Foto: Presidencia

En los últimos días, el gobierno anunció que Jairo Bautista será el nuevo director de Presupuesto del ministerio de Hacienda y el ex senador Alexánder López llegará a la cabeza de Planeación Nacional. Los dos nombramientos avanzan la cruzada del gobierno contra la tecnocracia económica que el presidente percibe como uno de los “enemigos internos” del cambio.

Tanto Bautista como López vienen del mundo político y no han tenido las trayectorias académicas ni laborales de sus antecesores. El nuevo director de Presupuesto ha realizado la mayor parte de su carrera en el Congreso, como miembro de unidades de trabajo legislativo, seis años con Wilson Borja en la Cámara de Representantes y tres con Gustavo Bolívar en el Senado. Allí asesoró a los congresistas en temas económicos. Y como profesor de Hacienda Pública en el pregrado de la Universidad Santo Tomás y contratista de entidades públicas y privadas trabajó temas relacionados con la formulación de proyectos de inversión y elaboración de presupuestos, según le dijo a La Silla. 

A la dirección de Presupuesto llegó hace un mes como subdirector administrativo debajo de Marcela Numa, la directora que salió por oponerse al decreto de liquidación del presupuesto que dejaba en vilo vigencias futuras ya comprometidas por 13 billones de pesos.

Alexánder López, por su lado, será el primer director de Planeación que no es economista y que carece de trayectoria en el sector. Este abogado con una especialización en gobierno de la Universidad Javeriana fue un congresista destacado de izquierda durante 20 años, con nexos fuertes con el movimiento sindical, hasta que el año pasado el Consejo de Estado lo inhabilitó por doble militancia.  Reemplaza a Jorge Iván González, un economista doctorado en finanzas públicas, y quien también salió del gabinete por oponerse al polémico decreto.

Las renuncias de Numa, González y otros técnicos de Hacienda a raíz de este episodio son el comienzo del fin de la cúpula tecnocrática que ha manejado las finanzas públicas de los colombianos, y que se había mantenido a salvo hasta ahora de la sustitución que ha hecho Gustavo Petro en otras esferas del gobierno de tecnócratas por activistas y políticos más comprometidos ideológicamente con su programa.


El enemigo interno

En el último consejo de ministros, según supo La Silla por un testigo presencial, el presidente Petro dijo tres cosas: que el cambio se hacía a partir de la confrontación, no de acuerdos; que quería funcionarios que trabajaran 24 horas y no le temieran a los órganos de control, a quiénes él mismo había vencido como alcalde de Bogotá en la Plaza de Bolívar cuando lo destituyó arbitrariamente el Procurador; y que el pecado originario de su gobierno había sido nombrar a técnicos como José Antonio Ocampo, Cecilia López, Alejandro Gaviria y Jorge Iván González porque desfiguraron su programa de gobierno. Por eso él prefería gobernar con activistas. González renunció al final de ese consejo.

Ya dos meses antes, ante una audiencia mayoritariamente indígena, Petro había dicho que “el primer obstáculo de un gobierno es su propio interior: sus normativas, los procedimientos construidos y escritos a través de normas, durante décadas, por personas que pertenecieron a sectores sociales que no son propiamente los que nos han dado el triunfo”.

Durante su reciente recorrido por el Pacífico, de los 9 discursos que dió, en 5 criticó a los funcionarios técnicos del gobierno. “Me da temor que este gobierno tampoco sea capaz porque se deja dominar por la inercia. Se deja dominar del tecnócrata de abajo que impone la decisión”, dijo Petro desde Guapi, Cauca luego de hablar de las necesidades básicas de la región en salud, educación y alcantarillado. “La técnica sigue a la política, no la política a la técnica. No son la política y la decisión popular las que tienen que arrodillarse a un tecnócrata, que tiene intereses escondidos”, remató desde el coliseo del pueblo. 

