro años. En el proceso no solo fueron ignoradas las advertencias de los economistas de la ciudad, sino que hacia el futuro se augura un débil control político de los recursos que dejarán a Barranquilla con la deuda más alta de su historia. 

Soy el periodista que cubre las movidas de poder en el Caribe en La Silla Vacía. Estudié Comunicación Social y Periodismo en la Universidad del Norte. Gané el premio Simón Bolívar a la mejor noticia del 2023 y el premio de periodismo de Economía Creativa de la Deutsche Welle en 2017. También...