El Tribunal Administrativo de Cundinamarca acaba a suspender el congreso liberal que arrancaba formalmente mañana y que tenía, como uno de sus platos fuertes, elegir la nueva dirección del Partido. Con la decisión, eso ya no puede ocurrir y lo deja como una reunión en la que no se pueden tomar decisiones, a pesar de que el Partido las necesita para definir el norte hacia el 2018.

La suspensión se dio porque dos ex directivos del partido, Germán Arias Ospina, ex secretario organizaciones de campesinos, y Jaime Pulido Sierra, ex secretario de organizaciones sociales y de base, le pidieron al Tribunal Administrativo que declarara que la convocatoria al congreso incumple la sentencia del Consejo de Estado del año pasado que tumbó los estatutos que había creado el partido en 2011. Y le dijeron que eso era tan evidente, que antes de fallar de fondo debía suspender el congreso, en lo que se conoce técnicamente como una solicitud de suspensión provisional.  

 

Ayer el secretario del partido, Héctor Olimpo Espinosa, respondió rechazando esa solicitud y renunció al resto del plazo que tenía para responder.

Como ya no había más plazo, el magistrado Moisés Rodrigo Mazabel Pinzón podía decidir desde hoy. Y así lo hizo justo en la antesala del congreso rojo. 

Esa decisión dejó a varios con los crespos hechos.

Por un lado, a los que esperaban que en el congreso se definiera la posición del partido sobre si salirse o no de la Unidad Nacional. 

El Presidente Juan Manuel Santos se dirigió a los rojos esta tarde, después de que las declaraciones del senador Horacio Serpa caldearan el ambiente por la amenaza del partido de salirse de la Unidad Nacional. Esta semana el alboroto se disipó, como contó La Silla, porque Santos le dio a los rojos la dirección del Banco Agrario. Así quedó en evidencia después de la reunión en Palacio el pasado miércoles donde estuvieron Serpa y otros congresisas con el Presidente y de la que Serpa salió diciendo que los rojos seguirían apoyando las políticas de paz del Gobierno.

Aún así, por ejemplo, las senadoras Viviane Morales y Sofía Gaviria llevan meses diciendo que el partido debe apartarse de la coalición de Gobierno.

En todo caso, como contó La Silla, el alboroto de Serpa estaba dirigido más al partido que al propio Gobierno y era la antesala de la pelea que se venía venir en el congreso por la elección de la dirección nacional del partido.

Por eso, el otro que queda desinflado con la suspensión es Serpa que estaba aspirando a dejar de ser copresidente y volverse presidente único del partido. Ese era uno de los temas más gruesos que se iba a discutir en este congreso y que tiene que ver directamente con cómo iba a quedar el partido con miras al 2018.  

Había tres posibilidades: primero, que hubiera una dirección única, y que era la alternativa que según tres fuentes del partido estaba defendiendo sobre todo la bancada del Senado. Segundo, que hubiera una dirección dual, encabezada por un senador y un representante a la Cámara y que era la alternativa que estaba defendiendo la Cámara de Representantes. Y tercero que se quedara como está hoy, en una dirección colegiada de 10 personas entre congresistas y líderes de organizaciones sociales adscritas al partido. 

La pelea estaba servida. La Cámara, que es mucho más numerosa en congresistas que el Senado, estaba pidiendo que ellos tengan representación en esa dirección. La discusión se prendió aún más porque a los representantes rojos les corresponde la presidencia de la Cámara en el Congreso a partir del próximo 20 de julio, según los acuerdos de las bancadas de la Unidad Nacional, y hay varios candidatos disputándose ese puesto. 

En cambio, los senadores querían que el partido siguiera en cabeza de Horacio Serpa, ahora como jefe único, según le contaron a La Silla tres fuentes. 

La Silla supo que el partido designó una subcomisión en Cámara y otra en Senado que estaban a cargo de encontrar un consenso entre hoy y mañana. Aunque todavía no se habían puesto de acuerdo, la alternativa que estaba ganando fuerza era la dirigencia dual, según las fuentes. La discusión iba a seguir mañana, pero con la decisión del Tribunal quedó congelada porque el congreso se quedó sin poder de decisión.

Así quedó también otro punto que estaba en la agenda este fin de semana que era la definición de quién iba a entregar los avales para las elecciones legislativas del 2018. Ese tema es clave, sobre todo para los congresistas y diputados porque les da incidencia en quiénes son los candidatos. Sin embargo, La Silla supo que esta decisión estaba atada a la de cómo quedaría definida la dirección. 

El congreso tendrá que esperar a que Tribunal levante la suspensión y decida de fondo. Mientras tanto, el trapo rojo seguirá revuelto, aunque en tertulia. 

Esta es la decisión del Tribunal:

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Fui periodista de La Silla Vacía a cargo de cubrir Bogotá, el Congreso y las movidas de poder en el Pacífico. Soy politóloga con maestría en periodismo. Me gusta el periodismo de datos, el reportaje y hago fact checking.