“Hay una distancia abismal entre la élite tecnocrática y Petro”, explicó el profesor de la Javeriana Juan David Velasco en esta historia sobre la relación entre Petro y la tecnocracia. “Es una distancia de clase social, de universidades y también de la manera como se entiende el cambio: Petro es más revolucionario y quiere cambios rápidos; los tecnócratas son reformistas pausados y creen en la gradualidad. Por eso chocan”

La llegada de personas alineadas ideológicamente con su proyecto y que no vienen de la cantera tecnocrática de Planeación Nacional y el Minhacienda como la mayoría de los que han llegado a manejar las finanzas públicas en las últimas décadas es una consecuencia lógica de ese pensamiento.  

Con el nombramiento de funcionarios alineados política e ideológicamente con su proyecto, y sin experiencia en el manejo de las finanzas públicas, el presidente remueve el contrapeso técnico que tenía en Hacienda y Planeación a muchas de sus ideas.  

“El director no es un contrapeso al presidente ni debe jugar esa labor. En ninguna empresa, el director del presupuesto es un contrapeso de las órdenes gerenciales”, dice Bautista. “La labor mía será dirigir y gestionar el presupuesto. Va a haber una consistencia entre el discurso político y el técnico.” Agrega que reconoce que “hay tradiciones en la administración pública que entorpecen el cambio”.

Los responsables de las finanzas públicas

El director de Presupuesto es tan o más importante que el ministro de Hacienda en la práctica. El director de Presupuesto es el responsable de hablar con todos los ministros para formular el anteproyecto de presupuesto que lleva al Congreso. Eso lo tendrá que hacer Bautista de aquí a abril. 

Luego, tiene que sentarse con cada sector en mayo para hacer el marco de gasto de mediano plazo, que incluye toda la plata que ya está comprometida en vigencias futuras y las nuevas solicitudes. Y como no ha habido un decreto de recorte de gastos y el ministerio tendrá 25 billones de pesos menos de los calculados, la primera tarea del nuevo director de Presupuesto será hacerlo.

“Es la mano derecha del ministro para todos los temas de gasto”, dice Diana Quintero, que fue asesora de la Dirección de Presupuesto entre 2002 y 2004, y luego pasó a ser subdirectora de Análisis de Consolidación Presupuestal. “También tiene un rol de ser la primera barrera entre el ministro de Hacienda y el Congreso”.

Dependiendo del ministro, el director de Presupuesto es el que negocia partidas para los congresistas o la famosa mermelada, con lo cual algunos tienen una fila de senadores y representantes en su puerta. Otros no tienen esa potestad. En el gobierno de Petro, ese poder ahora estará en manos de Laura Sarabia, la nueva directora del departamento administrativo de la Presidencia. Y si se aprueba el decreto que le da la última palabra al presidente sobre las vigencias futuras, seguramente también recaerá en ella este poder en la práctica.

El director de Presupuesto también tiene la obligación de proyectar el impacto fiscal de los proyectos de ley y de hacerles seguimiento a los presupuestos de las entidades descentralizadas del Estado como Satena o Indumil.  Y, obviamente, es uno de los funcionarios sobre los que están puestos los ojos de las calificadoras de riesgo.

Para cumplir con su labor, Bautista tendrá bajo su cargo un equipo de unos 140 funcionarios, entre economistas, contadores e ingenieros.

La definición y seguimiento a los proyectos de inversión lo liderará Alexander López desde Planeación Nacional, una entidad que tiene 367 funcionarios de libre nombramiento y remoción y que con su llegada probablemente comenzarán a tener un perfil más cercano al movimiento social de donde viene el exsenador.

Tanto el cargo de Bautista como el de López tienen una alta complejidad técnica, con lo que la curva de aprendizaje para los dos será empinada. Más si, como el presidente, también llegan a ver la cara del “enemigo interno” en los equipos que reciben. 

Soy la directora, fundadora y dueña mayoritaria de La Silla Vacía. Estudié derecho en la Universidad de los Andes y realicé una maestría en periodismo en la Universidad de Columbia en Nueva York. Trabajé como periodista en The Wall Street Journal Americas, El Tiempo y Semana y lideré la creación...